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Millones tirados a la basura

COP 16

RAMI SCHWARTZ

Casi mil millones de pesos más tirados a la basura. Y la pregunta obligada es, ¿cuánto medio ambiente se podría salvar con mil millones?. Porque eso es lo que costó agasajar, durante varios días a unos tres mil delegados de segundo y tercer pelo que  aprovecharon el VTP organizado por Felipe Calderón llamado COP16 para pasearse por la Riviera Maya, en compañía de sus esposas, porque todos ellos ya se sabían que no se iba  a alcanzar ningún acuerdo fundamental para rescatar el medio ambiente del planeta.

Sin ser experto en medio ambiente, desde que se anunció esta cumbre faraónica, pronosticamos su fracaso porque, hay que decirlo, a este gobierno todo le sale mal y esta cumbre no fue la excepción. Y todo le sale mal porque las cosas las hacen por las razones equivocadas. Si quisieran en verdad salvar al medio ambiente, deberían empezar por invertir en reforestar México, limpiar sus bosques, playas, ríos, sanear sus lagos y empezar una campaña masiva para educar a los mexicanos en cuidado al medio ambiente, no tirar basura, cuidar el agua, no depredar a la fauna y flora silvestre y demás.

Pero aquí no gusta solucionar problemas que tome tiempo ver los resultados. Una cumbre faraónica da resultados el mismo día, con la foto. Esa sí puede recorrer los cables del mundo y ser publicada en los periódicos al día siguiente. Pero sanear un río contaminado puede tomar años , reforestar un bosque décadas y el gobierno humanista y democrático no está dispuesto a hacer nada cuyos resultados se vean en el siguiente sexenio. Como todos lo que lo antecedieron, quiere las medallas para sí, pasar a la historia y ese protagonismo, que llevó a Echeverría a querer ser secretario general de la ONU, a Salinas de la OMC y a Fox y Martita a poner en la OEA a Derbez, es lo que tiene ahora a Calderón obsesionado por convertirse en el superman del cambio climático y el medio ambiente.

Pera ello organizó, a un costo de mil millones de pesos, una cumbre a la que no asistió ningún mandatario importante, al menos ninguno de los países responsables de las mayores emisiones de CO2 del planeta. Ni Obama, ni el de China ni ningún europeo asistirieron a las fiestas del Faraón. Mandaron a puros funcionarios de medio pelo, sin poder de decisión. Hasta Lula da Silva auguró el fracaso de la cumbre, cosa que enfureció a Calderón y a todo su equipo.

Pero en respuesta, el Presidente del paseo, que no del empleo, se lanzó a uno más de sus viajes; esta vez a Argentin a, a convencer al presidente de la poderosa Guatemala, del desarrollado El Salvador y de la brutal emisora de CO2, Nicaragua, par que vinieran a México, por favor, a que la foto salga cuando menos con dos o tres mandatarios y que el Guatemala Times o el Nicaragua Post publiquen algo en sus primeras planas.

Y,obviamente, no puede uno dejar de pensar en qué harían los habitantes de Matehuala, ahí en la Charca, donde por no tener ni qué comer y siguen vendiendo en la carretera venados, zorros, águilas y los pocos animalitos silvestres que quedan en esa zona donde todo se ha llevado a la extinción. ¿Qué haría Acapulco con mil millones para limpiar la bahía más cochina del planeta? ¿Qué harían en la Riviera Maya donde en 15 años el desarrollo irreflexivo de hoteles al lado de la playa ha acabado con la mayoría de los arrecifes que tardaron 15 millones de años en formarse? ¿Que haría Michoacán para salvar la reserva de la mariposa monarca que pronto va a estar en peligro de extinción?. ¿Cuántas plantas de tratamiento de agua?

Pero que no se preocupe el presidente. COP 16 sí apareció en los periódicos del mundo; s{i hicieron desmanes los ambientalistas como Greenpeace y anexas que  organizaron  manifestaciones y tapizaron el lugar de mantas.

COP16 se mereció fracasar porque fue concebida equivocadamente. De Los Pinos o la Semarnat seguramente salieron miles de invitaciones a todos los presidentes del mundo, a los grandes ambientalistas, a los luchadores a favor del medio ambiente, todas, sin excepción recibieron la misma respuesta. “Mil disculpas pero la agenda del Presidente Yoweri Museveni se encuentra saturada por problemas internos de Uganda y no va a poder asistir a la COP16”. Y así sucesivamente con Robert Muwabe, Francois Bozize y demás poderosos mandatarios y personajes de todo el planeta.

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