REFORMA ENERGÉTICA, PÉRDIDA DE LA INMUNIDAD SOBERANA
Al traste con la industria pesquera,
fuente de autosuficiencia alimentaria
HUGO SERGIO GÓMEZ
Dicen
por ahí: “A lo hecho… pecho”. Se
aprobó ya la reforma energética, que quizá es un acto igual de importante como
en su momento lo fue para México la
Expropiación Petrolera en 1938. Nada más que hoy, a la inversa.
Entre
gritos, encuerijes y mentadas del
PRD, los otros partidos que forman mayoría reformaron tres artículos constitucionales
que harán posible la incursión de una legión de empresas privadas en todas las
áreas de Pemex, muchas de las cuales ya operan de facto en el ramo de la petroquímica.
¿Dónde
se centraba la atención de la mayoría del pueblo de México, mientras los
legisladores acataban las órdenes presidenciales? Pues, como ha sucedido en los
grandes momentos políticos de la nación,
distraída, viendo una bien
calculada transmisión de la final del futbol y caminando hacia la Basílica, a
rogar quizá para que nos ampare el espíritu de Lázaro Cardenas y no regresen
los tiempos de la Huasteca Petroleum oil
Company y todas las compañías que
dejaron tras de su presencia una estela de destrucción del subsuelo de la Faja de Oro, ese tramo entre Tuxpan y
Tampico que vivió otros atroces crímenes entre 1907 y
1938.
Ante
estos hechos que congratulan a muchos,
quizá debiésemos hacer una balance de lo que Pemex deja atrás, pues con esto perderá a la vez un escudo que ante los graves siniestros -como
el del Ixtoc en 1979- le había permitido salir airoso de cuantiosas
demandas en el vecino país: la inmunidad soberana, amén de la tendencia a
convertirse en un problema social de magnitudes inexploradas, como la
restricción de la pesca que los cambios constitucionales dejan a un lado ante
la voracidad del petróleo.
Y
surge la gran interrogante: ¿Quién y cómo se llevará control de los voraces
contratistas y empresas petroleras trasnacionales que vienen tras lo que fue su
sueño dorado de décadas: el petróleo y
el gas de México?
La
pregunta es, ¿qué es ese principio que contiene la Foreign Sovereign Immunities
Act (Ley de Inmunidad Soberana Extranjera), vigente desde 1976 en los
Estados Unidos, por la cual un Estado no puede ser demando en tribunales de
Estados Unidos cuando ejercite actos públicos en cualquier materia?
Recuérdese
cómo se protegió Ernesto Zedillo cuando fue acusado de la matanza de Acteal en tribunales de ese país. Es el mismo
principio que cobijó a Pemex en el caso del Ixtoc
en 1979. Ahora, el cerrojo que pone la privatización a esa salida da a México
365 días para regular todos los aspectos del tema ambiental
De
entre todos los filos que tiene este
gran cambio, preocupa sobremanera ese
tema debido a que en 2010 México se sometió a una auditoria voluntaria por
parte de la Organización Marítima Internacional, (OMI) y recibió una serie de
observaciones acerca de su omisión en materia regulatoria en el tema de los
convenios internacionales relacionados con el medio ambiente.
La
OMI, que no es una autoridad, sino una agencia de las Organización de las
Naciones Unidas que integran 168 países,
concerta los convenios y tratados
que obligan a los países parte a incluirlos
en su marco normativo. En este renglón, México salió muy mal parado.
¿Qué se ha hecho? Nada. Ni siquiera se han actualizado el tema del control de
mercancías peligrosas en los puertos.
En
muchos ámbitos no explorados por la ignorancia de los legisladores, los
efectos son graves. Por una parte, se
incrementarán las aguas restringidas en el Golfo de México ¿A qué me refiero? A
los 40 mil kilómetros cuadrados que circundan las plataformas petroleras, a las
cuales no tiene acceso los pescadores y en los cuales están el 60 por ciento de
los caladeros de camarón del Golfo de México.
No
lo digo yo, pues, a raíz de este
problema, en 2010 entrevisté a Rafael
Ruiz Moreno, a la sazón presidente
nacional de la Cámara de la Industria Pesquera,
quien me dijo: Hace muchos años nosotros intentamos pedir explicaciones
y nadie nos las ha dado, y al final, cuando se dieron cuenta de que iba a haber
una demanda -existe una de algunos armadores-
el gobierno federal esgrime un escudo muy grande, que es la Seguridad Nacional.
Hablamos de 30 a 40 mil kilómetros cuadrados, una extensión muy grande.
Ruiz
Moreno nos relató que alguna ocasión, platicando con un director de Pemex, al
que fue a ver acompañado Javier Usabiaga
(entonces secretario de Agricultura), el funcionario los mandó a pescar a otro
lado. “Yo le dije: ‘¿Oiga, por qué
ustedes no se van a perforar a otro lado?’, y me respondió ‘No, pues allá está
muy hondo’. Bueno, pues tampoco nosotros
podemos ir a otro lado, porque no hay
camarón; por eso no vamos. El 60 por
ciento de los caladeros de camarón están cerrados. Entonces, los barcos van a
una zona restringida de pesca y ahí
sobreexplotan el producto; amén de la contaminación, ya que abajo hay tubos mal
hechos que no son retirados a tierra; si Pemex hubiera hecho lo correcto
estaríamos mejor”.
Otra
cosa que yo no veo es qué va a hacer Pemex en esas zonas cuando se salga. Las
industrias petroleras responsables llevan una política sustentable y amigable
con las zonas a donde llegan y tiene un plan para desarrollar industrias
alternas que generan desarrollo como el turismo; como lo están haciendo en Medio Oriente, que
ya planearon su vida a 200 años y no les
importa que se acabe el petróleo Aquí en México la riqueza que ha generado
Pemex se ha ido al gasto, que no produce.
Autoridades sin dientes: el caso de
Macondo .
Otro
escenario complejo será sin duda el control de los contratistas que
manejan a sus anchas el tema ambiental,
así como los planes de contingencias que deberán ser coordinados por la Armada
de México (SEMAR), una entidad a la que no se les da ninguna atribución legal
para revisar a las plataformas petroleras,
pese a que es la responsable de una serie de convenios y tratados
bilaterales con los Estados Unidos, que se consignan en una larga lista; ejemplifico
algunos: Plan Mexus (MEXUSGUL/MEXUS PAC
), Marpol, Plan Nacional de Contingencias, OPRC 90, Londres/72 y otros.
Los viejos esclavos de la Huasteca.
Algunas
atribuciones están dispersas en la Secretaría del Medio Ambiente; otras entre
la Comisión Nacional de Hidrocarburos y Pemex, que en los simulacros de gabinete que
se han hecho la coordinación de estas entidades algunos personajes tardan en
tomar decisiones estratégicas; tiempos que pueden llevar a una espiral de
desastre.
Pero
la mayor parte del peso lo lleva la Secretaría de Marina, que es la entidad
operativa, que ya no aguanta más tantas atribuciones: La vigilancia de los
cinco millones de kilómetros cuadrados de nuestro mar y el control del Código PBIP, según las recientes reformas
a la Ley de Puertos, Tiene además facultades extraordinarias en el tema de la
Seguridad Pública, por ser la entidad
con más nivel de confianza del gobierno y las otras que le da la ley
Orgánica de la Administración Pública Federal Es ya, de hecho, una súper
secretaría.
Es
importante la vigilancia de las grandes petroleras que sin duda estarán tras
los contratos de extracción de petróleo. ¿Recuerda usted el pozo Macondo?
Este es el título de una novela de realismo mágico, concebida por la mente prodigiosa de Gabriel García
Márquez: Un pueblo legendario habitado por personajes de ficción que avizoraban cien años de soledad.
Pero
en el realismo cotidiano, es el nombre de un pozo petrolero perforado a 80 kilómetros de las costas de Estados
Unidos por la plataforma Deepwater Horizon
de la British Petrolum (BP), a más de mil 500 metros del lecho marino, que, colapsado, durante 87
días atormento con su negra estela las aguas del Golfo de México, un
siniestro que inicio con una
explosión que mató a once personas el 20 de abril de 2010 y fue considerado el
más impactante en la historia de la industria petrolera mundial.
Datos
aterradores revelan que emanó del un negro efluvio que vertió
al mar casi cinco millones de barriles de petróleo, del cual gran parte
permanecerá en el lecho
marino por décadas, degradando el
ambiente quizá por más tiempo que los de
cien años de fantasía del escritor de
Aracataca Para mitigar sus efectos a
corto plazo, la British Petrolum utilizo dispersantes que son más contaminantes
que el mismo hidrocarburo.
Analizando
otras causas que provocaron el siniestro y sus planes de contingencia que
preveían loa diversos escenarios, se encontró que la empresa había copiado
literalmente planes de otras plataformas
petroleras que perforaban en otros entornos. Se halló que dentro de sus
planes ambientales consideraba la presencia de focas y leones marinos que no
hay en esta zona.
También,
dentro de su lista personal de respuesta incluía a un biólogo ¡que había muerto
años atrás! Asimismo, al corroborarse en Japón un sitio donde se comprarían el dispersantes, la dirección correspondía a una tienda de
entretenimiento.
El
efecto en las aguas del Golfo de México
fue devastador. De entrada, el metano del hidrocarburo agota el oxigeno
de gran parte del agua. Se causaron estragos en
las aguas donde desova el atún
aleta azul que alimenta a muchas familias.
El impacto la pesca fue brutal como en el Ixtoc.
Cómo
no darle garras y dientes a una autoridad para que vigile a las empresas
petroleras tan irresponsables a las que les vale un comino el ambiente. Así se pronunciaba un alto funcionario del Puerto de
Houston en una gira que hice con mis alumnos de la Universidad del Noreste por
el puerto, mientras navegábamos las contaminadas aguas del Canal de Houston
Aquí vierten sus aguas residuales una diversidad de refinerías e industrias
petroquímicas que alimentan su sed de hidrocarburos, fenómeno que se resume
estos datos: El consumo per capita de
energía de cada estadounidense es de 334.6 Unidades térmicas Británicas (BTU)
Los chinos 56.2 mientras que los indios 15.9. En México no le cuento .Todavía
hay sitios sin luz.
En
un tiempo, teníamos miedo de que algún
tripulante de un barco cayera a esta agua, no por temor a que muriera ahogado,
sino porque podía morir envenenado por los niveles de contaminación. Pero los
grupos de ultraderecha jamás permitirán reformas que restrinjan sus negocios.
Pemex,
la desigual competencia
Soplan nuevos vientos ya sin duda sobre Pemex. Hay
implícito en su futuro su competencias con las grandes petroleras mundiales que
iniciaron su desarrollo tecnológico en esta materia hace mas de una década,
mientras a nivel local se acorraló a la empresa con una estrategia sin
inversión. Para añadidura, el presupuesto del Instituto Mexicano del Petróleo,
muy apenas llega a los 40 millones de pesos.Las petroleras privadas gastan
miles de millones de dólares en investigación.
A la vez, se presumen 176
mil millones de dólares de reservas en el Banco de México que,
depositados en bancos de Estados Unidos en su mayoría, no brindan ningún
beneficio al país; así como hay un fondo de pensiones también con cantidades
multimillonarias que bien se hubiesen podido utilizar para revitalizar a Pemex,
pero se optó por satisfacer las veleidades privatizadoras de los grupos que
claman su parte del pastel impulsado por ex directores de Pemex, nuevos
magnates del petróleo que pronto veremos de lleno en la escena.
¿Qué habrá de verdad en el fondo de la reforma energética?
Hace unos días, Manuel Camacho Solís, senador por el PRD ponía de manifiesto en
un programa televisivo los asedios de
los petroleros texanos que sufrió como precandidato a la Presidencia de México
para la apertura del sector energético, a cambio del financiamiento de su
campaña.
Fueron invitados él y Vicente Fox a una reunión de alto
nivel con esos personajes. Dice Camacho que Vicente Fox se abalanzó sobre la
posibilidad como un hecho real. Ya como presidente, vimos su desastroso actuar
en la paraestatal con Raúl Munoz Leos como un director de Pemex. Por otro lado
vimos crecer la ostensible riqueza de los hijos de “la señora Marta”.
¿Estamos hoy en día ante el cumplimiento de los afanes de
los financiadores de campañas o ante un acto modernizador?
More articles by this author
|