Edición 333
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Escrito por Héctor Chavarría
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Domingo, 31 de Mayo de 2015 13:50 |
Fue hijo directo de Adolf Hitler, creación de un genial ingeniero autodidacta, guerrero en dos versiones militares (todo terreno y anfibio) para una guerra inútil.
Al finalizar la contienda se le dio por muerto, los pocos ejemplares civiles fueron destruidos y su fábrica Wolfburg, arrasada en las hostilidades.
Los ingleses, en una de esas paradojas de la post guerra fueron al rescate, ni el gobierno inglés ni los franceses aceptaron la fábrica y patentes como pago de guerra, se arrepentirían amargamente luego.
Fue llamado en sus inicios KdF Wagen, por la Kraf durch Freunde (Fuerza por la alegría), la organización nazi para el solaz de los obreros, algo así como “alegría por la fuerza” como susurraban algunos berlineses sarcásticos, antes y durante la guerra.
Luego de la debacle el “Klein auto” (autito) resurgió de sus cenizas y se convirtió en la más exitosa Ave Fénix del siglo XX. Fue llamado entonces VW; Volkswagen (auto del pueblo)… el último de su clase fue fabricado en México, el país donde se hizo el “Vocho” hasta el final. Ese modelo se encuentra hoy en Alemania.
Nació en los años 30 del siglo XX y finalizó su carrera en el siglo XXI, pero varios millones aún circulan; el hijo de dos austriacos Hitler y Porsche.
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