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Los millones de seres humanos que vieron la salida de Bush de la Casa Blanca, ahora deben prepararse ¿para verlo? Sí, vuelve el último presidente republicano de Estados Unidos.
Desde ahora y durante una larga temporada será casi imposible no ver a Bush en algún medio de comunicación. ¿Por qué?: antes de aparecer su último libro de memorias Decisión points (Momentos decisivos), ya era uno de los textos más solicitados en Amazon y ahora que el ex presidente norteamericano se dispone a iniciar una gira nacional (“y después --¿por qué no?-- una internacional”), que incluirá varios foros célebres de televisión.
Bush ya concedió algunas entrevistas, en las que él mismo se ha ¿reinventado? a si mismo como un hombre contrario a la violencia utilizada para invadir Irak. Tuvo dos años para repensarse y explicarse. Por supuesto, dos años refugiado en su espectacular rancho de Crawford (Texas, Estados Unidos), tras haber dejado Washington “como uno de los presidentes menos aceptados de la historia”, para reaparecer actualmente como un ser humano que busca entendimiento y comprensión como sea.
El presidente republicano que invadió Irak, creó Guantánamo, autorizó torturas sistemáticas y cárceles secretas (ojo: ver el filme Los últimos días), no solo se presenta como un “cándido político” apoyado y empujado por numerosos asesores a entrar en Irak, sino que dice sufrir por ello. ¿Quizá por los 150.000 muertos, la mayoría civiles, que ha causado hasta ahora aquella decisión? No. Bush sufre porque nunca se encontraron las armas de destrucción masiva que supuestamente ocultaba el régimen del odiado Sadam Husein y que fueron el detonante de la invasión. Bush, en una de las entrevistas televisivas, confesó que “todavía me siento mal por todo lo que sucedió”.
Otros se preguntan: ¿Existe algún otro pesar como el de haber reaccionado mal al huracán Katrina? Por lo demás, fiel a sí mismo explica, simpático (mostrando sus botas tejanas sobre la mesa; algo parecido a otras situaciones del ex presidente Fox de México), las decisiones más difíciles de su vida a través de las cuales, cree honestamente, salvó vidas. George Bush ha firmado cientos de copias de este libro Momentos decisivos a ritmo desenfrenado. Ahora puede cambiar su historia, pero sus decisiones ya no cambiarán nuestro punto de vista.
POR RAZONES PERSONALES
Al observar detenidamente la serie The Tudor’s (Los Tudors), el crítico o el cinéfilo o simplemente el amante de la pantalla chica, comprueba el por qué Enrique VIII rompió con la iglesia de Roma.
Todo esto sucedía en el siglo XVI por razones personales. ¿Cuáles?: anular su matrimonio para casarse con una mujer ¿inteligente y habilidosa? como lo fue Ana Bolena, sumándose las malas políticas. Sé que un soberano inglés ¿podría o no? “aceptar una tutela espiritual”, ¿pero también temporal?, teóricamente superior como era la del papado.
Pero su ruptura acababa ahí, y sólo el desarrollo ulterior del anglicanismo pudo crear una iglesia protestante, separada de Roma por dogma y práctica religiosa. Sí, porque una cosa es la fe (“…es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve”, dice el libro de los Hebreos 11, 1—2, Nuevo Testamento, Biblia Reina Valera) y otra es la religión creada por los hombres. Por esa razón, perduró en la iglesia de Inglaterra una línea que llamada anglo—católica, “que en lo doctrinal apenas se diferencia del catolicismo romano”. Y esa proximidad produjo en estos últimos tiempos de aggiornamento del anglicanismo, en especial con la ordenación de mujeres y la aceptación de sacerdotes abiertamente homosexuales, una hégira de fieles hacia el catolicismo.
Los últimos en tomar el portante han sido cinco obispos, lo que constituye la mayor desbandada y de más alta jerarquía anglicana del siglo. Tres de ellos estaban en activo: John Broadhurst, de Fulham; Andrew Burnham, de la diócesis de Ebbsfleet, y Keith newton, de Richborough, además de dos retirados, el prelado australiano David Silo y Edwin Barnes. Los cinco, y en especial monseñor Broiadhurst, habían ¿triunfado? Por trabajar por el acuerdo eucarístico con Roma. La iglesia anglicana, cuya jefa actual es la reina Isabel II de Inglaterra, cuenta con algo más de 20 millones de feligreses en el país, y aunque el goteo de deserciones no cesa más de una década, fuentes eclesiásticas subrayan que solo 363 parroquias de las casi 13.000 de todo el territorio se han opuesto “a que la mujer oficie como sacerdotisa”.
La parada siguiente solo podría ser lo que quede de la obra del cismático Lefebvre. O el Palmar de Troya. Lo cinco prelados hallaron posada en el seno de una institución en retroceso en todo el mundo occidental. Roma es muy dueña de aceptar o no a la mujer en sus ritos en pie de igualdad con el hombre, y ello es algo que solo debe concernir al creyente.
ANTIHÉROE SOLITARIO
Acaban de inmortalizar al fundador de Facebook. ¿Y dónde?: Hollywood acaba de lanzar un filme que tituló La red social, en la que se le atribuye el rol de villano, mujeriego y traidor. La cinta se inspira en los textos del libro Multimillonarios por accidente, que relata cómo Zuckerberg diseñó Facebook y fue demandado dos veces por su ex amigo Eduardo Saverin, que puso el capital inicial de la firma, y por sus ex compañeros de Harvard, Divya Narendra y los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, que confesaron: “Mark nos robó la idea original de la red social (¿?)”. En la película, que ha sido número uno de taquilla en Estados Unidos, Zuckerberg, 26 años, es un antihéroe solitario al que el camarógrafo deja solo frente a la computadora, obsesionado por un amor que no le perdona su crueldad. Según la versión, Mark crea una red social con la creatividad de los demás y corre de la empresa a Saverin, “por viejas rivalidades de fraternidades universitarias”. Es poco simpático y huraño. Y según le dice una abogada: “No eres un capullito, pero trabajas mucho en parecerlo”.
Algunas de las escenas del filme son reales. Los pleitos quedaron resueltos con indemnizaciones judiciales. El iba a diseñar una red social –lo prometió judicialmente-- para Narendra y los Winklevoss. No lo hizo y creó su propia red en 2004, con el capital de Saverin. La empresa creció y sus diseñadores se fueron de Harvard a California. Zuckerberg echó a Saverin que había aportado 727 euros (unos 1.000 dólares) con los que se inició la marca. Saverin le sabía sus “lados oscuros” a Zuckerberg, por ende el padre de Facebook mantuvo un silencio completo y la exitosa versión hollywoodense de su vida es la misma que cuentan sus detractores, la ¿historia? de un villano que no se redime. Y claro, en la vida real, Zuckerberg es un triunfador, el multimillonario más joven del orbe. Vive modestamente y no le da importancia a los billetes verdes.
Tyler Winklevoss subraya que Zuckerberg “es la persona rica más pobre que he conocido”. Mark vive en Palo Alto. Se va caminando a la oficina, donde trabaja 16 horas diarias. Y sale con Priscila Chan, desde 2003. En varias ocasiones, se negó a vender Facebook (¿se la habrán querido comprar Slim y Arturo Elías Ayub?). Tiene tres hermanas. Las tres son amigas suyas en Facebook. Quiso estudiar informática y psicología. Nunca se recibió. La fascina La guerra de las galaxias. Y El juego de Ender es su libro favorito y su frase predilecta es: “Quiero hacer del mundo un lugar más abierto”. Y hasta la próxima, ¡abur¡
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