Miércoles, 01 de Agosto de 2012 10:18 | 
Author: Enrique Pastor Cruz Carranza | 
| Ediciòn 287 |
A FUEGO LENTO
ENRIQUE PASTOR CRUZ CARRANZA
Fracaso
democrático
“El que busca la verdad, corre el riesgo de encontrarla”
Marco Tulio Cicerón
ESTAMOS EN LA PARTE CRÍTICA, plena del singular espectáculo denigrante del litigio electoral, en la que los mexicanos buscamos romper la inercia de simulaciones, trampas, mentiras, engaños y actos deleznables de doble moral cívica.
EL DENOMINADO “CONFLICTO POST-ELECTORAL EDICIÓN 2012” parece adquirir dimensiones de peligrosa confrontación, azuzada por algunas manos pirómanas de oficio, que aspiran resucitar los fantasmas de la intolerancia y la represión, como “cortina de humo” en su fuga, mientras el principal actor demandante Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición de Izquierda, pide a sus seguidores, recabar evidencias en todo el país de las presuntas anomalías del proceso, que deberán ventilarse en las instancias competentes, manifestarse pacíficamente y sin romper ningún vidrio, dejando en las tribunas jurídicas que todos los partidos legalmente establecidos y candidatos aceptaron respetar.
Desde el mexiquense Enrique Peña Nieto del PRI-PVEM virtual triunfador, según la conteo del IFE y que reconocieron con peculiar premura también la señora del ridículo “cuchi-cuchi” Josefina Vázquez Mota del PAN y Gabriel Quadri del Panal y pasando por las reglas del juego y de colofón hasta “pactos de civilidad, el show se abarata.
Lo que en estos momentos estamos presenciando era predecible, pues los vaticinios y alardes del desenlace se vieron en varias posiciones desde el propio PRD, cuando Dolores Padierna , su secretaria general, descartaba conflictos y aseguraba con pleno optimismo “tender puentes con todos los actores políticos y sociales” , mientras confiada en sus propios vaticinios de éxito aseguraba: “...estamos en la búsqueda del poder político para trasformar de fondo a la nación y para beneficiar a la gente”, rematando: “ No hay forma de que el proyecto de López Obrador pierda la elección del 1 de julio, porque estamos preparados para defender el voto, con todas las casillas vigiladas”. (Notimex 12 de junio.)
Visón diferente se tenía por parte de Pedro Joaquín Coldwel presidente del PRI quien desde Puebla advertía sobre “un doble discurso de López Obrador, pues por un lado decía, sí reconocer los resultados que avalen las autoridades y por el otro, empieza a hablar -sin ofrecer pruebas- de fraudes anticipados”. En posterior conferencia de prensa ratificaría sus dudas advirtiendo que los mensajes de López Obrador : “…Implican muy malas noticias para México, pues está pensando reventar otro conflicto post electoral, como el de hace seis años”.
Evidentemente, las cosas no fueron como se esperaban en la Coalición PRD-PT Morena y la afluencia en las más de 143 mil casillas, han dado un resultado adverso (según los datos difundidos por los órganos electorales), que reverdece el conflicto que se vivió en el 2006, del tristemente alabe “haiga sido como haiga sido” , donde el “triunfador” Felipe Calderón Hinojosa recibía el diligente y bien negociado apoyo “responsable e institucional, solamente pensando en el bien de la Patria” del PRI y, se escribía un capítulo vergonzante de reyerta en la Cámara de Diputados, con la protesta de ley que obliga nuestra Carta Magna para asumir el cargo que se dio en espectacular trifulca digna del pancracio o circo romano distractor..
El mundo pudo corroborar que aquella quimera de haber entrado a los estadios de la democracia, resultó un montaje ridículo y merecidamente vulgar, en la “alternancia-tongo de 2000”, con el patrañero Vicente Fox Quesada y su no menos dantesca figura de la degradación borgiana, que fue “la pareja presidencial” y sus anexos de primeras nupcias.
El siguiente evento del 2006 con Felipe Calderón fue precedido con actos de mesianismo y locura al grado del desafuero, para conculcar derechos cívicos y la injerencia delincuencial electoral confesa del propio Fox, de haber incidido en los resultados electivos.
Con este cuestionado y aún disputado virtual triunfo de Peña Nieto, también se doblega las perspectivas de muchos ciudadanos que apostaban al triunfo del Tabasqueño y un colosal movimiento de jóvenes # yo soy 132 , surgido de la insolencia de quienes no terminan de comprender el vuelco generacional y la importancia de las redes sociales,que están haciendo revoluciones profundas de conciencia y participación en muchas partes del mundo, donde parecía no existir forma de cambiar o modificar inercias dictatoriales, modelos económicos esclavistas y depredadores sostenidas con el terror, cuerpos policiales , asociación delincuenciales oficiales y armas institucionalizadas “rápidas y furiosas”.
En esta guerra de denuncias que descalifican la elección y muestran presuntas pruebas irrefutables de ambos lados, en abuso de recursos, asociación financiera para compra de votos, injerencia de fantasmas que nos recuerdan a la enigmática señora Robinson; grupos de Amigos de Fox, en su segunda edición o Pemexgate en la manipulación de ríos de dinero, ante los vulnerables casi 60 millones de votos sensibles a las tarjetas de pre-pago o enseres de primera necesidad entre tantos mecanismos inmorales para la inducción del voto.
Inútiles fueron tantos esfuerzos de civilidad, conciencia y responsabilidad política a las que se convocó. Finalmente, cada quien jugó su travesura y, lo continúan haciendo, en busca del objetivo preciado. Avanzar en sus perspectivas de acuerdos y negociaciones- en el caso de partidos políticos, aclaro.
Los jóvenes de esa impresionante oleada, qué digo, tsunami que quiere y exige ser respetada, lucha con la sociedad civil a limpiar el cochinero, que el pragmatismo de obtener pírricas ganancias de ocasión pretende se diluyan con la hipócrita aportación de “tarjetitas pruebas” con saldo cobrado, para mostrar un arrepentimiento pueril, que en el pecado estará la penitencia de su ligereza.
La petición de la Coalición Movimiento Progresista al TEPJF de una “excitativa de justicia” para que se resuelvan los procedimientos contra el PRI y su candidato Enrique Peña Nieto por la presunción de rebase del tope de campañas , el financiamiento encubierto, Caso Money (que se defiende con desplegado, donde niega tales hechos) y tarjetas Soriana deberán transitar por la ruta que todos los partidos y sus diputados federales aprobaron en su momento que así fuera.
Las verdaderas lecturas del conflicto, no es definir quienes fueron más tramposos, corruptores, corruptibles, ladinos o ingenuos. Es reconocer que seguimos dando el dantesco ejemplo mundial de una carencia plena de responsabilidad ciudadana y que la partidocracia, con los poderes fácticos del neoliberalismo, siguen haciendo de las suyas. Que tenemos leyes, Instancias, órganos y tribunales de simple formalidad, faraónicos presupuestos, derroches de cinismo sin límites dependientes de las señales del Ejecutivo desde Los Pinos, y sus fantasmas de mezquindad ante el ocaso de una aventura sepultada por sus propios errores.
En las elecciones de 1988, después del sismo del 85, cuando se desnudó la ineptitud dela pandilla de Miguel de la Madrid Hurtado, y se dio la ruptura de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo con el PRI para sembrar la semilla de la denominada nueva izquierda mexicana, el régimen se cimbró hasta tener que derrumbar el sistema de cómputo y fraguar un fraude colosal con la diligencia del PAN, Diego Fernández de Cevallos y Castillo Peraza al frente.
En la “elección del terror de 1994”, después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, cómplice y ejecutor de las concertacesiones del PRIAN, el voto fue por evitar más crímenes y la sensación de una guerra civil por el surgimiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. ¡Todos votamos en pánico por la inercia! Con Vicente Fox en el 2000, la culminación del hartazgo y el montaje trasmutado del sistema bipartidista, en elección de alternancia pactada por la patente de impunidad y el “cambio para que nada sea diferente”.
Con ceremoniosa y elegante afán de probidad, el magistrado del TEPJF Pedro Esteban Penangos descarta que las múltiples manifestaciones o muestras de inconformidad, puedan modificar o incidir en la decisión final, inapelable y -casi dogmática- cuando califiquen la elección presidencial sumándose a la profunda conclusión filosófica-electoral: “En los juicios no puede haber empate porque el sistema democrático en México, por voluntad del legislador, quedó completamente arreglado”. En buen castellano…
¡Ni nos ven, ni nos escuchan, ni les importa!
Este es el sistema democrático que les dejamos a nuestros gobernantes-políticos -gerenciales del Consenso de Washington: Construir, por encima de “los sentimientos de la nación y nuestra constitución de 1917. Tenemos el proceso electoral que permitimos transitar y en consecuencia.Los gobiernos en los tres niveles que merecemos, si no tenemos la fuerza para continuar luchando, con los ejemplos de Nelson Mandela, Lula da Silva y Mahatma Gandhi.
La solución la describió Albert Camus cuando dijo: “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre las fallas de los demócratas”.
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