ESCUADRONES DE LA MUERTE ESTADOUNIDENSES
Objetivo: Despedazar a Siria como
nación soberana
MICHEL CHOSSUDOVSKY*
EL RECLUTAMIENTO DE ESCUADRONES DE LA MUERTE forma parte
de una agenda bien establecida de la inteligencia militar de EE.UU. Existe una
larga y atroz historia de financiamiento y apoyo encubierto por EE.UU. de
brigadas terroristas y asesinatos selectivos que se remonta a la guerra de Vietnam.
MIENTRAS fuerzas gubernamentales siguen enfrentando al autoproclamado “Ejército Libre
Sirio” (ELS), las raíces históricas de la guerra encubierta de Occidente contra
Siria -que ha llevado a innumerables atrocidades- deben ser totalmente
reveladas.
Desde
el principio, en marzo de 2011, EE.UU. y sus aliados han apoyado la formación
de escuadrones
de la muerte y la incursión de brigadas terroristas en una empresa
cuidadosamente planificada.
El
reclutamiento y entrenamiento de brigadas terroristas en Irak y Siria fueron
modelados en la Opción
Salvador, un “modelo terrorista” de asesinatos
masivos por escuadrones de la muerte patrocinados por EE.UU. en
Centroamérica. Fue aplicado primero en El Salvador, en el apogeo de la
resistencia contra la dictadura militar, que llevó a lo que se estima fueron 75
mil muertes.
La
formación de escuadrones de la muerte en Siria se basa en la historia y
experiencia de brigadas terroristas patrocinadas por EE.UU. en Irak, bajo el
programa de “contrainsurgencia” de El Pentágono.
El
establecimiento de escuadrones de la muerte en Irak
Escuadrones
de la muerte
patrocinados por EE.UU. fueron reclutados en Irak a partir de 2004-2005 en una
iniciativa lanzada bajo la dirección del embajador de EE.UU. John Negroponte,
quien fue enviado a Bagdad por el Departamento de Estado de EE.UU. en junio de
2004.
Era
el “hombre indicado” para esa tarea.
Como embajador de EE.UU. en Honduras de 1981 a 1985, Negroponte jugó un papel clave en
el apoyo y la supervisión de los Contras
nicaragüenses basados en Honduras, así como en la supervisión de las
actividades de los escuadrones de la muerte militares hondureños.
“Bajo
el régimen del general Gustavo Álvarez Martínez, el gobierno militar de
Honduras fue un cercano aliado del gobierno de Reagan y ‘desaparecía’ a docenas
de opositores políticos mediante métodos clásicos de los escuadrones de la muerte”.
En
enero de 2005, el Pentágono confirmó que estaba considerando: “La formación
de escuadrones de asesinos de
combatientes kurdos y chiíes para atacar a dirigentes de la insurgencia
iraquí (Resistencia) en un giro estratégico copiado de la lucha
estadounidense contra guerrillas izquierdistas en Centroamérica hace 20 años”.
Bajo
la así llamada Opción El Salvador, fuerzas iraquíes y estadounidenses
fueron enviadas para matar o secuestrar a dirigentes de la insurgencia, incluso
en Siria, donde se piensa que algunos se refugiaron…
Incluso
ahora, la experiencia de los así llamados escuadrones de la muerte en
Centroamérica sigue siendo brutal para muchos y ayudó a mancillar la imagen de
EE.UU. en la región.
Entonces,
el gobierno de Reagan financió y entrenó a equipos de fuerzas nacionalistas
para neutralizar a dirigentes y simpatizantes rebeldes salvadoreños…
John
Negroponte, embajador de EE.UU en Bagdad, tuvo un asiento de primera fila en
aquel entonces como embajador en Honduras de 1981 a 1985. Los escuadrones
de la muerte fueron una característica brutal de la política
latinoamericana de la época.
A
principios de los años ochenta el gobierno del presidente Reagan financió y
ayudó a entrenar a Contras nicaragüenses basados en Honduras con el objetivo de
derrocar el régimen sandinista de Nicaragua. Los Contras fueron equipados
utilizando dinero de ventas ilegales de armas estadounidenses a Irán, un escándalo
que podría haber derribado a Reagan.
La
arremetida de la propuesta del Pentágono en Irak… debía seguir ese modelo… (Times
Online, 10 de enero de 2005, énfasis agregado)
El
objetivo declarado de la
Opción
Salvador en Irak era “eliminar la insurgencia”.
En la práctica las brigadas terroristas patrocinadas por EE.UU. estaban
involucradas en los asesinatos rutinarios de civiles a fin de fomentar la
violencia sectaria. Por su parte, la
CIA y MI6 estaban supervisando unidades de “al Qaida en Irak”
involucradas en asesinatos selectivos dirigidos contra la población chií. Es
importante señalar que los escuadrones de la muerte estaban integrados y
asesorados por Fuerzas Especiales de
EE.UU. encubiertas.
Robert
Stephen Ford -posteriormente nombrado embajador de EE.UU. en Siria- formó parte
del equipo de Negroponte en Bagdad en 2004 y 2005. En enero de 2004, fue
enviado como representante de EE.UU. a la ciudad chií de Najab, que era un
bastión del ejército Mahdi, con el cual hizo contactos preliminares.
En enero de 2005, Robert S. Ford fue nombrado
ministro consultor de Asuntos Políticos en la embajada de EE.UU. bajo la
dirección del embajador John Negroponte. No sólo formaba parte del equipo de
trabajo interno; fue asociado de Negroponte en el establecimiento de la Opción Salvador. Parte del trabajo de base había
sido establecido en Najaf antes de la transferencia de Ford a Bagdad.
John Negroponte
John Negroponte y Robert Stephen Ford fueron puestos
a cargo del reclutamiento de los escuadrones
de la muerte iraquíes. Mientras Negroponte coordinaba la operación
desde su oficina en la embajada de EE.UU., Robert S. Ford, quien hablaba árabe
y turco, fue encargado de la tarea de establecer contactos estratégicos con
grupos de milicias chiíes y kurdos fuera de la Zona
Verde.
Otros dos funcionarios de la embajada, Henry Ensher
(adjunto de Ford) y un funcionario más joven en la sección política, Jeffrey
Beals, jugaron un papel importante en el equipo “hablando con una serie de
iraquíes, incluso extremistas”. (Vea The New Yorker, 26 de marzo
de 2007). Otro individuo clave en el equipo de Negroponte era James Franklin
Jeffrey, embajador de EE.UU. en Albania (2002-2004). En 2010, Jeffrey fue
nombrado embajador de EE.UU. en Irak (2010-2012.)
Negroponte también puso en su equipo a uno de sus
antiguos colaboradores, el coronel (en retiro) James Steele, de sus días de
éxito en Honduras:
Bajo la Opción Salvador,
“Negroponte contó con la ayuda de su colega de sus días en Centroamérica
durante los años ochenta, coronel en retiro James Steele. Steele, cuyo título
en Bagdad fue Consejero para Fuerzas de Seguridad Iraquíes supervisó la
selección y entrenamiento de miembros de la Organización Badr
y del Ejército Mahdi, las dos mayor milicias chiíes en Irak, a fin de atacar a
los dirigentes y a las redes de apoyo de la resistencia, primordialmente suní.
Haya o no sido planificado, esos escuadrones
de la muerte rápidamente se salieron de control para convertirse en la
mayor causa de muertes en Irak.
Haya sido intencional o no, los numerosos cuerpos
torturados, mutilados, que aparecieron en las calles de Bagdad cada día, fueron
generados por los escuadrones
promovidos por John Negroponte. Y esa violencia sectaria respaldada por
EE.UU. es lo que condujo al desastre infernal que es Irak actualmente. (Dahr
Jamail, Managing Escalation: Negroponte and Bush’s New Iraq Team. Antiwar.com
, 7 de enero de 2007)
“El coronel Steele fue responsable, según el
representante Dennis Kucinich de la implementación de un plan en El Salvador
según el cual decenas de miles de salvadoreños ‘desaparecieron’ o fueron
asesinados, incluyendo al arzobispo Oscar Romero y cuatro monjas
estadounidenses”.
Después de su nombramiento en Bagdad, el coronel
Steele fue asignado a una unidad de contrainsurgencia conocida como Comando Especial de Policía bajo el
Ministerio del Interior iraquí (Vea ACN, La Habana, 14 de junio de 2006.)
Los informes confirman que “los militares
estadounidenses entregaron numerosos prisioneros a la Brigada
Lobo, el temido 2º batallón de los comandos especiales
del ministerio del interior” que estaban bajo la supervisión del coronel
Steele:
“Soldados estadounidenses, consejeros
estadounidenses, estaban a un lado, haciendo nada”, mientras miembros de la Brigada
Lobo golpeaban y torturaban a prisioneros. Los comandos
del ministerio del Interior se apoderaron de la biblioteca pública en Samarra,
y la convirtieron en un centro de detención, dijo. Una entrevista realizada por
Maass (del New York Times) en 2005 en la prisión improvisada,
acompañada por el consejero militar estadounidense de la Brigada
Lobo, coronel James Steele, había sido interrumpida por
los gritos aterrorizados de un prisionero, dijo. Según los informes Steele
había estado involucrado como consejero para ayudar a aplastar una insurgencia
en El Salvador.” (Ibíd., énfasis agregado.)
Otro personaje tristemente célebre que jugó un papel
en el programa de contrainsurgencia en Irak fue el ex comisionado de Policía de
Nueva York Bernie Kerik, quien fue inculpado en 2007 en un tribunal federal por
16 cargos de delitos mayores.
Kerik había sido nombrado por el gobierno de Bush al
comienzo de la ocupación en 2003 para ayudar en la organización y entrenamiento
de la fuerza policial iraquí. Durante su breve tarea en 2003, Bernie Kerik -quien
asumió la posición de Ministro del Interior interino- trabajó en la
organización de unidades terroristas dentro de la fuerza de policía iraquí:
“Despachado a Irak para poner a punto las fuerzas de seguridad iraquíes, Kerik
se autodenominó ‘Ministro del Interior interino de Irak’. Los asesores
policiales británicos lo llamaron el “terminator de Bagdad”, (Salon,
9 de diciembre de 2004, énfasis agregado.)
Bajo la dirección de Negroponte en la embajada de
EE.UU. en Bagdad, se había desencadenado una ola de asesinatos civiles encubiertos
y selectivos. Ingenieros, médicos, científicos e intelectuales también fueron
sus objetivos.
El autor y analista geopolítico Max Fuller ha
documentado en detalle las atrocidades cometidas bajo el programa de
contrainsurgencia patrocinado por EE.UU.
La aparición de escuadrones de la muerte fue destacada por primera vez en mayo
de este año [2005],… docenas de cuerpos fueron hallados abandonados
despreocupadamente… en áreas baldías alrededor de Bagdad. Todas las víctimas
habían sido esposadas, tenían los ojos vendados y se les había disparado en la
cabeza, y muchas de ellas mostraban señales de haber sido brutalmente
torturadas. …
La evidencia fue suficientemente convincente para
que la Asociación
de Sabios Musulmanes (AMS), una importante organización suní, emitiera
declaraciones públicas en las cuales acusaba a las fuerzas de seguridad
dependientes del Ministerio del Interior así como a la Brigada Badr, el
antiguo brazo armado del Consejo Supremo por la Revolución Islámica
en Irak (SCIRI), de ser responsables de los asesinatos. También acusó al
Ministerio del Interior de realizar terrorismo de Estado (Financial Times.)
Supervisión
Los comandos de la policía así como la Brigada
Lobo eran supervisados por el programa de
contrainsurgencia de EE.UU. en el Ministerio del Interior iraquí.
Los comandos policiales fueron formados bajo el
experto tutelaje y la supervisión de veteranos combatientes estadounidenses de
la contrainsurgencia, y desde el comienzo realizaron operaciones de fuerzas
conjuntas con unidades de elite y altamente secretas de las fuerzas
especiales de EE.UU. (Reuters, National Review Online).
…Una figura clave en el desarrollo de los Comandos
Especiales de la Policía
fue James Steele, un antiguo miembro de las fuerzas especiales del ejército de
EE.UU. quien adquirió experiencia en Vietnam antes de pasar a dirigir la misión
militar de EE.UU. en El Salvador durante el apogeo de la guerra civil de ese
país…
Otro colaborador estadounidense fue el mismo Steven
Casteel quien como el más alto asesor estadounidense dentro del Ministerio del
Interior restó importancia a acusaciones serias y bien documentadas de
horrendas violaciones de derechos humanos como ‘rumores e insinuaciones’. Como
Steele, Casteel acumuló considerable experiencia en Latinoamérica, participando
en la persecución del barón de la cocaína Pablo Escobar en las Guerras de la Droga en Colombia en los
años noventa…
Los antecedentes de Casteel son significativos
porque este tipo de papel de apoyo en la recolección de información y la
producción de listas de asesinato es característico de la participación de
EE.UU. en programas de contrainsurgencia y constituye la pista subyacente en lo
que parecen ser matanzas indiscriminadas y desarticuladas cometidas al azar.
Semejantes genocidios centralmente planificados son
enteramente consistentes con lo que tiene lugar actualmente en Irak [2005]…
También es consistente con lo poco que sabemos sobre los Comandos Especiales de
la Policía,
que fue hecho por encargo para suministrar al Ministerio del Interior con una
capacidad de ataque de fuerzas especiales (Departamento de Defensa de EE.UU.).
De acuerdo con un rol semejante, el cuartel del Comando de la Policía se ha convertido
en un centro de comando, control, comunicaciones, informática y de operaciones inteligencia,
por cortesía de EE.UU. (Max Fuller, óp. cit.)
La infraestructura inicial establecida bajo
Negroponte en 2005 fue implementada por su sucesor, el embajador Zalmay
Khalilzad. Robert Stephen Ford aseguró la continuidad del proyecto antes de su nombramiento
como embajador de EE.UU. en Argelia en 2006, así como durante su retorno a
Bagdad como jefe de misión adjunto en 2008.
Operación
“Contras sirios”: aprendiendo de la
experiencia iraquí
La horripilante versión iraquí de la Opción
Salvador bajo la dirección del embajador John Negroponte
ha servido como “modelo a imitar” para establecer los Contras del “Ejército
Libre Sirio. Robert Stephen Ford estuvo, sin duda, involucrado en la
implementación del proyecto de los Contras
sirios, después de su reasignación en Bagdad como jefe de misión
adjunto en 2008.
El objetivo en Siria era crear divisiones
faccionarias entre suníes, alauíes, chiíes, kurdos, drusos y cristianos. Aunque
el contexto sirio es totalmente diferente del de Irak, hay notables similitudes
respecto a los procedimientos mediante los cuales se realizaron asesinatos y
atrocidades.
Un informe publicado por Der Spiegel
relacionado con atrocidades cometidas en la ciudad siria de Homs confirma un
proceso sectario organizado de asesinatos masivos y matanzas extrajudiciales
comparable a los cometidos por los escuadrones de la muerte patrocinados por
EE.UU. en Irak.
Las víctimas en Homs fueron categorizadas
rutinariamente como “prisioneros” (chiíes, alauíes) y “traidores”. “Traidores”
son los civiles suníes dentro de las áreas urbanas ocupadas por rebeldes, que
expresan su desacuerdo u oposición al régimen de terror del Ejército Libre
Sirio (ELS):
“Desde el verano pasado (2011), hemos ejecutado un
poco menos de 150 hombres, lo que representa cerca de un 20 por ciento de
nuestros prisioneros”, dice Abu Rami… Pero los asesinos de Homs han estado más
ocupados con traidores dentro de sus propias filas que con prisioneros de
guerra. “Si sorprendemos a un suní espiando, o si un ciudadano traiciona la revolución,
la reacción es instantánea”, dice el combatiente. Según Abu Rami, la brigada de
enterramiento de Hussein ha matado entre 200 y 250 traidores desde el comienzo
del levantamiento.” (Der Spiegel, 30 de marzo de 2012.)
El proyecto requería un programa inicial de
reclutamiento y entrenamiento de mercenarios. Escuadrones de la muerte que
incluían a unidades salafistas libanesas y jordanas entraron por la frontera
sur de Siria con Jordania a mediados de marzo de 2011. Gran parte del trabajo
de base ya estaba listo cuando Robert Stephen Fox llegó a Damasco en enero de
2011.
El nombramiento de Ford como embajador en Siria fue
anunciado a comienzos de 2010. Las relaciones diplomáticas habían sido cortadas
en 2005 después del asesinato de Rafick Hariri, por el cual Washington culpó a
Siria. Ford llegó a Damasco apenas dos meses antes del comienzo de la
insurgencia.
El
Ejército Libre Sirio (ELS)
Washington y sus aliados copiaron en Siria las características
esenciales de la Opción Salvador en Irak, llevando a la creación del
Ejército Libre Sirio (ELS). Sus diversas fracciones terroristas incluyen las
brigadas Al Nusra afiliadas a al Qaida.
La creación del Ejército Libre Sirio (ELS) fue
anunciada en junio de 2011, el reclutamiento y entrenamiento de mercenarios
extranjeros comenzó mucho antes.
Una red difusa de brigadas terroristas
Desde muchos puntos de vista, el Ejército Libre
Siria es una pantalla de humo. Es defendido por los medios occidentales como
una entidad militar bona fide
establecida como resultado de deserciones masivas de fuerzas gubernamentales.
La cantidad de desertores, sin embargo, no fue ni significativa ni suficiente
para establecer una estructura militar coherente, con funciones de comando y
control.
El ELS no es una entidad militar profesional; es más
bien una red difusa de brigadas terroristas separadas, que por su parte son
compuestas por numerosas células paramilitares que operan en diferentes partes
del país.
Cada una de esas organizaciones terroristas opera
independientemente. El ELS no ejerce efectivamente funciones de comando y
control que incluyan la relación con esas diversas entidades paramilitares.
Estas últimas son controladas por fuerzas especiales patrocinadas por
EE.UU./OTAN y agentes de espionaje que están ‘empotrados’ dentro de las filas
de formaciones terroristas seleccionadas.
Esos especialistas de las Fuerzas Especiales
(altamente entrenados) en el terreno (muchos de los cuales son empleados de
compañías privadas de seguridad) están rutinariamente en contacto con
EE.UU./OTAN y unidades de comando militares y de inteligencia aliadas (incluida
Turquía). Esos especialistas ‘empotrados’ también están, indudablemente,
involucrados en ataques con bombas cuidadosamente planificados dirigidos contra
edificios del gobierno, complejos militares, etcétera.
Los escuadrones de la muerte están compuestos por
mercenarios entrenados y reclutados por EE.UU., la OTAN, sus aliados del CCG en
el Golfo Pérsico, así como Turquía. Son supervisados por fuerzas especiales
aliadas (incluyendo el SAS británico y paracaidistas franceses, y compañías de
seguridad privadas contratadas por la
OTAN y el Pentágono). Al respecto, los informes confirman el
arresto por el gobierno sirio de entre 200 y 300 empleados de compañías
privadas de seguridad que habían integrado las filas rebeldes.
El
Frente Jabhat Al Nusra
El Frente Al Nusra -del que se dice que está
afiliado a al Qaida- es descrito como el grupo combatiente rebelde de la
“oposición” más efectivo, responsable de varios importantes ataques con bombas.
Presentado como enemigo de EE.UU. (en la lista de terroristas del Departamento
de Estado), las operaciones de Al Nusra, a pesar de ello, muestran las huellas
de entrenamiento paramilitar, tácticas de terror y sistemas de armas
estadounidenses. Las atrocidades cometidas contra civiles por Al Nusra
(financiado clandestinamente por EE.UU./OTAN) son similares a las que
realizaron escuadrones de la muerte
patrocinados por EE.UU. en Irak.
Mercenarios entrenados por USA y la OTAN
En las palabras del líder de Al Nusra, Abu Adnan, en
Alepo: “Jabhat al-Nusra cuenta con
veteranos sirios de la guerra de Irak, hombre que contribuyen experticia -especialmente
en la producción de artefactos explosivos improvisados (AEI)- al frente en
Siria”.
Como en Irak, la violencia faccionaria y la limpieza
étnica son activamente promovidas. En Siria, las comunidades alauíes, chiíes y
cristiana han sido objetivo de los escuadrones de la muerte patrocinados por
EE.UU./OTAN. Los alauíes y la comunidad cristiana son los principales objetivos
del programa de asesinato. Es confirmado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:
Cristianos en Alepo son víctimas de muerte y
destrucción debido a los combates que durante meses han estado afectando a la
ciudad. Los vecindarios cristianos, en el último tiempo, han sido atacados
por fuerzas rebeldes que combaten contra el ejército regular y esto ha causado
un éxodo de civiles.
Algunos grupos en la fuerte oposición, en los que
hay también grupos yihadistas, “disparan contra casas y edificios cristianos,
para obligar a sus ocupantes a escapar y luego tomar posesión (limpieza étnica)
(Agenzia Fides, Noticias del
Vaticano, 19 de octubre de 2012)
“Los militantes salafistas suníes dice el Obispo-
siguen cometiendo crímenes contra civiles, o reclutando a combatientes por la
fuerza. Los fanáticos extremistas suníes libran orgullosamente una guerra
santa, en especial contra los alauíes. Cuando los terroristas tratan de
controlar la identidad de un sospechoso, le piden que cite las genealogías que
se remontan a Moisés. Y le piden que recite una plegaria que fue eliminada por
los alauíes. Los alauíes no tienen ninguna posibilidad de salvar la vida.” (Agenzia Fides 04/06/2012)
Existen informes que confirman la llegada a Siria de
escuadrones de la muerte
salafistas y afiliados a al Qaida así como de brigadas bajo el auspicio de la Hermandad Musulmana desde el comienzo de la
insurgencia en marzo de 2011.
Además, es reminiscente del enrolamiento de los
muyahidín para librar la yihad (guerra santa) de la CIA durante el apogeo de la
guerra soviético-afgana, la OTAN
y el Alto Comando turco habían iniciado, según fuente de los servicios de
inteligencia israelíes:
“una campaña para alistar a miles de voluntarios
musulmanes en países de Medio Oriente y en el mundo musulmán para combatir
junto a los rebeldes sirios. El ejército turco albergaba a esos voluntarios,
los entrenaba y aseguraba su paso a Siria.” (DEBKAfile, NATO to give rebels anti-tank weapons, 14 de agosto 2011.)
Las
compañías privadas de seguridad y el reclutamiento de mercenarios
Según los informes, compañías privadas de seguridad
que operan en los Estados del Golfo están involucradas en el reclutamiento y
entrenamiento de mercenarios.
Aunque no se limitan específicamente al
reclutamiento de mercenarios dirigidos contra Siria, los informes mencionan la
creación de campos de entrenamiento en Catar y los Emiratos Árabes Unidos
(EAU).
En la Ciudad Militar Zayed (EAU), “se prepara un
ejército secreto” operado por Xe Services, ex Blackwater. El acuerdo con los
EAU a fin de establecer un campo militar para el entrenamiento de mercenarios
fue firmado en julio de 2010, nueve meses antes del inicio de las guerras en
Libia y Siria.
Compañías de seguridad contratadas por la OTAN y el Pentágono han
estado involucradas recientemente en el entrenamiento de escuadrones de la muerte “opositores”
en el uso de armas químicas:
“EE.UU. y
algunos de sus aliados europeos utilizan a contratistas de la defensa para
entrenar a rebeldes sirios en cómo apoderarse de arsenales de armas químicas en
Siria, dijeron el domingo a CNN un alto funcionario estadounidense
y varios importantes diplomáticos. (CNN Report, 9 de diciembre de 2012.)
Los nombres de las compañías involucradas no fueron
revelados.
Tras
puertas cerradas en el Departamento de Estado de EE.UU.
Robert Stephen Ford formó parte de un pequeño equipo
en el Departamento de Estado que supervisó el reclutamiento y entrenamiento de
brigadas terroristas, junto a Derek Chollet y Frederic C. Hof, un ex socio de
negocios de Richard Armitage, quien sirvió como “coordinador especial para
Siria” de Washington. Derek Chollet fue nombrado recientemente para el puesto
de secretario Adjunto de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional (ISA.)
Este equipo operaba bajo la dirección del (ex) secretario
Adjunto de Estado para Asuntos de Medio Oriente Jeffrey Feltman.
El equipo de Feltman estaba en estrecha relación con
el proceso de reclutamiento y entrenamiento de mercenarios en Turquía, Catar,
Arabia Saudí y Libia por cortesía del régimen post Gadafi, que envió a
seiscientos soldados del Grupo Combatiente Islámico de Libia (LIDG) a Siria, a
través de Turquía en los meses después del colapso en septiembre de 2011 del
gobierno de Gadafi.)
El secretario Adjunto de Estado Feltman estaba en
contacto con el ministro de Exteriores saudí, Príncipe Saud al-Faisal, y el ministro
de Exteriores catarí Jeque Sheikh Hamad bin Jassim. También estaba a cargo de
una oficina con sede en Doha para “coordinación especial de seguridad” en
relación con Siria, que incluía a representantes de agencias de inteligencia
occidentales y del CCG así como a un representante de Libia. El príncipe Bandar
bin Sultan, un destacado y controvertido miembro de los servicios de
inteligencia saudíes, formaba parte del grupo. (Vea Press Tv, 12 de mayo
de 2012.)
En junio de 2012, Jeffrey Feltman fue nombrado
Subsecretario General para Asuntos Políticos de la ONU, una posición estratégica
que, en la práctica, consiste en establecer la agenda de la ONU (por cuenta de Washington)
respecto a temas relacionados con la “Solución de Conflictos” en diversos “puntos
políticos álgidos” en todo el mundo (incluidos Somalia, Líbano, Libia, Siria,
Yemen y Mali). En una amarga ironía, los países para “solución de conflictos”
de la ONU son los
que son objetivo de operaciones encubiertas de EE.UU.
En relación con el Departamento de Estado de EE.UU.,
la OTAN y
manipuladores del CCG en Doha y Riad, Feltman es el hombre de Washington tras
la “Propuesta de Paz” del enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahmi.
En el intertanto, mientras están de acuerdo de la
boca para afuera con la iniciativa de Paz de la ONU, EE.UU. y la OTAN han acelerado el proceso de reclutamiento y
entrenamiento de mercenarios en vista de las fuertes bajas sufridas por las
fuerzas rebeldes de la “oposición”.
La propuesta “jugada
final” de EE.UU. en Siria no es el cambio de régimen, sino la
destrucción de Siria como Nación-Estado.
El despliegue de escuadrones de la muerte de la
“oposición” con mandato para matar civiles forma parte de esa empresa criminal.
El Terrorismo
con Cara Humana es apoyado por el Consejo de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas, que constituye un vocero para las “Intervenciones
Humanitarias” de la OTAN,
bajo la doctrina de la “Responsabilidad
para Proteger” (R2P). Objetivo Devastación
Se culpa a la ligera al gobierno de Bashar Al-Asad
por las atrocidades cometidas por los escuadrones
de la muerte de EE.UU./OTAN. Según el Alto Comisionado del Consejo de
Derechos Humanos de la ONU,
Navi Pillay: “Esta masiva pérdida de vidas podría haber sido evitada si el
gobierno sirio hubiera elegido un camino diferente al de la implacable
represión de lo que fueron inicialmente protestas pacíficas y legítimas de
civiles desarmados”, (citado en Stephen Lendman, UN Human Rights Report on
Syria: Camouflage of US-NATO Sponsored Massacres, Global Research, 3 de enero de
2012)
El “objetivo inconfesable” de Washington consiste en
despedazar a Siria como nación soberana -siguiendo líneas étnicas y
religiosas- en varias entidades políticas separadas e “independientes”.
Fuente: *Global Research http://www.globalresearch.ca/terrorism-with-a-human-face-the-history-of-americas-death-squads/5317564
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