Gobiernos sin visión metropolitana para solucionar los problemas de vialidad y transporte en la zona metropolitana del Valle de México
Miguel Ángel Mancera y Eruviel Ávila, mandatarios del Ciudad de México y del estado de México, respectivamente han sostenido, más de cuatro encuentros en lo que va del año para hablar sobre cuestiones relacionadas con los problemas que afectan la zona metropolitana en particular las condiciones de vialidad y transporte entre ambas entidades.
Según su decir se destinará un Fondo Metropolitano de más de 3 mil millones de pesos, de ese dinero el 56 por ciento –un millón 720 mil pesos- será destinado a comunicaciones y transportes, el resto se aplicará para concluir obras viales que entrelazan y conectan la Ciudad de México con el Estado de México, Morelos y Puebla.
Describen igualmente que del presupuesto de ambas entidades se destinarán 64.9 mdp en adecuaciones y arreglos en cruces conflictivos de avenidas y calles que conectan la CDMX con el Edomex; y 115 mdp para estudios y proyectos viales –para preparar futuras obras de carácter metropolitano-.
De acuerdo con el gobernador mexiquense la zona metropolitana abarca 59 municipios del área conurbana con el Ciudad de México, más las 16 delegaciones de la ciudad que suman un total de 65 municipios, las que de acuerdo a un proyecto de largo plazo sobre transporte y vialidad serán beneficiadas.
Sin embargo, el reto en cuestión vial no se antoja fácil y menos cuando el problema se ubica en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), donde paulatinamente se agravan las condiciones ambientales, de movilidad vial, seguridad personal, aunado al aumento del parque vehicular, que son elementos que agudizan la llegada de más de 13 millones de personas a su destino día a día.
Cultura Ciudadana
Aunque pudiera pensarse que el caos vial en la Zona Metropolitana del Valle de México puede arreglarse pronto, se piensa que esas obras viales pueden culminar en 20 ó 30 años solo para cambiar lo que enfrentamos ahora; el segundo piso no ha servido porque el tráfico sigue igual, lo mismo pasa con el circuito mexiquense, son decisiones que toma el gobierno que cree que tiene una visión metropolitana y lamentablemente no la tiene.
En el caso del Metrobús, este debió ser un trabajo metropolitano y no solo del gobierno de la CDMX, que incluyera además 500 o mil kilómetros o 60 rutas más y proyectarlo en los próximos 25 años, para de ahí adecuar la infraestructura vial, no hay alternativas, no podemos mantener el esquema actual de 200 ó 250 mil autos por año adicionales en la metrópoli porque no habrá programa vial garantizado.
Ello quiere decir que en 5 ó 7 años mucha de la obra vial será quemada. Debemos ver el problema desde el punto de vista urbanístico y cambiar el enfoque de transporte por el de movilidad y accesibilidad. Ya usamos todos los espacios disponibles y el reto que queda es doble: mejorar las vialidades que tenemos, el transporte que recorre esas calles, que sea mejor que el privado, para que la gente acceda a él, un transporte público seguro, barato y de alta calidad porque haciendo obritas y obrotas se acumula el problema. Nadie quiere entrarle a recomponer u ordenar el transporte público y hay miles de combis y microbuses obsoletos, las cosas no se hacen porque no han logrado un gran pacto metropolitano donde estén todos, pues hay muchos intereses en conflicto, es necesario que exista una cultura vial porque las vialidades secundarias se utilizan mal, las señalizaciones están mal hechas y hay un mal uso de ellas, las usan para poner negocios, para estacionarse en doble vía, el transporte público hace base de dos o tres semáforos.
Las autoridades delegacionales deben tomar cartas en el asunto, no han puesto orden que tiene que ir desde transporte público todo lo que nombramos porque es responsabilidad de ellos.
*Reportero y profesor UNILA campus Roma y Sur.
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