ECONOMÍA Y POLÍTICA
MIGUEL ÁNGEL FERRER
CERO costos
y MÁXIMOS beneficios
Hay muchas razones para
pensar que con la decisión
de excarcelar a los 52 agentes
de EU, la revolución cubana se
anota otra victoria en el peligroso
ajedrez de su involuntario enfrentamiento
con la potencia imperial. He
aquí algunas de esas razones.
Primeramente, la excarcelación fue producto de
una respetuosa solicitud de la jerarquía católica cubana,
concretamente del cardenal Jaime Ortega. Éste y sus obispos no
exigieron lo que legal y políticamente no podían exigir. Y es claro que
esa exigencia no hubiera podido conducir al resultado positivo que se
obtuvo con la mesurada petición de clemencia para los mercenarios
al servicio del enemigo histórico de Cuba.
En segundo término, la excarcelación fue posible por la también
muy respetuosa y comedida participación del gobierno español, el
que ofreció recibir a los excarcelados en tierras hispanas en calidad
de emigrados, no de asilados políticos. Esta distinción es de la mayor
importancia política. Porque la calidad de emigrado la da el país
receptor al que decide salir de su país, en tanto que el estatus de asilado
político sólo se otorga a quienes son perseguidos o prisioneros
políticos. Con su puntual distinción, España dejó en claro que a esos
52 excarcelados no los considera presos o perseguidos políticos. De
modo que prevaleció el criterio cubano: presos comunes a quienes se
les concede clemencia y se les permite salir al extranjero si hay algún
país que se encuentre dispuesto a recibirlos.
Como un tercer punto que abona el criterio de la victoria de Cuba
se encuentra la misma salida de esos 52 traidores a su patria. Ya no
podrán hacer más daño a los cubanos. Viviendo en el extranjero han
dejado de ser útiles a los designios de la Casa Blanca. En España no
podrán cobrar dinero como agentes contrarrevolucionarios. Tendrán
que trabajar de veras. Y no es fácil, en la edad madura, pasar de parásito
a trabajador.
Un cuarto elemento que alimenta el
criterio del triunfo revolucionario es el
expreso y público deseo de los mercenarios
que ya están en España de radicar
en EU y concretamente en Miami. Piensan
que en la Florida podrán vivir sin trabajar,
socorridos por la mafia terrorista anticubana.
Pero eso tampoco será sencillo. Los mafiosos de
Miami pagan por servicios cumplidos. Y con su salida
de Cuba, los 52 excarcelados se han quedado sin materia de trabajo:
desestabilizar a Cuba desde Cuba, no desde Madrid, Miami, Praga o
Londres.
Existe un quinto elemento sustentador de la idea de la victoria cubana.
Y es que hubo un evidente acuerdo político entre el gobierno
del presidente Raúl Castro, la jerarquía católica isleña y el Palacio de la
Moncloa. Cuba ha cumplido y cumplirá con su parte. Y si bien no sabemos
aún a qué se han comprometido Rodríguez Zapatero y Ortega,
no hay duda de que el gesto de Raúl habrá de ser respondido con
gestos semejantes que serán en beneficio del pueblo cubano y de su
revolución.
Con la decisión del gobierno del presidente Raúl Castro, Miami,
Washington y la ultraderecha europea y española se han quedado sin
materia para sus campañas de calumnias, presiones y chantajes. ¿Por
quiénes van ahora a abogar las doce damas de blanco? ¿Por qué servicios
va ahora a cobrar doña Laura Pollán, jefa del minúsculo grupo
blanco por fuera y negro por dentro? El pago erogado por la Oficina
de Intereses de EU en La Habana es, como el de Miami, por servicios
prestados. Habrá que inventar otra causa para seguir cobrando algo
de los 20 millones de dólares asignados en el presupuesto de EU a la
subversión en Cuba.
Frente a ésta, la más reciente muestra de hostilidad subversiva de
EU, la experimentada dirección cubana ha maximizado los beneficios y
llevado a cero los costos. Como lo ha hecho en los últimos 50 años.
www.miguelangelferrer-mentor.com.mx
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