A TRAVÉS DE MIS CRISTALES
HÉCTOR CHAVARRÍA
La ignorancia del lenguaje (Y de otras cosas)
Algunos barbarismos usados en comunicación
EL LENGUAJE ES LA HERRAMIENTA de nuestras mentes que determinó el avance de la especie humana, desde el homínido hasta el hombre actual. Si se analiza aunque sea a la ligera, se verá que sin lenguaje jamás habríamos abandonado nuestra primaria calidad de animales.
Evolucionó nuestro cerebro, evolucionó el lenguaje, avanzamos en la tecnología, viajamos por el espacio, descubrimos ya más de 300 planetas fuera del sistema solar, pensamos que podría haber vida en la luna de Júpiter Europa, y nos disponemos a verificarlo.
Nada de esto habría sido posible sin el lenguaje. Y, paradójicamente en medio de ese avance, el lenguaje, nuestra lengua ha sufrido algunos de sus peores retrocesos.
Castellanizaciones
Los puristas se rasgan las vestiduras a causa de la invasión al castellano de tecnicismos o de palabras de otros idiomas, pero esto es algo inevitable en el proceso lingüístico y, una de las cosas que ocurren en estos casos es que las palabras extranjeras se castellanizan y se acabó el problema, como es el caso de imeil, por correo electrónico, tuit y tuitear por el sistema para redes sociales guei por gay; alegre -apelativo para los homosexuales-, hace años ocurrió con otras palabras inglesas como estándar y miles más, es un proceso natural.
Lo serio es cuando las palabras en castellano son usadas mal, al revés y de peores formas, todo esto a causa de la ignorancia. Por cierto la ignorancia que ha llevado a la humanidad a cometer atrocidades en nombre de la creencia es curable, la necedad no.
Rebuznos, graznidos y piafando...
En el caso de la ignorancia, están las personas que pretenden hablar en inglés sin saber “castilla” como decía la chacha; eso incluye a muchos comentaristas y traductores de la TV quienes luego si hablan inglés muy bien, pero desconocen el castellano. Son de aquellos que hablan de “casualidades” en las batallas, en vez de decir “bajas” por la palabra inglesa casualties, la cual significa “perdidas” con referencia a los muertos. Igualmente, aquellos que hablan de “facilidades” por facilities que en inglés se refiere a “instalaciones”... la ropa casual es un término habitual, aunque significaría que aquella persona que viste “casual” sería alguien que usa ropa por casualidad, o sea que habitualmente andaría desnudo. Otro muy chistoso es el uso del verbo inglés to presume que significa suponer, pero que varios ignaros usan en su sentido anglo con resultados muy chistosos en castellano: “se presume inocente, o culpable” pues que presumido diríamos: inmodesto, vanidoso. A cada rato se escucha que “unos soldados fueron asesinados en la batalla” esto seguramente traducido del verbo to kill: matar. Correctamente en castellano: los soldados habrían muerto, habrían sido, en jerga militar; bajas en la refriega, el asesinato sería si los ametrallaran luego de rendirse.
Lividez y algidez
Pero hay cosas peores porque esas demuestran una ignorancia enciclopédica del lenguaje, y una nula visita al diccionario. Se usa con la mayor libertad lívido como sinónimo de pálido quizá por aquello de no entender la lividez cadavérica y sólo notar la palidez de un cadáver, pero en todo caso lívido (no confundir con libido que es instinto sexual), significa lo contrario a palidez, pues describe un color amoratado entre morado, verde y café producido por la sangre muerta acumulada por efecto de la gravedad en una porción del cuerpo, por supuesto la opuesta estará pálida por falta de sangre. Ese amoratamiento es la lividez cadavérica, un término de medicina forense.
Álgido es otro, se usa como sinónimo de “punto de roce, elevación de temperatura o de ánimos” y en realidad el término define lo contrario: es el punto más frío, en la temperatura corporal. Y bueno, esas sólo son algunas de las más comunes.
Pero por favor, ya no use flamable la palabra en castellano es inflamable (en inglés si es flammable, pero aquí hablamos castellano y no inglés), y el aparato que sirve para combatir el fuego es un extintor, el contenido aquel que extingue el fuego, es el extinguidor, y puede ser polvo, gas o agua.
Otras pavadas
Uno de los gazapos lingüísticos más usuales en la TV actual es la confusión entre efecto y afectación, la segunda mal usada como sinónimo de daños o efectos negativos... pero señores y señoras... afectación es una actitud generalmente falsa y presumida lo cual nada tiene que ver con efecto y menos con daños, no son sinónimos. Lo correcto sería decir “el aguacero dañó las calles de...” en vez de decir la barbaridad de “el aguacero produjo afectaciones en la vialidad de...”. ¡Qué calle tan snob!
El siguiente en la lista y al revés es presunto. Todos los días oímos este término legal que significa verdadero, en relación a los delincuentes y el uso cada vez más frecuente resulta confuso pues para muchas personas el término presunto suena a posible y no hay manera de saber como lo usan los comunicadores... en todo caso se debería o podría decir el delincuente, secuestrador, sicario, asesino; a secas, en vez de usar, para adorno, un término en lenguaje de abogados quienes como ya sabemos sólo se entienden entre ellos y a veces ni siquiera eso...
Calibres: pulgadas & milímetros
Uno de los errores más comunes entre traductores, reporteros y comunicadores es la confusión de medidas, en especial cuando se habla de los calibres de las armas. A tiro por viaje confunden las medidas inglesas con las nuestras (amén de los billones que en inglés significan mil millones y en español un millón de millones) y cuando se habla de calibres de proyectiles, ponen milímetros donde son décimas de pulgada. Así dicen que una pistola, o sea un arma semiautomática (la pavorosa .45, como decían los viejos reporteros de prensa), es calibre “45 milímetros”... o sea la convierten en un cañón ligero de vehículo semi blindado, la medida en décimas de pulgada es .45 equivalente a 11 milímetros.
En el sistema anglosajón para calibres el punto que antecede a los números se refiere a las décimas de pulgada por ejemplo: .22, .25, .32, .38, .44, .45, .50, etcétera. Las equivalencias para estos en milímetros son; 5.6, 6.5, 7.6, 9, 10, 11, 12.5, respectivamente.
Y, ya no se diga de los traductores que llaman a un portaaviones “carguero” por el término militar abreviado carrier, por aircraft carrier... y que alguna vez, en un viejo LP, llamaron a la astronave Enterprise (intrépida), de la serie de TV “Viaje a las estrellas” la “empresa”... que es significado de la palabra inglesa, pero no nombre propio calificativo, como se usa en la serie. De hecho un traductor también llamó empresa al portaaviones nuclear Enterprise.
En idiomas como el alemán es peor, en especial con aquellas palabras que llevan diéresis las cuales marcan diferente pronunciación de la vocal como ä, ö, ü... escribir “fuererer” por Führer (líder, conductor, caudillo), es uno de tantos ejemplos, la palabra en alemán se pronuncia “fiuraa” y así habría que escribirla si se castellanizara, lo que ocurre es que a partir de herr Hitler (se pronuncia jitlaa)... y la culpa de esos errores (comprensibles por otra parte, por citar palabras de un idioma poco usado en castellano y de pronunciación difícil), no es culpa de la escritura gótica sino de malos traductores o de quienes castellanizaron mal escribiendo “Fuehrer”... ya ni hablemos del sueco.
Y, en todas partes se cuecen habas.
Un ejemplo inglés...
Valga esta perla mostrada en una ceremonia presidida por los monarcas ingleses en honor de las tripulaciones aéreas que destruyeron diques alemanes durante la Segunda Guerra Mundial; los célebres “destructores de diques”.
El asunto fue así: en las tarjetas colocadas en las mesas para la comida ofrecida en su honor luego de ser condecorados por los reyes, alguien con cierta clase de iniciativa y mala ortografía colocó elegantes tarjetas con una faltilla en una letra, anunciando los lugares para The Damn Busters... por lo que quiso ser la palabra alemana Damm (dique), y la inglesa buster (destructor), dique en inglés es simplemente dam... escrito así en “Deutsglish—alemaglés” pero leído simplemente en inglés, resultó que simplemente decía; “los malditos/condenados destructores”, en vez de “los destructores [de] diques” pues Damn en inglés significa ni más ni menos; maldito/condenado...
Claro no faltaría el mexicano que dijera: “pero me entendiste, ¿no buey?”...
Consultar el diccionario de preferencia en varios idiomas, con frecuencia es muy instructivo, y puede ser también muy divertido en especial para notar las faltas y metidas de pata de otros, o las propias...
CHARLATANERÍA E IGNORANCIA DEL LENGUAJE
¡Oigan! ¿Alguien conoce a nadie? “Todos prometen, nadie cumple. vote por nadie.” (Pinta en Cochabamba, Bolivia)
La ignorancia es muy mala onda, la ignorancia no conduce a parte alguna, por lo menos no a buenos resultados.
Los efectos de la ignorancia van desde lo meramente chistoso hasta lo terrible, a causa de ella se cae en los fanatismos y los fanáticos son seres despreciables, que matan a quienes no siguen sus creencias y se niegan a ser tan ignorantes como ellos.
tazas y tasas
Pero también hay cosas muy chistosas, como una campaña bancaria de los años 80 del siglo pasado, cuando un publicista ingenioso pero ignorante uso parónimos (palabras similares que no significan lo mismo) para hacer una campaña con tazas y tasas.
Hubiera quedado como una mera anécdota para la historia de lo ridículo, si no fuera porque años después el Never Bank, o como se llame, volvió a usar el mismo error... unas bonitas tazas de losa para significar sus tasas de interés.
Las tasas, son una medida estipulada sobre algo, nada que ver con las tazas, señores publicistas y banqueros. Es divertido cuando alguien se balconea a sí mismo de esta manera. Pero así se crean los errores que se hacen costumbre y luego se perpetúan atrincheradas en el lenguaje popular.
Por otra parte, las tazas sirven para tomar café, té o chocolate... por una similitud de forma, pero muy escatológicamente chistosa, se le llama taza también es la parte donde uno se sienta en el retrete cuando va a...
Bueno, la escatología incidentalmente no sólo se ocupa de las heces (no las eses, por favor), sino también es la parte de la biblia que se ocupa de las profecías sobre el fin de la Tierra... escatología: heces y esas “revelaciones”, muy apropiado.
Por cierto, apocalipsis, convertido en sinónimo de desastre, no significa destrucción, es la palabra griega para revelación. Por eso resulta tan chistoso cuando la usan como definición de catástrofe.
Charlatanes, magia e ignorancia
Otros productos de la ignorancia son menos simpáticos, hace unos años, las víctimas de la “matabellas” fueron desgraciadas las pobres, pero también unas pobres mensas que creyeron que mágicamente y además barato, se iban a convertir en modelos.
Las víctimas de los charlatanes que hablan de visitas de extraterrestres, a veces terminan matándose, como los adeptos a “La puerta de las estrellas”, en este caso no se perdió gran cosa pues los suicidas eran adultos mayores, obviamente no muy bien de la cabeza y bueno fue un caso de autoeliminación de genes idiotas.
Pero, a los maussanitas®, hay que recordarles que los líderes de “La puerta de las estrellas” originalmente llamados El y Ella... también comenzaron dando conferencias donde hablaban a los esperanzados sobre los buenos ET. Y también mostraban “pruebas irrefutables” luego comenzaron a vender videos sobre el asunto...después veneno.
De las farsas del Tepeyac ya se ha hablado bastante, claro en oídos sordos...
Nomás anunció el vaticano que Karol beatificaba al indio Diego... y aparecieron “providencialmente” como los cristeros, “pruebas y pruebas” que hasta entonces jamás se habían mencionado. Muy conveniente. De paso “adecentaron” al aborigen con adecuados toques castizos, lo cual fue un involuntario arranque de sinceridad, pues fueron los españoles quienes crearon el mito.
Pero bueno, ya en la biblia decíase: stultorum infinitus est numero, latinajo encantador que traducido significa: “el número de los idiotas es infinito” no lo dije yo, conste, lo dice el libro ese el cual se supone, dictó la mismísima deidad...
¿Alguien conoce a nadie?
El epígrafe del inicio, tomado de una pinta boliviana…
Ilustra de manera humorística el pésimo uso que suele hacerse del inocente pronombre indefinido nadie… por lo general en doble negación como: “no hay nadie”. Tal negación se volvería entonces afirmación de que hay alguien. A menos que nadie tenga carácter personal, como en la pinta boliviana.
Podría escribirse mucho sobre este particular entre nadie y alguien, pero quizá sería preferible que cada persona haga el pequeño ejercicio de analizar el uso de nadie, nada, alguien, alguno y ninguno… entre otros.
Se recomienda el uso del diccionario que no es “tumbaburros” y tampoco muerde.
Y, ¡por favor!, ya dejen de llamarle tontamente “goyo” y “chino” al Popocatépetl, el que dude que es “montaña que humea” (su verdadero nombre en náhuatl), nomás recuerde el mes de abril de 2012, aunque seguro los charlatanes y los ignaros se apresurarán a decir que esa actividad es presagio del “apocalipsis” de diciembre.
Aunque la verdadera ruina para México dependerá de quien esté tomando posesión precisamente en diciembre…
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