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Edición 375
Escrito por Jorge Guillermo Cano   
Jueves, 30 de Agosto de 2018 23:02

 3759 

APUNTE

¿En los bueyes de mi compadre?

Jorge Guillermo Cano

 

  • Combatir corrupción: parejo
  • Viene la hora de cumplir
  • Será un trayecto muy difícil
  • Las nuevas líneas de acción
  • Una carta que se quedó corta

CULIACÁN DEL CAOS VIAL, los baches y los topes, Sinaloa. Pasado el estrépito electoral (aunque a veces parece no terminar) es hora de que los actores políticos, ganadores y perdedores, se pongan a la altura del relativo avance democrático y procedan con la atingencia que el país, los estados y municipios requieren.

         LA ESPERANZA es grande y también cierta preocupación por algunas de las primeras señales del nuevo equipo gobernante del país, en todos los niveles.

         No es posible soslayar que lo que puede llamarse una nueva generación de políticos (a pesar de los reciclados por demás conocidos de los que se exige, ahí sí, un cambio radical de conducta) estará a prueba y tendrá que demostrar en los hechos una genuina vocación de trabajo y congruencia con las expectativas del pueblo que los encumbró.

         En los días, semanas y meses que vienen, antes de los cambios efectivos de estafeta, tanto en los gobiernos como en las cámaras, deberán tener sumo cuidado en no festinar lo que ahora son simples propuestas e ideas que, siendo recuperables de suyo, tienen que pasar la prueba de lo fáctico en la esfera de lo probable.

Para no equivocarse

Afinar, planear con sumo cuidado, evaluar y considerar las opciones, es lo que se impone en este periodo previo. Dar por hechos consumados los anuncios y propósitos, sin más, no es una buena manera de atender la complejidad de los cambios necesarios.

           De no ser así, los errores están al acecho y no por complots ni campañas descalificatorias, sino por la inevitable contrastación de lo probable y lo posible. La exageración y el otorgamiento de medallas cuando todavía no se inicia, es precisamente lo que ha caracterizado a los gobiernos anteriores en este país.

Por otra parte, y de la mayor importancia, la exigencia de rectitud, de honestidad y claridad en el manejo del erario, y de la política en general, debe comenzar en el espacio propio, dejando atrás aquello de que se haga, pero en los bueyes de mi compadre.

El combate a la corrupción (que trae aparejada la impunidad) es un asunto de primera importancia que comparte el pueblo en su conjunto. Esa lucha, que será ardua, debe pasar también por los espacios propios.

Es muchísimo lo que se requiere

Se debe tener mucha claridad de que, en la víspera del cambio prometido, y anhelado, el panorama sigue siendo desolador: la sociedad en su conjunto y, por ende, todos y cada uno de sus sectores, sigue un tanto ajena a la problemática fundamental del país.

         Si bien el rechazo a un sistema a todas luces injusto y corrupto abrió las puertas a un cambio por decenios deseado, el elemento aglutinador debe transformarse y rebasar de una vez por todas lo que caracterizó al régimen categóricamente derrotado en las urnas.

         En los tiempos que vienen ya no puede operar lo de “dejar hacer y pasar” todo aquello que conviene; debe terminar lo de presentar “frentes” con el único elemento aglutinador del interés mezquino y coyuntural con el signo de los tiempos emergentes.

         Los espacios deben ser de la inteligencia y la reflexión, de la crítica razonada, congruente y comprometida, no de la simulación, el ocultamiento y la complicidad.

Que se haga, es la esperanza

ASÍ LAS COSAS, AMLO, presidente electo, presentó el 15 de julio pasado las nuevas medidas del plan de austeridad y combate a la corrupción que regirán en su gobierno.

De lo que nos parece más relevante (en realidad todas las medidas lo son) “a partir del próximo día primero de diciembre se reduce toda la estructura de trabajadores y empleados de confianza, en un 70 por ciento del personal y del gasto de operación”.

“Bajarán los sueldos de los grandes funcionarios públicos a la mitad. Esto es para quienes ganan más de un millón de pesos anuales de manera progresiva, pero lo ahorrado debe significar el 50 por ciento del gasto actual”.

“Nadie podrá utilizar aviones o helicópteros privados. Se venderá la flotilla de aviones y helicópteros. Sólo quedarán los destinados a la seguridad, a la protección civil y los que se ocupen para el traslado de enfermos”.

Adiós pensiones y estado mayor

“Se cancelarán las pensiones a los ex presidentes de la República y no se utilizarán vehículos o bienes públicos para asuntos particulares; no podrá contratarse a familiares y los trabajadores de confianza laborarán de lunes a sábado y cuando menos ocho horas diarias”.

“Se reducirá en 50 por ciento el gasto de publicidad del gobierno y ningún funcionario sin causa de emergencia podrá ordenar cerrar calles, detener el tráfico o pasarse los altos o estacionarse en los lugares prohibidos”.

“El Estado Mayor Presidencial se incorporará por completo a la Secretaría de la Defensa y se ocupará de tareas de protección de espacios públicos, de instalaciones estratégicas y de la seguridad de los mexicanos”.

“Se cancelará toda labor de espionaje o intervención telefónica que afecte el derecho a la privacidad de las personas. El sistema de inteligencia del gobierno estará sólo dedicado a la prevención de delitos y a combatir la delincuencia”.

Licitaciones y contratos

“Las compras de gobierno se harán de manera consolidada mediante convocatoria, con observación ciudadana y de la oficina de transferencia la ONU y los contratos de obra delgobierno se llevarán a cabo mediante licitación pública, con la participación de ciudadanos y de observadores de la ONU”.

“No habrá partidas en el presupuesto a disposición de diputados o senadores y en las relaciones comerciales o financieras con empresas internacionales se dará preferencia a las empresas originarias de países cuyos gobiernos se caracterizan por su honestidad y no toleren las prácticas de soborno o corrupción”.

“Se revisarán los contratos suscritos con empresas nacionales y extranjeras que se hayan otorgado mediante el influyentismo, corrupción y causen daño a la Hacienda Pública”.

Ahí están. Vamos a ver qué sucede a la hora de ponerlas en práctica.

La carta de AMLO a Trump

EL ACERCAMIENTO se impone, sin duda, así lo exige la diplomacia, la relación entre países vecinos y, por tanto, es recuperable que AMLO le haya enviado una misiva al ocupante de la Casa Blanca, Donald Trump.

Pero, en mi opinión, darle un informe pormenorizado de lo que se pretende hacer, más o menos a tono con lo que espera ver el especulador metido a presidente de los Estados Unidos, marginando además las múltiples ofensas y descalificación que de nuestro país ha venido haciendo el dueño de casinos, no es lo que esperamos los mexicanos como respuesta, justamente dolidos por la prepotencia y el abuso retorico del showman.

En una parte de la carta, López Obrador expresa a su todavía informal interlocutor: “Señor presidente Trump, espero sus comentarios a mi planteamiento que busca alcanzar un entendimiento amistoso y de respeto mutuo con usted, con su pueblo y con la gran nación que representa”.

Palabras cuerdas y apropiadas si de la otra parte hubiera lo mismo, pero no es así y, en ese tenor, la muy comentada carta se quedó bastante corta.

Por lo demás, es necesario tener precaución, al menos, con un interlocutor impredecible (Trump) que salta del elogio desmesurado a la diatriba y el insulto.

El respeto debe ser de ida y vuelta

Pero con una postura de condescendencia y halagos no tan velados, AMLO expresa en su misiva que “México y Estados Unidos han sido dos países que, entre otras cosas, por su situación geográfica han tenido una historia en común fuera de serie” y agrega: “Ha habido momentos de tensión y diferencias como otros de entendimiento y respeto”.

Quizás es el momento de recordar que la relación con Estados Unidos, de allá para acá, es una historia de infamias donde invariablemente hemos salido perdiendo y humillados.

Asegura AMLO que (con Estados Unidos) “Nos unen muchas cosas buenas. Lazos que no se pueden romper: cultura, idioma, tradiciones y, sobre todo, una larga amistad y mucha solidaridad. En honor a todo ello es que debemos seguir trabajando de la mano para ayudarnos mutuamente”.

Eso es muy discutible ¿Solidaridad? ¿Amistad en lugar de vulgares intereses de la “América para los americanos”? ¿Respeto de los blancos anglosajones a nuestra cultura, tradiciones e idioma?

El propio magnate ha cancelado en su gobierno líneas de comunicación en español y reprende a sus empleados por hablar nuestra lengua.

Cuidado con esas semejanzas

LUEGO, AL TERMINAR, le dice: “En cuanto a lo político, me anima el hecho de que ambos sabemos cumplir lo que decimos y hemos enfrentado la adversidad con éxito. Conseguimos poner a nuestros votantes y ciudadanos al centro y desplazar al establishment o régimen predominante”.

Habrá que establecer la diferencia entre actores de gobierno, de régimen incluso, y de sistema, que tiende a permanecer casi incólume (y en ambos casos).

Por lo demás, ¿de veras cree AMLO que Trump sabe “cumplir lo que dice” cuando ni siquiera se sabe a ciencia cierta qué es lo que realmente dice? ¿Y esa comunión de conductas? ¿Ambos saben?

Al respecto, nada más advertir: cuidado, se puede estar confundiendo la diplomacia con el entreguismo y generando una percepción que no es compartida por el pueblo mexicano.

        

Unas de cal

Quizás a toro pasado, el domingo 5 de agosto, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, hablando ante ingenieros que forman entre los más influyentes del país, dijo que busca “hacer de México una potencia y cambiar la correlación de fuerzas; nadie nos va a amenazar con cerrar o militarizar la frontera o construir un muro”.

También, días antes, declaró que el muro fronterizo llevado y traído por el anaranjado magnate no es parte de la agenda nacional y el tema ni siquiera se abordará.

Esperemos que así sea y, por nuestra parte, pensamos que, si el especulador Trump quiere hacer muros, bardas, techos o lo que se le ocurra, pues que los haga en su territorio y que él las pague. Que no ande queriendo obligar a su vecino a sufragar sus pendejadas.

Y en la ronda de las respuestas impredecibles, el trumpiano ha dicho que AMLO es “todo un caballero”. Lo dijo y lo mismo puede salir con una barrabasada cuando menos se piense.

Tamborazos

-Sigue la inefable GNP de los Bailleres rehuyendo su responsabilidad en el caso del siniestro número 62992342, ocurrido en la ciudad de Culiacán el 19 de agosto de 2016, “cuando ni siquiera pagó la grúa para llevar el carro al taller”, se nos pide reiterar. Para eso cuentan con la complicidad de condusefes, profecos y juzgados (vamos a ver si con el cambiazo prometido).



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