Todo indica que parece llegada la hora a los gobernadores de horca y cuchillo. Al menos por la vía fiscal, cuatro de ellos y un ex entraron ya en remojo. Poner las barbas a remojar no es mal consejo al resto de los que salen y los doce que están por entrar.
La Secretaría de Gobernación, de su lado, abrió audiencia a las denuncias de atroces agravios perpetrados por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu contra sus gobernados.
Paralelamente, la Procuraduría General de la República acusó recibo de los expedientes.
En el Senado de la República, los propios correligionarios del déspota tabasqueño consideraron que el límite de paciencia ha llegado al tope. De Cuernavaca, el teatro de la resistencia civil pacífica, se ha trasladado a la Ciudad de México.
Ramírez Garrido Abreu ejerce uno de los derechos humanos inalienable e imprescriptible: El de pataleo. El del ahorcado. Marcando cuerpo a cuerpo a sus opositores en sus diligencias metropolitanas, Ramírez Garrido Abreu ha cambiado su despacho a la Ciudad de México, donde, desde un exclusivo hotel de cinco estrellas, trata de neutralizar sus acciones con el truco de “la reacción inmediata”.
-Don Graco, ¿cómo van sus aspiraciones por la presidencia de la República?
-“Muy bien, OM, seguimos trabajando hacia ese fin”. Parlamento, el anterior, en piso televisivo y cabina de radio simultáneamente.
No es por cuestionar estilos periodísticos, pero el uso Don aplica ordinariamente a los jefes mafiosos. ¿Es un reflejo del subconsciente?
Pero en esas mismas pantallas y en los mismos micrófonos hemos escuchado histéricas denuncias en contra de aquellos que, sin ser funcionarios públicos, hacen su lucha para 2018, e invariablemente —como si fueran el INE— les exigen rendición de cuentas sobre el gasto, y su origen, en promoción personal, “porque usted ya está en plena precampaña, no me diga que no”.
A Don Graco no lo ponen en predicamento, a pesar de que tiene a su disposición las cajas donde los contribuyentes morelenses depositan sus impuestos y la Secretaría de Hacienda entera las participaciones federales para fines productivos y sociales, no para promoción política personal.
Pero, decíamos, en la vieja casona de Covián en la Ciudad de México se abrieron las puertas a las representaciones morelenses que, en carne propia y como familiares de las víctimas de la barbarie, no están dispuestos a callar más.
Eventualmente, podría ser el propio titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien atienda sus quejas y denuncias. La audiencia en la SG el 24 de agosto, sucedió a la marcha y conferencia de prensa que las organizaciones en resistencia civil pacífica realizaron ese día, fecha en la que se presentó el informe Fosas clandestinas de Tetelcingo (Morelos): Interpretaciones preliminares.
Ni los infantes escapan de la carnicería
El dato más espeluznante es, que entre los cadáveres exhumados u examinados científicamente, aparecen cuerpos de niños e infantes en edad de lactancia y, en cuatro adultos, se detectaron impactos de bala en el cráneo, “al estilo del tiro de gracia”.
El reporte fue sostenido por Roberto Villanueva, integrante del Programa de Atención a Víctimas, de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), quien abundó en un hecho ya conocido: De 117 cadáveres exhumados, 84 corresponde a personas que tuvieron muerte violenta.
Que se proceda ya al juicio político contra Graco
En 75 por ciento de los casos, afirmó Villanueva, las personas fueron inhumadas sin que se haya abierto la carpeta de investigación penal.
Por lo dicho en el reporte, resulta evidente que los responsables de la Procuraduría General de Justicia de Morelos, de la Fiscalía estatal y los subordinados del Servicio Médico Forense, actuaron con dolo para garantizar impunidad a los presuntos implicados, cuya identidad, obviamente, se desconoce o se oculta.
La demanda planteada en Gobernación refrenda lo que se ha exigido públicamente en manifestaciones en Cuernavaca y otras localidades morelenses: La destitución de Graco Ramírez Garrido Abreu.
El poeta Javier Sicilia, animador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, declaró lamentable que Morelos esté gobernado por criminales, que merecen ser destituidos y sometidos a juicio político.
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