La dinastía japonesa ha marcado una extensión en su propia nación y alrededor del mundo. Su influencia atrae, invita, y llama a conocer sus ciudades como Osaka, la tercer ciudad más poblada de Japón, con alrededor de 3 millones de habitantes que saben vivir entre los movimientos que produce la isla principal de Honshu, teniendo como desembocadura el Río Yodo en la Bahía de Osaka.

Disciplina, cultura y diferentes costumbres y tradiciones son algunas de las características que el viajero se puede encontrar por esta zona de Japón, donde quizá costaría acostumbrarse al estilo de vida. Sin embargo, un viaje de placer japonés no cae nada mal, sobre todo cuando se conoce a Osaka, la ciudad destacada por los puertos y centros industriales que la rodean y la convierten como uno de los destinos preferidos para disfrutar de breves vacaciones, visitando, ór ejemplo el Castillo de Osaka.

Por cierto, el Castillo de Osaka, de los más concurridos por su tipo de arquitectura, es una legendaria construcción cuya construcción se inició en 1583 en lo que fueron los terrenos que ocupaba, en aquella época, el templo Ishiyama Honganji, un sitio que fue habitado por monjes guerreros que perdieron la vida en la hoguera entre 1534 y 1582. Se dice que en la edificación de este castillo, trabajaron más de 60 mil obreros a quienes se les obligaba a cargar enormes cantidades de piedra. Pero lo que más llama la atención es la forma en cómo fue decorado el castillo, con el uso de materiales preciosos entre ellos el oro y la plata, ambos metales son considerados tesoros de valor incalculable.

Nadie se iba a imaginar que esta edificación sufriría daños durante la II Guerra Mundial, cuando fue bombardeado por el enemigo destruyendo el castillo, pero el asunto no terminó aquí porque en 1950 pasó por otro desastre al ser arrasado por un tifón. Sin embargo, si algo tienen los japoneses es que no se rinden ante las adversidades y en 1955 decidieron restaurar el castillo con el apoyo de arquitectos e historiadores, quienes lograron recuperar los planos y diseño originales. Muchas de las piezas que se rescataron de las ruinas, fueron restauradas y algunas de ellas tuvieron que hacerse como réplicas exactas. Los japoneses querían que todo lo que había sido destruido, se volviera a restablecer debido a que el castillo había sido el emblema de la ciudad de Osaka.

Festejos y el Imperial Hotel de Osaka

Amigos lectores, ustedes saben que una de las necesidades básicas del ser humano es comer, así que una de las zonas recomendables para comer se le conoce como Dotombori, es la más famosa por la cantidad de restaurantes muy bien ubicados, el constante ir y venir de la gente se debe a los teatros, tiendas y vida nocturna la arteria principal de Osaka. El río que se ve por aquí, no es un río natural sino que es resultado de la mano de obra del ser humano que trabajó para desviar el cauce debido a las inundaciones que se presentaban en el área.

Actualmente sufre de un alto nivel de contaminación, sin embargo no fue un obstáculo para los aficionados al béisbol cuando el equipo de Hanshin Tigers de Osaka derrotó al equipo de Carpas de Hirsohima, fue tanta la alegría y pasión de los seguidores de los Tigers que no les importó arrojarse al río, con altos índices de contaminación y a pesar de las advertencias para celebrar la victoria, algunos de ellos terminaron en el hospital debido a que la profundidad del río es de tan solo un metro. Bueno, es una forma de festejar de los japoneses en cuanto al deporte se refiere, aun así, los japoneses siempre muestran una disciplina que a veces se rompe, dependiendo de la ocasión.

Tal vez da la impresión que la visita a Osaka significa solo visitar edificios y nada más. Existen eventos como el festival de la cerveza donde México tiene una presencia especial, festival que tiene lugar en el edificio Umeda Sky, mismo que tiene un formidable mirador en el piso 40 que permite admirar vistas de la ciudad de Osaka en 360 grados y no es una exageración, es una realidad.

El tiempo y espacio dedicado al descanso lo hice en Imperial Hotel de Osaka (Leading Hotels of The World), un resort que tiene la ubicación ideal en el área del centro de negocios de la ciudad, en otras palabras, creo que es un oasis donde prolifera el verde de los jardines cercano al Río Okawa. En la ribera, la gente acostumbra a practicar el jogging, considerado como el paseo terapéutico bajo la sombra de los árboles. El resort tiene una irresistible colección de suntuosas habitaciones donde se puede disfrutar de toda la comodidad que se merece el viajero.

El ambiente culinario, dentro de las instalaciones del Imperial Hotel Osaka, se complementa con las delicias de la cocina japonesa. Esta ha sido una visita gloriosa, no para quedarse a vivir, pero sí para seguir gozando como una opción atractiva, sobre todo durante la época de verano. Y hasta la próxima, ¡abur!

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