La violencia de los seguidores de la “religión” de Mahoma contra los “infieles” y en especial contra la inteligencia y quienes los critican o ridiculizan, en el uso de la libertad de expresión, no parece tener límites.
Ahora esta infame furia religiosa-asesina se ha manifestado en una de las principales capitales del mundo Occidental, ese que los asesinos musulmanes pretenden dominar siguiendo las directivas de su profeta pedófilo, epiléptico y criminal.
Era el día 8 de enero de este recién inaugurado año, cuando las luces de la emblemática Torre Eiffel en la Ciudad Luz, fueron apagadas en señal de duelo, al mismo tiempo en las calles y plazas miles de parisinos se unían a ese duelo con carteles en inglés y francés respectivamente que proclamaban: “Not Afraid” (sin miedo) y más directamente “Je suis Charlie” (yo soy Charlie), esa indignada aunque pacífica demostración de duelo era la reacción sin violencia contra un acto asesino de extrema violencia.
La razón era simple y brutal:
El 7 de enero de 2015 dos individuos cubiertos con pasamontañas y armados con fusiles de asalto Kalashnikov (Ak-47) irrumpieron en la sede parisina de la revista Charlie Hebdo, luego de derribar a balazos a los dos policías de guardia… y gritando selectivamente los nombres de caricaturistas y editores, abrieron fuego contra ellos matándolos en el acto y dejando heridos a otros tantos empleados de la publicación. Antes de retirarse en un vehículo negro, uno de ellos remató a uno de los policías aún con vida, a la indiferente manera de estos asesinos fanatizados.
En total 12 personas fueron asesinadas y seis más fueron llevadas luego en estado crítico a hospitales. Los dos asesinos profirieron gritos de “Allahu Akbar” (dios es grande) y la sentencia, “el honor del profeta ha sido vengado”. La revista atacada había publicado en repetidas ocasiones críticas y caricaturas sobre quien se suponía era Mohamed (de quien no existe una representación que permitiera caricaturizarlo, como sabe cualquier humorista),pena de muerte a quien lo haga, como en el caso de Saldman Rushdie —ver recuadro—,pero es sabido que los ciegos seguidores del islam ignoran lo que es el sentido del humor.
El odio musulmán a la inteligencia
A crímenes como este casi nos tiene acostumbrados la diaria emisión de noticiarios, pero por lo general se trata de brutales asesinatos cometidos por radicales fanatizados en el Medio Oriente, África, Afganistán y en general en los sitios donde el islam está llevando a cabo su yihad. Pero ahora y para desmentir a los defensores de “los pobrecitos musulmanes”, el asunto ocurrió en una ciudad Occidental, en una de las capitales de la cultura, los derechos humanos y la libertad de expresión, aunque las versiones de conspiración y órdenes giradas desde el Eliseo, Washington y Tel Aviv no tardaron en aparecer. Pero eso es otra historia y no el tema de esta nota.
Porque teorías de conspiración aparte, se trata de un asunto para poner los pelos de punta y advertir de una vez por todas sobre la posibilidad del terrorismo ejercido por las bestias yihadistas (que me perdonen las bestias por la comparación), y encender focos rojos en los sitios que permiten libremente la inmigración de musulmanes. Desengáñense: los seguidores del “profeta” no se adaptan o asimilan a los países libres donde son acogidos, más bien pretenden adaptar a esos sitios a su absurda y homicida doctrina, volverlos tan ramplones como ellos imponiendo las idiotas y criminales leyes islámicas de la sharía, vomitados cotidianamente en fatwas (decretos) emitidas por sus clérigos para manipular todos los aspectos de la vida, a fin de cuentas islam significa sumisión.
La mayoría de los musulmanes son además y casi sin excepción, personas muy, pero muy ignorantes que consideran el libro atribuido al analfabeta Mahoma, el único depositario de “la verdad”. No puede más que calificarse de ignorantes a quienes cinco veces al día rezan elevando y ofreciendo el trasero en una ridícula muestra de sometimiento chimpancé, cinco veces al día; salat as subh o al-fadjr; salat az-zuhr; salat al-‘asr; salat al-magrib; salat al-‘isha —al alba, al mediodía, por la tarde, el ocaso y la noche… es obvio que quien siga esa regla, no puede ser inteligente.
Herencia del “profeta”
Además el islam prohíbe cualquier imagen, con lo cual ni quien sepa cómo era en realidad el camellero epiléptico, pedófilo y analfabeta que se autonombró “al-mohamed” (el bendito),y de paso también se prohíbe todo tipo de arte pictórico como el cine o cualquier cosa de factura humana que reproduzca de manera “impura la obra de dios”.
Además esa retorcida religión abusa de las mujeres, legaliza la esclavitud, la mutilación por robo, la lapidación, la pedofilia, la violación, la mutilación sexual (a las mujeres) uno de sus “letrados” clérigos, refiriéndose a las féminas occidentales y liberadas y, de paso a defender la mutilación genital musulmana, rebuznó en Inglaterra; “Only wores need a clitoris” (sic) —‘sólo las pu… necesitan clítoris’—, el islam es además la poligamia descarada con mujeres-objeto, de paso odia a los cerdos y los perros (quizá algún can, como se dice de los cerdos, mordió al camellero mientras éste tenía un ataque de epilepsia, o en medio de una borrachera), el alcohol está prohibido aunque “el profeta” lo consumía libremente. Para estos beduinos, pastores de cabras venidos a más a causa del petróleo, el mundo entero debe ser sometido a su absurdo credo (todos son absurdos, pero este les gana).
A estas idioteces de las cuales Occidente ha luchado por librarse, quieren llevarnos de vuelta a todos, para ‘gloria de allah’, lo sorprendente es que haya occidentales progretarados que los defiendan, en este supuestamente luminoso siglo XXI… lo cual demuestra que la estupidez no es privilegio exclusivo de los ignorantes; véase si no a Hollande (el presidente de Francia) quien luego de ostentarse consternado por los crímenes se apresuró adeclarar que los asesinatos en el Charlie “no eran obra de la comunidad musulmana sino de viles terroristas” ¡habrase visto mayor cinismo! El tal Hollande es un protector declarado de los yihadistas y no le importa que estos maten franceses, al fin de cuentas él está muy bien pagado por sus amos saudíes a los cuales, igual que el esclavo mental de Obama, les besa la mano, el anillo y vayamos a saber qué otras cosas. Su convocatoria a la marcha del domingo 11 de enero fue puro cuento para justificar ser mandatario, pero casi dos millones de parisinos si se lo tomaron en serio y mostraron de manera pacífica su pena, indignación y repudio al terrorismo.
A Hollande solo le faltó culpar a Siria nación a la cual odia ardorosamente, del atentado. No hay peor ciego que aquel fanático obnubilado que se niega a ver más allá de sus narices. Incidentalmente Siria (e Israel) son los únicos países de la región con gobiernos democráticos… no perfectos, pero tampoco propiedad de soberanos o clérigos de la ira.
En nombre de la religión, la ignorancia odia y desprecia la inteligencia
Pero, como veremos, no se trata de un fenómeno aislado, desde los inicios de la religión musulmana el profeta hizo hincapié en la eliminación total de los enemigos; judíos, cristianos, ateos e infieles en general… y ese odio está consignado en la primera sura del corán, también es rezo cotidiano.
Porque el libro de los musulmanes es un compendio de odios a todo lo que sea diferente a las ideas de Mahoma… él mismo se encargó de eliminar o hacer eliminar a todos aquellos que fueran críticos de su “doctrina” o simples intelectuales. Para acabar pronto, todo aquel pensante en el islam fue eliminado. No es de extrañar entonces que esa religión haya producido en el siglo XXI a algunos de los seres más retrógrados de la humanidad.
Esa permanencia en la ignorancia es lo que hace del islam un verdadero peligro. Además de sus fanáticos asesinos. Y todo esto es una herencia del “profeta”.
El profeta enfermo…
Mahoma efectivamente era un enfermo —ver recuadro—, sufrió una esquizofrenia paranoide y alucinatoria con frecuentes visiones delirantes y engaños sensoriales característicos de ese padecimiento, eso explica sus visiones alucinatorias, fobias, temores, pedofilia —el sexo con una menor de edad (como Aisha[1]) es menos peligroso que con una mujer, a la vez que se somete a las mujeres a la esclavitud— y capacidad para cometer los más terribles crímenes sin que eso le importara. Era sin lugar a dudas un enfermo mental y asesino sediento desangre. En ese sentido, los yihadistas actuales son sus hijos dilectos. Todo ese odio e irracionalidad fue vertido en el corán. Y, en eso reside la peligrosidad del islam. Se ha dicho con razón que “se teme a quien sólo lee en un libro” y tal dicho se comprueba en los musulmanes. Porque ellos no consideran su “biblia” como una alegoría, sino simple y llanamente “la palabra de dios recitada al profeta”. Palabra que debe ser obedecida sin objeciones, cualquier desviación de ella sólo tiene una pena: Muerte.
Por otra parte existe una total adoración al profeta, quien a la postre, resulta más importante para los musulmanes que el pretexto del ficticio allah, porque además, el “profeta” fue un personaje real que uso el concepto de la deidad para lograr sus fines. Amén de retorcimientos de sus seguidores en la interpretación de un texto oscuro y lleno de odio, como es el corán.
Y, ese es el perverso libro que se supone posee “la verdad suprema” misma que los musulmanes pretenden imponer a todos, sin importar lo que piensen, sueñen o crean.
La opción es la muerte. Y eso alienta en todo aquel que siga las enseñanzas del libro de marras.
¡Europa despierta!
El domingo 11 de enero hubo una manifestación contra la violencia terrorista en París en la cual participaron casi dos millones de personas encabezadas por Hollande y mandatarios de varios países europeos y del Medio Oriente, África y América. Fue una manifestación totalmente pacífica imitada en España y otros países del continente europeo.
Cabe hacer notar que la crítica fue a los yihadistas terroristas y no a la creciente comunidad musulmana en Europa… el problema es que los dos atacantes de Charlie Hebdo y el solitario de un supermercado kosher donde fueron asesinados cuatro clientes, eran musulmanes nacidos en Francia. De la misma nacionalidad son (y también inglesa, australiana, española, etc.), muchos de los yihadistas combatientes en el Medio Oriente.
Ese nada pequeño detalle convierte la posible expulsión de musulmanes de los países europeos, como lo han planteado las organizaciones radicales europeas anti yihadismo, las cuales pertenecen a grupos conservadores y de extrema derecha. Estos grupos han comenzado a unirse y a organizarse a raíz de los sucesos de París, pidiendo la inmediata expulsión de musulmanes y un férreo freno a la inmigración.
Los inmigrantes musulmanes, varios millones, se han “atrincherado” en barrios completos a los que ni la policía entra, mucho menos cualquier persona no musulmana. En estos sitios rige la ley musulmana y muchos de sus habitantes son radicales. Por supuesto estos sitios resultan el semillero ideal para yihadistas y terroristas… de hecho la mayoría de las mezquitas, dentro y fuera de estos ghetos son sitios de aleccionamiento musulmán radical. Sitios que se encuentran fuera de control gubernamental ya que sus habitantes y dirigentes se escudan en la libertad religiosa y su derecho a expresarse… ellos, porque niegan a todos los demás ese derecho. La penetración musulmana en Europa se ha convertido en un círculo vicioso. No se pone en duda que hay y debe haber muchos musulmanes decentes y pacíficos que únicamente practican su religión, pero el problema está en que su texto sagrado es el germen declarado de la violencia y la mayoría de sus líderes son radicales que buscan imponer su credo a todos, siguiendo las instrucciones de su profeta.
Y, por estos rumbos…
México no se ha salvado de la penetración musulmana, hay aquí una creciente comunidad creando mezquitas clandestinas y escudándose en “centros culturales” y comercios, muchos de ellos se dicen “refugiados” de Siria y otros sitios y, se sabe que en Europa estos “refugiados” eran los propios yihadistas. En nuestro país se han infiltrado en movimientos populares y en organizaciones “guerrilleras” como el presuntamente maoísta EPR…
En los inicios de la rebelión en Chiapas (donde hay una creciente comunidad musulmana-chamula) ofrecieron su apoyo y colaboración al EZLN… fueron rechazados en aquella ocasión, pero se ignora qué tanto se hayan infiltrado después, ya que la mayoría de los conversos al islám en Chiapas pertenecen a etnias aborígenes.
La política mexicana de puertas abiertas a refugiados está siendo usada por radicales del islám sin que alguien haga algo. El dinero saudita compra políticos y militares, sus mujeres-objeto (algunas muy jóvenes y bellas) son ofrecidas como carnada sexual. En un país como el nuestro, agobiado por crisis económicas, violencia, movimientos populares, pobreza y descontento generalizado ¿Cuánto se tardara el islám en ser una fuerza? Varios de quienes escribimos y criticamos al islám, intelectuales y periodistas, hemos recibido amenazas y ataques cibernéticos. ¿Cuánto tiempo será necesario para que esos ataques suban de tono? No lo sabemos, pero la amenaza está ahí para periodistas, humoristas e intelectuales… Nous sommes Charlie.
[1] Mahoma desposó a Aisha cuando ésta tenía seis años, pero generosamente sólo la desfloró hasta que cumplió nueve. Algunos clérigos del islam sostienen entonces, que una niña puede ser objeto sexual “cuando pueda soportar encima el peso de un hombre adulto”.
25 años de la fatwa contra Rushdie
Hace veinticinco años que el ayatolá Jomeini lanzó su edicto y pena de muerte contra Salman Rushdie. El líder revolucionario iraní no admitía su novela mágico-realista Los versos satánicos debido a sus insultos al profeta musulmán Mahoma, y respondía a ella instando a la ejecución de Rushdie y de “todos los implicados en la publicación que fueran conscientes de su contenido”.
El hecho de que Rushdie hubiera nacido en la India, viviera en Gran Bretaña y no tuviera relación significativa alguna con Irán hacía de éste un acto de agresión sin precedentes que gozó de amplio eco en aquel entonces y que, posteriormente, tendría un impacto duradero. De hecho, se podría argumentar que la era de la sharia creciente, de la yihad silenciosa o del islamismo legal comenzó el 14 de febrero de 1989 (día de San Valentín y efeméride de la masacre perpetrada por Capone), con la proclamación de aquel breve edicto.
Si bien Rushdie, hoy de 66 años, sigue sano y salvo (aunque no precisamente en su mejor momento; su obra decayó tras Los versos satánicos), muchos otros han perdido la vida en los altercados originados en torno a su libro. Peor aún, el efecto a largo plazo del edicto ha sido limitar la capacidad de los occidentales para debatir libremente sobre el islam y sobre cuestiones relacionadas con él, lo que ha llegado a conocerse como la regla Rushdie. Una prolongada observación de este fenómeno me lleva a la conclusión de que hay dos procesos en marcha:
En primer lugar, el derecho de los occidentales a discutir, criticar e, incluso, ridiculizar el islam y a los musulmanes se ha visto menoscabado al cabo de los años.
En segundo lugar, la libertad de expresión es una parte menor del problema; lo que está en juego es algo mucho más profundo; algo que, de hecho, es una cuestión decisiva de nuestra época: ¿podrán los occidentales mantener su propia civilización histórica ante el asalto de los islamistas, o cederán ante la cultura y la ley islámicas y se someterán a una especie de ciudadanía de segunda categoría?
La mayoría de los análisis de la regla Rushdie se centra exclusivamente en el crecimiento del islamismo. Pero hay otros dos factores aún más importantes: el multiculturalismo, tal y como es practicado, mina la voluntad de mantener la civilización occidental frente a la depredación del islam, mientras que la izquierda, al hacer causa política común con los islamistas, da pie a éstos.
En otras palabras: el núcleo del problema no está en el islam, sino en Occidente que peca de ingenuo. Daniel Pipes
Historiador médico e historiador de la biología, alemán, nacido en 1937. Geus cursó estudios universitarios en zoología en la especialidad de parasitología. En 1964, obtuvo su doctorado por una obra sobre los artrópodos de Europa Central.
En 1973, se convirtió en profesor de historia de la medicina en la Universidad de Marburg, cargo que ocupó hasta su jubilación. En 1976, fundó la Geus Basilisken-Presse, una editorial especializada en la historia de la ciencia, sobre todo la historia de la biología. En 1991, se estableció el Deutsche Gesellschaft für Geschichte und Theorie der Biologie (“Asociación alemana para la historia y la teoría de la biología”). En 1998, la sociedad fundó el Biohistoricum, un museo de biología con un archivo de investigación que se considera la única institución de su tipo en Alemania.
En 2008, Geus publicó una colección de ensayos críticos del Islam Gegen die feige Neutralität (“Contra la neutralidad cobarde”) con contribuciones de numerosos académicos y periodistas alemanes, entre ellos Karl Doehring, Ralph Giordano, Michael Miersch y Tilman Nagel.
En 2011, publicó su obra Die Krankheit des Propheten (“La enfermedad del profeta”), que examina la patografía de Mahoma, el fundador del Islam, desde un punto de vista médico. Geus describe a Mahoma como un “esquizofrénico paranoico-alucinatorio con definidas imaginaciones delirantes y engaños sensoriales característicos “. El libro se situó entre los diez primeros clasificados en la categoría de no ficción del Süddeutsche Zeitung y Norddeutscher Rundfunk en junio de 2011, y recibió una serie de críticas de sus colegas y en la prensa así como una querella que la Academia Rey Fahd financiada por Arabia Saudí interpuso basándose en la ley alemana sobre la blasfemia por “incitación al odio de los pueblos” y “ ofender a las religiones y corrientes filosóficas” que fue desestimada por el fiscal del estado en Marburg, después de que la defensa de Geus invocase la libertad académica garantizada por la Constitución alemana.
En septiembre de 2012, la organización de derechos civiles Bürgerbewegung Pax Europa expuso el caso como un intento de “silenciar” a los eruditos críticos en una OSCE (conferencia sobre derechos humanos) en Varsovia.
Las especulaciones relativas a la salud mental de Mahoma se remontan a varias acusaciones de sus oponentes negadas en el propio Corán. El teólogo e historiador bizantino Teófanes el Confesor (760-818) también argumentó en una historia que escribió que Mahoma padecía epilepsia. “El Islam, -explica Junker, comentarista de la obra de Geus- se basa en una forma totalmente esencial en la credibilidad de su profeta….Por eso toda crítica al Islam, para ser tomada en serio, debe ocuparse de este aspecto neurológico.”
Entre las obras contemporáneas que exploran este tema, destacan las de Ali Sina, un apóstata canadiense-iraní del Islam que ahora condena a su fe anterior: Entendiendo a Mahoma: Una psicobiografía del Profeta de Alá (2008). Asimismo, el Sujit indio Das, que a menudo escribe para el sitio web de Sina Anti-Islam Fe Internacional por la Libertad, ha puesto disponible para su descarga gratuita en PDF el libro “Mahoma desenmascarado: El narcisista maligno y Su Gran Engaño, Allah”. (2010)
Estos análisis ponen en tela de juicio la credibilidad del Corán y llevan a la pregunta de hasta qué punto las revelaciones mahometanos difieren de las inspiraciones de otros profetas y de las alucinaciones de los pacientes psiquiátricos.” ”
La conclusión del libro “sobre la base de numerosos índicios” según Junker, es como indica su título que Mahoma efectivamente sufrió una “esquizofrenia paranoide-alucinatoria con visiones delirantes y engaños sensoriales característicos.” No sólo examina Geus en su análisis de la vida de Mahoma, a este, sino también las características que se atribuyen a lo que Junker describe como “alter ego de Mahoma”, el Alá descrito por Mahoma. La “imagen resultante” de Mahoma contiene “defectos de carácter grave”, como la “auto-referencialidad despiadada, el sadismo, la pedofilia” y “mezquindad [Krämerseele]” (Geus) es “casi halagador.” Junker evalúa Die Krankheit des Propheten como un “libro valiente, interesante e importante que contribuye mucho a una estimación realista del Islam.” “Teniendo en cuenta la reticencia ampliamente difundida a evaluar críticamente a Mahoma, a juicio de Junker el trabajo de Geus “no puede ser apreciado lo suficiente”.
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