John W. Whitehead es un abogado constitucional. Como jefe del Instituto Rutherford que participa activamente en la defensa de nuestras libertades civiles. Estar activamente involucrado en casos legales, experimenta de primera mano la transformación del derecho de un escudo del pueblo estadounidense en un arma en manos del gobierno.
La libertad civil estadounidense resultó gravemente erosionada antes del 9/11 y el aumento de la policía estatal en guerra con la población, una historia que conté en ¿Cómo se perdió América? Lawrence Stratton y yo documentamos la pérdida del escudo del derecho para el pueblo estadounidense en nuestro libro, La tiranía de las buenas intenciones (2000, 2008). Whitehead en su libro, Un gobierno de lobos (2013) y en su recién publicado Campo de batalla en América (2015) muestra cómo el estado policial ha echado raíces rápidamente.
Vivimos en un campo de concentración electrónico. Somos adictos a las imágenes en las pantallas que desinforman y nos hacen propaganda para aceptar e incluso dar la bienvenida a las actividades estatales de policía que han destruido nuestra autonomía, privacidad e independencia.
Yo escribo muchas columnas sobre este tema. Pero la ventaja de un libro es que todo se junta en un solo volumen, y eso es lo que Whitehead ha hecho en El campo de batalla en América.
“Las perspectivas más sombrías para las libertades civiles crecen por día, del abrazo de la detención indefinida de ciudadanos estadounidenses y aviones teledirigidos de vigilancia armados, que vuelan por encima de órdenes judiciales de vigilancia de las comunicaciones telefónicas, correo electrónico e Internet, y el enjuiciamiento de los gobiernos a los denunciantes del gobierno. La patria es gobernada por un complejo de la policía industrial, una extensión del imperio militar estadounidense. Todo sobre lo que nuestros padres fundadores advirtieron, que es ahora la nueva norma. El gobierno ha puesto sus miras en el pueblo estadounidense. Nos hemos convertido en el enemigo. Todo el tiempo, el pueblo estadounidense sigue en gran medida ajeno”.
Whitehead nos da la respuesta directamente: Estamos abusando continuamente en el nombre de la idea de protegernos. Los estadounidenses comunes y corrientes están sujetos a mucho peores abusos del gobierno de lo que podrían ser de criminales y terroristas, los cuales son utilizados para justificar el terrorismo del gobierno hacia la ciudadanía.
Niños de cuatro años de edad son esposados por la policía. Un anciano de noventa y cinco años de edad con muletas, termina con el cuello roto por un golpe de un policía. A un veterano de guerra sin piernas y en silla de ruedas los policías le dispararon y asesinaron. La policía siempre justificar sus abusos y actos delictivos, alegando que se sentían amenazados. ¿Qué clase de policías fuertemente armados, por lo general juntos en bandas, se ve amenazada por un niño de cuatro años de edad, un anciano de 95-años de edad, y un veterano doblemente amputado? El hecho de que la policía se valga de la brutalidad muestra su falta total de humanidad y la transformación total de la finalidad de la policía.
Hoy la policía paranoide no protege al público, y menos de ellos mismos. Consideran al público una amenaza imaginaria. Les pagamos a los abusivos y asesinos.
Mexican ‘bandidous’
El 6 de septiembre, 7 y 8, de 2014, el Washington Post informó que la policía del Estado y la local se habían convertido en bandidos como en México, que detienen a conductores con el fin de robarles. El Washington Post informó que "los agresivos policías recaudan cientos de millones de dólares de los automovilistas acusados de crímenes imaginarios. Hay cursos de formación en los que los policías son entrenados ahora en el arte del robo en la carretera. Se utilizó para crear una industria que capacita a la policía en las técnicas agresivas de interdicción de carreteras. Ahora es de rutina una parada de tráfico, ya sea justificado o no, para dar lugar a la confiscación de su dinero en efectivo, otras posesiones y, su propio automóvil. Puede ser robado por la policía sobre la base de sus suposiciones sin ser multados o acusado de un delito imaginario.
Whitehead informa que en el año fiscal 2012 el gobierno federal ‘solo’ tomó $ 4.2 mil millones en activos a pesar de que en el 80 por ciento de los casos se emitió sin cargo.
¿Sabía usted que la industria de la seguridad de la escuela es un negocio anual de $ 4,900 millones que inculca en los jóvenes la aceptación de la tiranía y castigos por infracciones que son simplemente el comportamiento normal de la juventud?
¿Sabías que en el año 2006 una subsidiaria de Halliburton, la empresa de Dick Cheney, se adjudicó un contrato federal de 385 millones dólares para construir campos de concentración en los EE.UU.?
¿Sabías que los republicanos han privatizado el sistema penitenciario y lo convirtieron en una industria de 70 mil millones dólares por año que exige cada vez más el encarcelamiento de los ciudadanos con el fin de impulsar los beneficios? En consecuencia, 2,7 millones de niños estadounidenses tienen ahora al menos un padre en la cárcel, a menudo por cargos que no constituyen delitos en un país civilizado.
La “industria” carcelaria
En EE.UU. el trabajo penitenciario es ahora la forma más barata disponible de mano de obra pagando entre 93 centavos y 4,73 dólares por día a los presos. Presos que construyen muebles de oficina, hacen el trabajo en centros de llamadas, fabrican chalecos antibalas, toman reservas de hotel, hacen el trabajo en los mataderos, la fabricación de textiles, zapatos y ropa, los procesos de productos agrícolas y del campo como la leche y la carne de vaca, incluso el paquete de café de Starbucks; realizan envolturas para el software de Microsoft, cosen ropa interior para Victoria Secret, producen cascos para los militares, camisas, pantalones, tiendas de campaña, sacos, mochilas, y una variedad de otros equipos, hacen tarjetas de circuitos para IBM, Texas Instruments y Dell. Cosen uniformes de McDonald’s, y realizan servicios de mano de obra para Boeing, Motorola, Compaq, Revlon y Kmart.
Incluso la “corriente principal” de medios presstitute ha reportado los ejercicios militares de Estados Unidos en el sur de Florida, donde los equipos militares que trabajan con la policía local practicaron detención de ciudadanos estadounidenses. Los medios de comunicación también han informado de las próximas ocupaciones militares en Texas y Utah. Hay protestas, pero no en el nivel que un pueblo consciente de la amenaza a su libertad montaría.
Parece claro que estas son las tropas federales que ejercen el control de la población que está siendo despojada del derecho constitucional de hacer rendir cuentas al gobierno. El bloqueo inútil de Boston y sus suburbios y los registros domiciliarios, un ejercicio de la ley marcial preparada claramente antes del bombardeo al maratón de Boston; el miedo creado por el atentado se usa de manera didáctica, posiblemente fue una operación de bandera falsa, para enseñar a la población el cumplimiento y la aceptación de la ley marcial. La despreocupada población americana lo aceptó. Y, si alguien señala la forma en que fueron manipulados, los tontos gritan “teórico de la conspiración”.
La explicación oficial de los ejercicios militares que ejercen el control de población en el sur de Florida, Texas y Utah, es que el ejército está practicando para las acciones en el extranjero. ¿Por qué entonces está involucrada la policía local? Lo más probable es que estemos presenciando los ejercicios descritos en la publicación del Ejército de Estados Unidos en 2010, “Operaciones de Internamiento y Reasentamiento”.
Ahora es de rutina, para que la policía se divierta, realizar cacheos y registros vaginales a las mujeres. Es la manera policial de provocar la resistencia para que puedan usar el taser y el asesinato. Si no pueden provocarla, golpearan, usaran de cualquier manera el taser y el asesinato y luego afirmaran que su víctima se resistió al arresto o los amenazó.
¿Ha notado cómo la policía encuentra a todos amenazando?
Whitehead muestra que el sistema educativo, el entretenimiento y la televisión sirven para adoctrinar. La televisión puede hacer algo más que formar la opinión pública. Se utiliza para alterar la visión del mundo a la población. Nuestros coches, electrodomésticos, y casas inteligentes se están convirtiendo en dispositivos diseñados para espiarnos y reportar el incumplimiento. Se está creando una sociedad en la que no puede haber autonomía y libertad.
La tecnología que permite que el campo de concentración electrónico sea producido por personas inconscientes que no tienen ninguna preocupación por la libertad. ¿Cómo, se pregunta Whitehead, Mantenemos nuestra humanidad en la cara de tecnologías diseñadas para deshumanizar?
Estados Unidos ahora tiene enjuiciamiento preventivo. Whitehead informa que el 95 por ciento de los condenados por terrorismo entre 2001 y 2010 no fueron procesados por obras, sino por creencias, ideología, o las afiliaciones religiosas.
Lo más interesante
Los dos capítulos más interesantes en Campo de batalla en América son: “La Matrix” y “La era post humana”, de tan sólo 17 páginas. La fusión de las máquinas con los seres humanos a los que trans humanistas están comprometidos, destruirá la sensibilidad, la memoria y la moral, y probablemente a los propios humanos.
La América corporativa está en esto por el dinero. Whitehead nos dice: “Con todos los teléfonos inteligentes que compramos, todos los dispositivos GPS instalados en ellos, y cada Twitter, Facebook y cuentas de Google que abrimos, estamos ayudando a las corporaciones estadounidenses a construir un expediente relativo a sus contrapartes gubernamentales en que sabemos, lo que pensamos, cómo gastamos nuestro dinero, y cómo usamos nuestro tiempo”.
Whitehead cita a Bill Joy, cofundador de Sun Microsystems: “Creo que no es exagerado decir que estamos en la cúspide de la perfección más allá del mal”.
Jim Edwards dice: “nosotros, los humanos somos ahora los bits de datos”.
¿Qué hacer?
En el penúltimo capítulo, Whitehead nos dice lo que podemos hacer, una pregunta que yo siempre formulé a los lectores. Whitehead dice que la revuelta armada no es una opción. Él cree que las decenas de millones, tal vez 100 millones de estadounidenses, que tienen pistolas, rifles y escopetas no sólo no están organizados, sino superados. El siglo XXI ha sido utilizado para militarizar las fuerzas policiales del Estado y locales y volver brutal su actitud hacia el público estadounidense. Incluso la policía en las ciudades pequeñas tiene ahora helicópteros, vehículos blindados, tanques, ametralladoras, granadas propulsadas por cohetes, aviones teledirigidos, aparatos de visión nocturna, sensores de calor que pueden ‘ver’ a través de las paredes de las casas y los coches.
Si esto no es suficiente, viene la Guardia Nacional o las tropas federales, incluso guardabosques del ejército, Navy Seals. O simplemente está la liberación de gérmenes.
Washington está haciendo frente a sus ciudadanos de la misma forma en que trataba con los pueblos indígenas americanos que llamamos indios. Washington ha conservado en sus manos el germen vivo de viruela, un asesino mortal. En la actualidad ha habido varias generaciones de estadounidenses que no han tenido la vacunación contra la viruela, porque la enfermedad fue eliminada hace tiempo. Entonces, todo lo que el gobierno tiene que hacer es liberar la viruela en las poblaciones resistentes… y, por supuesto, ese no es el único medio del gobierno.
¿Cómo se llegó a esto?
En mi opinión, ya que tan a menudo lo escribo; los estadounidenses están distraídos por el sexo, el entretenimiento, la dificultad de proveer para sí mismos y para las familias. Están encerrados en la desinformación que sustenta la “Matrix” estadounidense, cegados por su patriotismo, el 4 de julio y discursos para su adoctrinamiento, acerca de que los estadounidenses son “excepcionales e indispensables”. Y, por supuesto, por su ignorancia y arrogancia. Los estadounidenses simplemente no tienen ideas.
El propósito del mal que se hace pasar por un gobierno en Washington es impedir a esos pocos americanos que sí tienen idea de lo que ocurre; informen al resto de la población. Los denunciantes son detenidos, falsamente procesados y encarcelados. Los periodistas han sido intimidados en el silencio.
Ahora, la respuesta de Whitehead acerca de qué podemos hacer. Él dice que podemos montar “una resistencia no violenta militante”. Esto funcionó para los cristianos en el Imperio Romano en descomposición.
Funcionó para Mahatma Gandhi, contra los colonialistas británicos en la India. Se estaba usando en Estados Unidos por Martin Luther King, antes de ser asesinado, probablemente por el FBI.
Whitehead dice que ciudadanía no puede ser asesinada en masa.
Si los ciudadanos simplemente dejan de cooperar escuchando las mentiras en la televisión, evitando la compra de los dispositivos utilizados para su control, evitando divertirse frente a las pantallas de propaganda, aprendiendo de nuevo cómo pensar, cómo ser humano, como ser moral, el estado policial estadounidense puede ser derrotado.
Funcionó en el pasado, y, posiblemente, se puede usar de nuevo.
Si no, Washington seguirá siendo el hogar de Sauron, una amenaza para todos los ciudadanos estadounidenses y el mundo entero.
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