La tierra se calienta peligrosamente y el cambio climático amenaza ya con derretir los polos transformando la tierra en un lugar oscuro; plagado de vicisitudes para la sobrevivencia del ser humano.
Las predicciones de los climatólogos dejan cortas las visiones apocalípticas de San Juan.
La tendencia a la formación de poderosos huracanes debida al choque de corrientes marinas es signo de que ya está en marcha una fuerte alteración ambiental. Simplemente ya no existe la división romántica de las cuatro estaciones del año que inspiró a Vivaldi: las lluvias se incrementan en invierno, el calor nos agobia en primavera, las sequías cada vez más prolongadas y el desierto avanza como un monstruo, devorando los otrora verdes paisajes. De ahí el asombro de la reciente tragedia de Los Cabos que tenía casi 60 años de no sufrir el arribo de una de estos meteoros.
Hay datos relevantes que brotan de este estremecedor impacto. Son un índice del porvenir: vientos de más de 270 kilómetros provocaron en pocas horas una devastación desoladora de negocios, hoteles y casas habitación. La oscuridad y los saqueos en las fantasmales calles nos remontan a Haití en 2010. Poco quedó del paradisiaco lugar enclavado en la Baja California, guarida de los yates del plutócrata, Carlos Slim que son arropados en sus cálidas e iridiscentes aguas llamadas el Acuario del Mundo por su unánime fauna marina única en la biodiversidad. De ese mismo cálido y amistoso mar, apacible la mayor tiempo se gestará sin duda la fuerza transformadora que cambiará la geografía de los cinco continentes, pues se predice que de no cambiar nuestro modo de vida, al derretirse paulatinamente los polos, se elevará tanto el nivel del mar que muchas islas y zonas costeras desaparecerán, mientras los marinos del mundo se preparan para la aparición repentina en el océano de olas de 20 metros de altura que los llevarán a vivir momentos de horror propios de la literatura de Julio Verne.
Ocupar Wall Street
 El tema viene a este espacio a razón de la reciente cumbre celebrada en Nueva York, en la sede de las Naciones Unidas en pro de prevenir el cataclismo global. Entre los viejos edificios de corte gótico estalló el clamor de una multitud que marchó presurosa hacia Wall Street, donde está el corazón de las finanzas de un mundo que ha llevado al ambiente al borde del caos. Resaltaban la leyenda "Occupy Wall Street", La procesión recorrió eufórica esa ancha calle inquita por la estatua de un toro que embiste, evocando al Becerro de Oro con el que los hebreos traicionaron a Moisés. Esa imagen sin sus altas torres gemelas representa en la modernidad el mito de la vieja Babilonia, la ciudad más cosmopolita de la antigüedad. La metrópolis que vio caer la torre que elevaba en busca del cielo, herida por la flecha de la soberbia igual que la moderna y poblada Isla de Manhattan. Las calles de la llamada Urbe de Hierro se vieron invadidas por miles de manifestantes que ante la reunión de la ONU claman un nuevo culto a la tierra. A Gea o Gaia, la diosa que según la mitología griega proclamada por Hesíodo, emergió entre el caos como morada perenne y segura de los seres vivientes. Mientras en otras urbes del mundo como Sao Paulo, París, Madrid se replicaba el clamor que pide industrias limpias.
Depredación asesina del ambiente
En la Ciudad de México para honrar estas manifestaciones, se vivió un día sin automóvil mientras en otras ciudades del mismo corte, el fenómeno se replicaba bajo diversas formas: con playeras grabadas con un corazón verde en Brasil, con pancartas alusivas de protesta a la tala indiscriminada. Sepa usted que en 2015, en París se proclamará una nueva política global para salvar al planeta. Para limitar la quema de combustibles de un voraz mundo que consume a nivel global 87 millones de barriles diarios de petróleo o bien 31,755 millones al año que lanzan cada día al ambiente cientos de miles de toneladas de residuos contaminantes que forman en la atmosfera una capa refractaria a la dispersión del calor el cual rebota hacia la tierra calentando los mares y derritiendo los polos.
Un fenómeno que han llamado efecto de invernadero. Desde los cielos de Estados Unidos y China se dispersa al mundo la mayor parte de la basura ambiental. Estos países queman 25% de este petróleo, una gran parte en su maquinaria bélica. Se niegan a adoptar el protocolo de Kyoto pues para su archivo le doy datos:
El consumo per capita de energía de cada estadounidense es de 334.6 unidades térmicas británicas (BTU) Los chinos 56.2 mientras que los Hindúes 15.9… El clamor es de que cese la emisión de gases al ambiente: de que se implementen las soluciones ya descubiertas y probadas para desarrollar las energías renovables. Aprovechar el Sol. La energía de las olas y la caída del agua. Los vientos en parques eólicos donde se concentra la fuerza de la naturaleza.
Los buques del futuro, ante los embates de la naturaleza
Ante la destrucción de la naturaleza, el panorama de los armadores del mundo en este siglo XXI es crítico; la enorme contaminación que genera la propulsión de los buques los obligará a cambiar el patrón motriz de las naves mercantes en aras de abatir las emisiones a la atmósfera que vienen de los combustibles fósiles.
Muchos de buques deberán ser sacados de la navegación y convertidos en acero reciclado. De ahí que gran parte de los buques mexicanos deberán revisarse en el marco del anexo VI de Marpol pues muchos no cumplen las previsiones ambientales. Aun abunda la chatarra en los puertos nacionales. Sepa usted que el combustible que mueve a los buques está hecho a base de residuos de petróleo y es el más sucio de todos. Se le conoce como bunker, nombre difundido en el argot marítimo desde la era del carbón en los lejanos finales del siglo XIX. ¿Se imagina hoy en día la cantidad de emisiones con más de 110 mil buques mercantes navegando por los siete mares. Cada uno consumiendo según un cálculo moderado entre 25 y 40 toneladas diarias de hidrocarburos? Le doy unos datos que proporciona la red sueca de transporte para que reflexione. Las unidades en que está calculadas las emisiones son gramos de CO2 en relación con una tonelada de carga por km transportado. Según este prestigiado instituto un camión emite 50 gramos, un barco que oscila entre 2000 y 8000 toneladas de peso muerto 21 gramos, un buque de más de 8000 TN, 18 gramos. Mientras que el rey es el transporte aéreo con cantidades que van de los 400 a 747 gramos de CO2 por cada 1200 km de vuelo en relación con la tonelada de carga.
Para hacer su reflexión nada más considere los asuntos unitarios, dado que un buque transporta, si es petrolero, hasta 250,000 toneladas de carga y recorre si es que viene de Oriente a Estados Unidos hasta 21,000 millas. A la vez que uno de carga general puede llevar hasta 12,000 contenedores, cuyo peso varía según la carga contenedor. El paliativo propuesto por los armadores, mientras transita a energías renovables, ha sido el Slow Steamer que también se conoce como navegación de baja velocidad. Las líneas navieras pretenden ordenar barcos de hasta 18,000 Teus (unidad cúbica de un contenedor de 20 pies) será una modalidad de buques de velocidad moderada. La pretensión será navegar a no más de 12 nudos (una milla náutica-hora). Lo que hoy en día se hace a 20 a 22 nudos. Por ende las emisiones se aminorarán: pero después habrá de buscarse una solución definitiva: la mente humana deberá aplicar todo su potencial para capitalizar la fuerza de la naturaleza y optimizar la energía de las olas aplicadas al buque; la fuerza de los vientos en alta mar y la energía solar. Serán tiempos de analizar la energía atómica aplicada a la navegación comercial como se hace con la producción de energía eléctrica. Hay sin duda un gran reto para los ingenieros mecánicos navales que deberán reforzar sus conocimientos con una gama de nuevos asuntos.
Una nueva era
 Durante el año 2013, visité en mi última gestión como coordinador de un posgrado en puertos, las instalaciones del canal de experiencias hidrodinámicas del Pardo en Madrid, una travesía que nos llevó a recorrer las cercanías donde habita el abdicado Rey Juan Carlos. En este lugar se prueban los cascos de los poderosos Triple E, enormes buques portacontenedores que habrán de ser los nuevos amos del comercio mundial capaces de llevar 18,000 contenedores a bordo. Aquí también se ajustan las propelas de algunos buques mercantes. Aquí se diseñaron los embarcaciones con las que España participó en la regatas de las olimpiadas, algunos buques rápidos de la Armada de México han desarrollado aquí sus hélices. Me decía el Almirante Luis Palao Lechuga, militar de las fuerzas armadas españoles y Director del Centro.
El cambio climático es una realidad. Las líneas navieras nos han pedido que se refuercen las estructuras de sus embarcaciones. Temen a la pared y las poderosas olas que de repente parecen surgir del fondo del mar. Las energías renovables aún se ven lejanas. Es mínimo lo que se ha sacado de las olas.
México firmará el anexo VI de Marpol: Coordinación de Puertos
En fecha reciente, un anunció estremeció a los armadores nacionales: México firmará en anexo VI del Marpol. Uno de los acuerdos más temidos pues éste compromiso que deriva del Convenio para prevenir la contaminación de los mares impone alta calidad en los combustibles y exhaustivos controles de las emisiones al ambiente.
Su anexo VI, el cual entró en vigor desde 2012 así lo señala y consiste en crear una zona marina de 200 millas entorno al país o sea en nuestra zona económica exclusiva en la cual se controlen las emisiones al ambiente. SEMARNAT ha estado pugnando desde hace tiempo por entrar a este Anexo. Ésta funciona desde 2011 en Estados Unidos y Canadá y se exige desde esa fecha. México la crearía de concretarse su ratificación tal vez a partir de 2015 pero ya salieron al paso los defensores de la Chatarra con proclamas temerarias: ¡Los fletes se encarecerían un 30%! anunciaron recientemente los principales interesados en seguir haciendo negocio con el diesel basura que procesa Pemex. Y sin duda en los próximos días se trate de crear una barrera de animadversión hacia el tema: primero los negocios que la calidad de vida. ¡Faltaba más!
El mundo sin duda habrá de transformarse o de seguir en la despiadada ruta de depredación ambiental sucumbiremos. En este nuevo orden no tendrán cabida las medidas proteccionistas: hay que desterrar las viejas prácticas con medidas revolucionarias que alienten, aunque cuesten. Estamos cerrados a la innovación. Parece que solo se prepara el campo para los nuevos negocios, mientras vemos como se derrumba la educación y para muestra la UNAM este año se desplomó cuatro lugares en el top de las universidades mundiales. Ya se fue del 164 al 168, Chile y Brasil nos dejan atrás, mientras los puertos colombianos son más competitivos que los nacionales.
Y todavía hay algunos ignorantes que se preguntan ¿por qué?
More articles by this author
|
RSS Comentarios