Por agredir con megaobras a la ecología, habrá mas huracanes
Los
desastres naturales ocasionados por los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, en varios Estados , con
saldo de más de 150 muertos y daños económicos por muchos miles de millones de
pesos hasta ahora difíciles de calcular, pueden ser el principio de mayores
desgracias como consecuencias de la agresión a las leyes de la naturaleza como
consecuencia de la agresión a la ecología con “megaobras” a las cuales no les importa causar daños en
distintas regiones de nuestro país.
Deforestación.
La
advertencia de que el número de huracanes se incrementará en el Atlántico
Norte, obedecen al calentamiento de la tierra
y al incremento de la altura del nivel del mar, fue hecha por Banca
Mendoza, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
Desde
hace tiempo, los representantes de pueblos indígenas del país han denunciado
que las empresas mineras canadienses figuran a la cabeza de corporaciones
extranjeras que dañan el entorno natural de México, al depredar r{ios, tierras,
bosques, lagunas, etc., con su forma de
trabajar y de la cual, según lo han afirmado grupos autóctonos del Estado de
Guerrero, “no hay autoridades mexicanas
a la que les rindan cuentas.
Indiferencia ante daños
Hasta
ahora, las mencionadas empresas mineras canadienses han hecho “cera y pabilo” del equilibrio
ecológico en el país y, curiosamente, en
las zonas dañadas por los huracanes “Ingrid”
y “Manuel” han causado daños en tierras propiedad de los grupos indígenas de
esa
zona,
tan castigada por la naturaleza. Hasta ahora, han sido inútiles las denuncias
puestas en la dependencia encargada de
proteger los recursos naturales.
A la
echa, se permite toda clase de violaciones al entorno natural, sin que, en
efecto, haya una autoridad que haga
valer nuestro Estado de Derecho, ante los depredadores de los megaproyectos con
que se causa daño al país.
Protestas por daños a la ecología.
Con
motivo de los daños ocasionados por los dos huracanes que atacaron desde el
Atlántico y el Pacífico, pudo corroborarse que desde hace mucho tiempo,
tratándose de “megaobras”, como carreteras, puentes, unidades
habitacionales autopistas, etc. se
permite todo tipo de violaciones a las
elementales leyes de Protección Civil, como es el hecho de autorizar
construcción de viviendas en zonas que están al paso de grandes torrentes de
agua en las temporadas de lluvia.
Nose
necesita ser experto en ingeniería de carreteras, para comprobar que los trazos
de estas cintas asfálticas son una amenaza a la vida de los usuarios,
porque abundan los casos en que corren
sobre las faldas de los cerros de un lado y del otro, el desfiladero. Esto es
doble riesgo porque se expone el automovilista, el manejador en general, a
perecer como consecuencia del deslave de cerros, de una parte, y de la otra, a
caer en precipicios cuya
profundidad es “paso seguro” a la otra vida, para los accidentados. .
Impunidad
a megaproyectos
Hasta
ahora no se tiene conocimiento de sanción alguna a los autores de
“megaproyectos” que mediante sus violaciones a la ecología mexicana,
contribuyen a cambios climáticos que a la postre han cambiado las condiciones
climáticas de nuestro Planeta Tierra y han dado ocasión para que, al producirse
un calentamiento global, ha n creado las
condiciones para que ahora la Naturaleza, después de tantos agravios, emita una respuesta de muy graves consecuencias como las que causan los huracanes. Urbanización improvisada.
La
secretaría del Medio Ambiente y Recursos Natrales – SEMARNAT -, ha caído en la
irresponsabilidad ante los agravios que se le hacen a la ecología mexicana con
l explotación de minas con técnica canadiense que es definitivamente dañina a
nuestros recursos naturales.
En la
misma Ciudad de México se ha permitido la construcción de autopistas de cuota,
pese a que su recorrido es en el entorno del Distrito Federal. Eso ha
significado un grave costo para las
condiciones ecológicas de una amplia zona en el poniente del D. F. y sus
colindancias con el Estado de México, porque además de aislar a una amplia zona
considerada como de reserva ecológica, han desaparecido espejos de agua, zonas
verrdes y sabido es que el tendido de una vía rápida atrae a los constructores
de vivienda, para edificar unidades habitacionales, ya que esto es uno de los
grandes negociazos de la actualidad.
Los
“megaproyectos” son construidos con criterio meramente mercantil. El sentido de
utilidad pública para la realización de obras públicas, ha dejado de existir. ¿Más huracanes
y desgracias?
El
precio de esas violaciones que han conducido al sobrecalentamiento de la Tierra
y a la elevación del nivel de las aguas marítimas en los océanos será demasiado caro, en la
medida que las conclusiones a que ha llegado
la investigadora del Instituto de Geofísica de la UNAM, Blanca Mendoza,
estén en lo cierto como consecuencia de
una rigurosa disciplina científica especializada en el estudio del medio ambiente, tanto en
tierra como en los océanos
Es
mejor revenir que lamentar y por tanto, bueno sería que las autoridades de la
secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales –SEMARNAT -, empiece a
aplicar la ley para que, a partir de las empresas trasnacionales canadienses
mineras, cumplan con las leyes mexicanas y depende agredir a nuestra naturaleza
con sus métodos depredadores que arrasan con bosques, envenenan las aguas de
los ríos y causan a infertilidad de
tierras agrícolas, especialmente las que son piedad de nuestra sufrida clase
indígena en nuestro país.
En
prevención de que se repita la presencia de nuevos huracanes, como lo anuncia
Geofísica de la UNAM, a través de Blanca Mendoza, urge en verdad que las
autoridades hagan lo conducente para
reforzar la Protección Civil de grupos vulnerables , especialmente en las áreas
indígenas, que son las más desprotegidas.
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