La próxima

guerra del Agua

Juan Ramón Jiménez

EL TRATADO de Guadalupe Hidalgo (Treaty of Guadalupe Hidalgo, en inglés), firmado entre México y los Estados Unidos en 1848, al final de la Guerra de Intervención Norteamericana, estableció que México “cedería� casi la mitad de su territorio, que comprendía la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada y Utah y parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming.

COMO COMPENSACIÓN, los Estados Unidos pagaría 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra. (Unos 13,500 millones de dólares de 2016, menos de lo que envían los trabajadores migrantes a nuestro país). Con esto México y el gobierno de Santa Anna, tras perder la guerra, “vende� dos millones de km cuadrados, de ahí el estigma de “vende-patrias� hacia aquellos que “ceden� territorios, empresas y recursos a los extranjeros.

Entre los notables aspectos del tratado, se encuentran los siguientes: estableció al Río Bravo del Norte o Río Grande como la línea divisoria entre Texas y México, cuando que originalmente se habló del rio Sabine en la frontera de Texas con Oklahoma; se estipuló la protección de los derechos civiles y de propiedad de los mexicanos que permanecieron en el nuevo territorio estadounidense. Además, Estados Unidos aceptó patrullar su lado de la frontera y los dos países aceptaron dirimir futuras disputas bajo arbitraje obligatorio. Sin embargo, cuando el senado estadounidense ratificó el tratado, eliminó el Artículo 10, el cual garantizaba la protección de las concesiones de tierras dadas a los mexicanos por los gobiernos de España y de México. También debilitó el Artículo nueve, el cual garantizaba los derechos de ciudadanía de los mismos. El problema del agua subyacía en todo el Tratado.

Problema líquido

El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana, será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado.

Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes a los que hemos llegado se necesitaría ya un 20% más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este combate.

Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua.

Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento. La mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos.

El agua que se pierde

La mayor parte del agua dulce se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meridional es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.

En diciembre de este año se vencen los Tratados de Límites y Aguas firmados en 1944 como parte de la gran negociación de México con Estados Unidos para que nuestro país abandonara su histórico Patrón Bimetálico Oro-Plata y adoptara el Patrón Dólar-Oro, Estados Unidos como el gran ganador de la II Guerra Mundial, se convertía en el árbitro en los también históricos Acuerdos de Bretton Woods (New Hampshire), de posguerra, donde entre otras cosas nacieron los mellizos diabólicos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) considerado el Banco Central Mundial, y el Banco Mundial (BM) conocido como BIRF (o sea el Banco de Reconstrucción y Fomento) que lanzaba de inmediato el Plan Marshall (en honor a uno de sus grandes generales, George Marshall) para reconstruir Europa y muy específicamente Alemania, cuya mitad había caído en manos de los bolcheviques de la URSS de Stalin, el vencedor real del hitlerismo prusiano-austriaco.

Stalin lanzaba al Ejército Rojo sobre Polonia, Checoeslovaquia, Hungría, llegando hasta los Balcanes. Los 20,000 millones de dólares del Plan Marshall crearon una burbuja inflacionaria que en 1968 hizo crisis cuando Francia exigió a EU que le regresara el oro en base al acuerdo de convertibilidad de 35 USD por onza troy de oro.

México apoyó a Francia y ya sabemos que pasó, estallaron los movimientos estudiantiles. Dentro de los acuerdos de Bretton Woods, también nacía la ONU que se estableció en NY. Otro gran organismo que nacería de estos acuerdos de posguerra fue el GATT (Acuerdos Generales de Comercio, que son el antecedente inmediato del TLCAN de 1994), que luego se convertiría en la OMC (Organización Mundial de Comercio). En cuanto a México, Franklin Delano Roosevelt o FDR que ya estaba muy enfermo y por lo tanto el que tomaba las riendas era el vicepresidente Harry S Truman y su tesorero White, otorgaban a México, la cancelación de un gran porcentaje de su deuda externa, algunos calculan en 30%; luego vendría el Plan Bracero, el Tratado de Límites y Aguas, y venta de droga para las tropas norteamericanas —esto no está plasmado oficialmente, fueron protocolos ocultos.

El Primer Plan Bracero ocurrió entre los años de 1917 y 1918

Bajo la negociación de los gobiernos de México y Estados Unidos más de 72,000 mexicanos cruzaron la frontera para trabajar en aquel país. La necesidad de Estados Unidos ante las demandas de productos básicos para abastecer a los aliados que estaban en guerra en Europa contra la Alemania del Káiser Guillermo II y su canciller de hierro, Otto Bismarck y sus aliados, el Imperio Austro-Húngaro, y Turquía, fue satisfecha por la mano de obra mexicana, México por haber intentado recuperar sus territorios perdidos del Septentrión, sería castigado con los Acuerdos de Bucareli de 1923, que en algunas áreas estratégicas castigarían por 50 años la extracción del petróleo y el gas, la minería, la siderurgia, la aviación y los ferrocarriles.

El conflicto mundial trajo como consecuencia un gran crecimiento de la economía estadounidense, por el incremento en su comercio exterior. Las industrias al crecer necesitaron más mano de obra y el gobierno decidió implementar este Plan Bracero. Por el lado mexicano el conflicto interno se encontraba todavía muy presente en los ámbitos político y económico. El gobierno mexicano era muy inestable y su economía no tenía el suficiente tamaño para emplear a un gran número de pobladores, lo cual se repite con el neoliberalismo, hay ya enormes excedentes de mano de obra que al no emplearse tienen que ser exterminadas con la guerra al narco desatada por Felipe Calderón en el año 2006.

Además de que los cambios en cuanto a la concentración de las tierras fueron casi nulos en la década de 1910 a 1920. La cosecha en esos años fue demasiado pobre. Entonces el mexicano común y corriente consideró en esa época la opción atractiva de emigrar al norte.

El Segundo Plan Bracero, va de 1942 hasta 1964, el presidente Franklin D. Roosevelt del Partido Demócrata fundó el Programa Braceros; "brazos de ayuda", en 1942. Hasta que se terminó a finales de 1964 con el presidente Johnson, en ese periodo se expidieron alrededor de 4.5 millones de contratos a corto plazo a mexicanos dispuestos a hacer crecer los cultivos y a hacer correr los ferrocarriles de EUA. Los mal remunerados braceros no tenían derechos y sufrían de abominables condiciones, de trato cruel, y de ser los chivos expiatorios de la política, lo cual continúa en los tiempos que corren. Los contratos de los braceros estipulaban que el 10 por ciento de su salario sería retenido, transferido a cuentas de ahorro y de jubilación administradas por el gobierno mexicano, y que les serían pagadas después de que regresaran a su país.

Pero la mayoría de los antiguos braceros nunca recibieron su sueldo diferido y el destino de ese dinero es un secreto bien guardado, ese plan de empleo temporal dio trabajo a casi cinco millones de trabajadores agrícolas mexicanos en los campos de Estados Unidos. Los principales estados de México que aportaron la mano de obra campesina fueron Coahuila, Durango y Chihuahua.

Es importante señalar que la situación de los campesinos mexicanos era y sigue siendo demasiado desfavorable. Después de la revolución el gobierno no les ha proporcionado los medios adecuados para trabajar en sus comunidades, están han sido abandonadas y entregadas al narco. Para la década de los años treinta, dichos campesinos experimentaron hambre y escasez de trabajo. Tales circunstancias coincidieron con la Segunda Guerra Mundial, en donde la demanda de mano de obra en los Estados Unidos se incrementó considerablemente. El 4 de agosto de 1942, los gobiernos de Franklin Roosevelt, de los Estados Unidos y de Manuel �vila Camacho, de México, instituyeron el Plan Bracero.

En cuanto al problemas de las aguas fronterizas, y que a través de los años ha resultado altamente dañino para México ya que los Ríos Bravo (Grande) y Colorado traen poco agua de Estados Unidos a México ya que se encuentran represados y son la fuente de vida para Las Vegas , Phoenix y Los �ngeles en el caso del Rio Colorado que esta represado por la gigantesca Presa Hoovery 30 presas más que controlan su cauce y son la fuente de vida para todo el llamado Suroeste de EUA, y entregan aguas salobres en el delta del Colorado que termina en el Mar de Cortés y lo que desde hace décadas ha sido el efecto llamado de salinización de cerca de 400,000 hectáreas del Valle Agrícola de Mexicali, y de la sobrevivencia de la hermosa vaquita de mar, que ya no recibe los nutrientes necesarios para su existencia, más las prácticas depredadoras de los pescadores mexicanos.

Aguas contaminadas

Por otra parte, en Santa Fe y Albuquerque se tiene la Presa Elefante, que es una gran represa sobre el Río Bravo, además las aguas siendo insuficientes vienen altamente contaminadas en el caso del Río Bravo (Grande) por los desechos radioactivos de la zona de experimentación nuclear de Los Ã�lamos, Nuevo México y de la nueva zona industrial que va a producir drones para vigilar la frontera según el presidente Trump, los dos grandes afluentes del Bravo son el Río Pecos que nace en Artesia, Nuevo México y que Texas unilateralmente tiene controlado, río que se une al Río Bravo en Del Rio/Ciudad Acuña en la Presa de La Amistad, otro afluente del Rio Bravo es el Río Conchos que nace en las grandes serranías cercanas a Parral, Chihuahua y que es el valioso elemento que ha permitido el desarrollo agrícola de los valles de Delicias y Meoqui de Chihuahua, los principales núcleos de población son la ciudad de Delicias, cabecera municipal y las localidades Colonia Agrícola Abraham González (La Quemada), Colonia Agrícola Cuauhtémoc, Colonia Agrícola Hidalgo, Congregación Terrazas y Estación Armendáriz, Colonia Revolución, Colonia Vicente Guerrero, Colonia Nicolás Bravo, este valle es una zona conurbada en los municipios de Rosales, Meoqui y Saucillo por lo cual la ciudad contaba en el 2005 con más de 100 mil habitantes.

Es una de las cinco principales ciudades del estado como Cd. Juárez, Chihuahua, Ciudad Cuauhtémoc e Hidalgo del Parral. Es la más nueva, la más urbanizada y moderna. Con un alto índice comercial. Es la ciudad mejor trazada del estado. Cerca de esta ciudad se encuentra también el poblado de Naica, el cual forma parte del municipio de saucillo, Naica es un poblado con actividad principalmente minera.

Texas ha insistido que es parte de los arreglos hídricos de posguerra y quieren parte de esa agua; en menor medida también desean el agua del Río Sabinas, que nace en Múzquiz, Coahuila y termina represado en la Presa Venustiano Carranza, coloquialmente conocida como Don Martin, en los límites de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Los mapas de aquellos años de posguerra tomaban en cuenta el Río Salado que nace cerca de Cuatro ciénegas, Coahuila pero este río está seco desde hace décadas.

Entonces es una falacia que México reciba cuatro veces más que EUA, pues las aguas que recibe son muy pocas, contaminadas y saladas, es decir habría que centrarse en la calidad de las aguas, más que en la cantidad.Las autoridades mexicanas apelan continuamente al artículo 4o. del Tratado de Límites y Aguas que a la letra dice: “En casos de extraordinaria sequía o de serio accidente en los sistemas hidráulicos de los afluentes mexicanos aforados que hagan difícil para México dejar escurrir los 431 millones 721 mil metros cúbicos (350 mil acres pies) anuales que se asignan a Estados Unidos como aportación mínima de los citados afluentes mexicanos... los faltantes que existieran al final del ciclo aludido de cinco años se repondrán en el ciclo siguiente con agua procedente de los mismos tributarios�. Además, el mismo artículo añade: “Siempre que la capacidad útil asignada a Estados Unidos de por lo menos dos de las principales presas internacionales –que en este caso son La Amistad y Falcón–, incluyendo las localizadas más aguas arriba, se llene con aguas pertenecientes a Estados Unidos, se considera terminado el ciclo de cinco años y todos los débitos totalmente pagados, iniciándose, a partir de ese momento, un nuevo ciclo�.

Sin embargo, nuestros presidentes siempre prestos a los dictados de EUA, ya han entregado caudales de presas no aforadas —es decir no negociadas— al Río Bravo.De acuerdo con un dictamen del Senado, la firma del Acta 307 entre México y Estados Unidos realizada el 16 de marzo de 2001 y que compromete a nuestro país a entregar volúmenes desconocidos de agua de presas y 100 por ciento de los escurrimientos de los llamados "afluentes no aforados" del río Bravo contradice y vulnera los términos del Tratado de Aguas Internacionales de 1944.

El dictamen agrega que la decisión del gobierno federal afectó a 202 mil hectáreas y 15 mil productores tamaulipecos, a quienes dejó sin agua para riego por saldar la deuda con la Unión Americana correspondiente al ciclo 1992-1997.

Además, el gobierno tampoco cumplió la promesa de resarcir el daño, que incluye el pago de mil 66 pesos por hectárea afectada. El acta compromete además a México a entregar el tercio de las aguas de la presa Venustiano Carranza y a hacer uso de agua proveniente de presas no incluidas en el tratado como la Luis L. León, La Fragua, Centenario y San Miguel. "De ninguna manera es aceptable para esta soberanía ni para el país entregar volúmenes adicionales de agua a Estados Unidos, que no sean los estrictamente establecidos en el tratado, dado que el agua es un recurso estratégico para la nación", resuelve el documento.

Por otra parte, la gran presa La Amistad se encuentra al 18 % de su capacidad y aquí de nuevo se observa lo inequitativo del Tratado de Aguas Internacionales, pues el 43 % de esa agua es para Texas y tan solo el 11 % es para México, el resto se tiene que aforar.

Esta entrega de agua ha dejado sin el vital líquido a ciudades estratégicas del noreste como Monterrey, Saltillo, Monclova, Torreón y la región norte-centro de Coahuila. Solo recordemos que en esta misma región nació la Revolución de 1910 y puede incendiarse de nuevo por la crítica situación que ha generado el narco especialmente los sanguinarios Zetas, entrenados en Estados Unidos y el agua escasa.

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@chakoka

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