LA ESPINGARDA
J. Alberto ESPINOSA RUIZ
“El poder significa corrupción. Y poder absoluto significa corrupción absoluta”.
LORD ACTON
Con todo lo que estamos viviendo en los últimos días de este año loco, en este país de locos, ya estamos a punto de parafrasear al admirado locutor don Pedro Ferriz Senior, con aquello de que ya no sabemos si echarnos a reír, a llorar, a brincar, a correr o de plano escondernos debajo de la cama, suicidarnos comiendo tacos en La Merced o yéndoles a refrescar la madre a los patanes de un barra futbolera en pleno estadio.
Por ejemplo, el asuntito ese de la dichosa Agencia Espacial Mexicana, la que todavía está en mero proyecto y han comenzado los jaloneos entre científicos, políticos y burócratas de alto nivel; están como mi compadre Chema, quien todavía no se gana ninguna quiniela futbolera y ya planeó como gastarse la lana. Imagínense que pasará cuando ya estemos lanzando transbordadores y construyendo estaciones espaciales con nombres tan rimbombantes como “patrióticos”, algo así como transbordador “Cuauhtémoc I”, “Zapata I” o “Fox I”; “Estación Espacial Tepito”, “Estación Orbital Los Pinos” ó “Congreso de la República”. Somos increíbles, todavía no sacamos del atraso y la pobreza a nuestros indígenas (verdaderos dueños de estas tierras), y ya estamos pensando entrarle a la carrera espacial. No se nos quita lo candilones de la calle.
¡SI, MIRE USTED, LLÉVELO, CÓMPRELO, BARA-BARA!
Otro de los vicios mercantileros de la nefasta televisión es la de vender cuanta fruslería llevan a sus pantallas. Noche y día nos machacan con una serie de artículos tan inútiles como costosos. A todas horas nos enajenan con superproductos que hacen milagros, cremas, pastillas y jarabes que curan desde los barros enterrados y las espinillas hasta el cáncer de próstata, de mama y de colon, pasando por el insomnio, várices, diarrea, depresión y cien mil achaques más, desde los leves hasta los crónicos y mortales.
Otros productos panaceas (en realidad son placebos balines, inocuos y engañabobos) reducen peso, eliminan grasa, endurecen músculos, hermosean a todos y corrigen defectos físicos; hay aparatos e instrumentos gimnásticos que a los flacuchos y flácidos convierten, en un abrir y cerrar de ojos, en verdaderos Arnolds Schwartzeneggers de barrio, que dejan como verdaderos cuerazos a gordas o flacas de vecindad “haciéndolas parecer unas artistas de la farándula como Galilea Montijo, Britney Spears o Paris Hilton. La lista de estas “maravillas a la venta en pagos fáciles (porque todos son muy caros), del llame ahora, entrega a domicilio o devolución de billelle si fallan”, está integrada, entre otros, por productos como: Monsage, Prostaliv, Derma Pilz, Hongo Michoacano, Jugo Noni, Alcachofat, Bio Shaker, Stepgym, Fitness-step, Slim Step, los preparados del Dr. Goicochea, Chardon de Marie, Lipozene, Calcio de Coral, Bon Balm, AB Toner, Back 2 Life, Proactiv, Prosta Max, Té Chino del Dr. Ming, Gym Form Duo, Crece Max, AB Circle Pro, Sculptor Body Massager, True Cover, Sunshine, etc. Eso si, cada promocional está apoyado por testimonios de paleros y de “científicos profesionales expertos”. Ojo, cuiden su lana y sus neuronas.
EL ESPINGRAMA
A LA “SELECCIÓN NACIONAL DE TODOS”
Mientras se nos deshace en las manos la nación,
Todos le atizan a la comercial fiebre futbolera,
Persiguiendo inútilmente un loca y absurda quimera
Fabricada por una mafia de billetes y largo pantalón.
Ojala hagan buen papel “nuestros muchachos”,
Para que medios y tele nos tapen la boca,
Aunque creemos que es solo una aventura loca,
Que sólo beneficia a unos bolsillos muy gachos.
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¡BRUJOS, ADIVINOS!
Muchos colegas de medios informativos impresos o electrónicos, destacan a ocho columnas, primera plana o titulares, las notas en las que se refieren a muchos ex policías y ex militares integrados a las bandas delictivas del narco y el crimen organizado. Con esas notas “exclusivas y novedosas” deberíamos candidatearlos para el premio Pulitzer o el Nacional de Periodismo, casi han descubierto el hilo negro, que tienen dentro los bolillos y a que sabe el huevo. ¡Bravo genios de la noticia!
FRASE CHIPOCLUDA:
“La realidad es que escribir es un oficio solitario, personal y mal pagado. Por cada escritor al que sonríe la diosa fortuna, hay miles cuyos anhelos jamás se cumplen”. ALEX HALEY (Autor del libro “RAÍCES”)
AUNQUE DIGAN ¡YA CHOLE CON ESO!
La verdad es que el asunto de la guardería ABC de Sinaloa, como el caso de la niña Paulette, los asesinatos de Jaramillo, Posadas Ocampo, Ruiz Massieu, Luis Donaldo Colosio o Buendía, entre otras injusticias e impunidades propiciadas, solapadas y maquinadas por un Estado maravillosamente inepto, corrompido, cómplice y truculento, han puesto al borde de la explosión social al México de verdad, al de carne y hueso, al México profundo que ve agotada su enorme paciencia nacional; no podemos seguir viviendo bajo el miedo a la violencia, la profunda desigualdad del demagógicamente llamado “tejido social”, la pobreza, la desesperanza, la manipulación, el desempleo y de pilón que nos traten como a retrasados mentales, como a niños chupadedos a los que dan los caramelos de la mentira y la simulación, los globos y pelotas multicolores del espectáculo futbolero, las telenovelas o los programas de variedad, mientras se nos deshace la nación como agua entre las manos.
Los culpables del crimen de la guardería ABC, porque eso es, un crimen, deben ir a la cárcel, el castigo tiene que ser ejemplar, efectivo, de verdad y apegado a la letra de ley, sin manipulaciones, ni proteccionismo desde lo oscurito, mucho menos de influyentes en el poder o detrás de éste, pues este asunto, uno más a la larga cadena de abusos, impunidades y burlas gubernamentales, deberá acabar, a partir de ahora, con esa grosera y humillante burla que permite a gentes como Eduardo Bours, Molinar Horcasitas y cómplices, pasar de la impunidad al cinismo que crispa, que enardece y violenta la dignidad de todos. No devolverán la vida a los angelitos caídos en la ABC, no podrán dar una expectativa de vida mejor a los sobrevivientes, y mucho menos aliviarán el terrible dolor de los padres de las víctimas, pero al menos nos podrán otorgar la compensación moral y legítima de que pagarán su culpa como debe ser y en donde debe ser, no por nada, por esta ocasión cuando menos, todos los medios de comunicación y la sociedad en general, coinciden en exigir justicia y no permitir otro acto de perdón y olvido.
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