Las cosas como son: En 1839, el canciller del emperador chino Daoguang, Lin Hse Tsu, envió a Londres la siguiente carta: “Existe una categoría de extranjeros malhechores que fabrican opio y lo traen a nuestro país para venderlo, incitando a los necios a destruirse a sí mismos, simplemente con el fin de sacar provecho (…) Ahora el vicio se ha extendido por todas partes y el veneno va penetrado cada más más profundamente…”.
Esos malhechores extranjeros eran los administradores ingleses de la Compañía de las Indias, que tomaron el inmenso mercado chino para expandir el rentable negocio.
La carta de Lin Hse Tsu, fue dirigida a la Reina Victoria de Inglaterra. Su majestad respondió iniciando la primera guerra del opio… contra China.
Para cualquier efecto práctico, la Reina Victoria fue la primera narcotraficante global.
El presidente Roosevelt entra a escena
Vuelta la página: Hacia 1937, la vocación imperialista de Japón se manifestó en la ocupación del norte de Pekín. Shanghái, era entonces la capital mundial del opio.
Estaba en la agenda planetaria la inminente Segunda Guerra Mundial. Bloqueado Shanghái, el suministro a los mercados occidentales de morfina, derivado del opio, se suspendería. La morfina era requerida para soldados de los ejércitos occidentales heridos.
 Concluida “la prohibición” en los Estados Unidos, Lucky Luciano acometió la restructuración de la mafia neoyorquina. Colocó en su gabinete a Meyer Lamsky como “ministro de droga y finanzas”.
El presidente estadunidense Franklin Delano Roosevelt, visto el problema del flujo de derivados del opio a los mercados occidentales, persuadió al gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas para que aceptara el impulso a la siembra de adormidera-amapola, fuente del opio.
Meyer Lamsky fue el agente de Luciano (después declarado patriota por el gobierno de los Estados Unidos) para operar en el después conocido como Triangulo Dorado -Sinaloa, Durango y Chihuahua- el fomento de los cultivos. Lamsky sería personaje de la saga de El Padrino.
Por lo rudimentario de los laboratorios mexicanos, sobre todo los sinaloenses, el procesado de la goma fue encomendado a laboratorios de Arizona (USA), con tecnologías más modernas.
Para efectos prácticos, ¿puede considerarse a Roosevelt el narcotraficante global del siglo XX?
De los gomeros a los gerentes de cuello blanco
En los años de los cuarenta a los cincuenta, los productores y laboratoristas de Sinaloa eran tipificados simplemente como gomeros.
Sería a partir del gobierno de Carlos Salinas de Gortari se empezó a hablar de los cárteles de la droga. Esto es, la adopción estructural de las mejores tecnologías para la producción y procesado de derivados del opio y la aparición de la ingeniería financiera para lavar el producto de los excedentes del narco.
Al hacerse del poder en China, el gobierno comunista, dada la anarquía del mercado del opio y los problemas de salud pública, sometió al control del Estado esa actividad.
Hacia los años sesenta, era director de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo) el profesor Carlos Hank González. Fue la temporada en que empezó a hablarse de la operación de una Conasupo de la droga.
Hank González ocupó en encargo citado durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Cuando Washington impuso al través de la ONU la estrategia contra el narcotráfico, Díaz Ordaz pronunció una frase para los bronces: México es sólo el trampolín, los Estados Unidos es la alberca.
Guzmán Loera, El capo del sexenio
En los sesenta, el gobierno de los Estados Unidos, sublevada la juventud contra la Guerra de Vietnam, por conducto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) inundó las universidades y los barrios bajos de las ciudades norteamericanas con droga transportada desde Vietnam, en aviones militares. Después se prefería la proveeduría de Colombia, ahora de cocaína.
 Esta última referencia nos remite al Irán-Contra (permuta de droga por armas) que durante el gobierno de Ronald Reagan se urdió para derrocar al gobierno de la Revolución Sandinista en Nicaragua.
Para entonces, de país de tránsito, México estaba pasando a la condición de país consumidor.
Revelaciones del difunto comandante de la Policía Judicial Federal, Alberto González Calderoni (asesinado en Texas), indicaron que desde antes de su gestión presidencial, Carlos Salinas de Gortari entró en negociaciones con el Cártel del Golfo, comandado por Juan García Ábrego, para repartir los territorios, excluyendo a los cárteles de Sinaloa.
Esa operación fue descrita por analistas de la materia, como “la administración del mercado”.
Ahora, Vicente Fox recomienda al gobierno de Enrique Peña Nieto, negociar con los jefes del crimen organizado. Debe saber de lo que habla. Fue del dominio público que durante su mandato, Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue proclamado El capo del sexenio.
Hoy, el asunto de la droga está en la agenda pública. Las voces “autorizadas”, ¿saben de veras, de qué hablan?
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