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MAASTRICHT
Y SU FERIA DE ARTE
ENRIQUE CASTILLO-PESADO
Maastricht (Vía KLM). —Al llegar al recinto de la Feria de Arte, TEFAF, uno sabe cómo viajar por la ciudad más antigua de Holanda; es entrar a una historia que inició en el año 50 A.C. Los romanos reconocieron su importancia por ser una ciudad que utilizó como estrategia el punto de intersección comercial para establecer el Mosae Trajectum. El asentamiento llegó a desarrollarse a un nivel que se transformó en un castillo, conocido como campamento militar amurallado. Los cambios sociales ocasionaron que los romanos abandonaran el sitio al finalizar el siglo IV.
La sociedad en Maastricht se le identificó como una diócesis y tuvo su primer obispo, San Gervasio, el último fue San Lamberto. El registro del este momento fue del siglo IV al VIII. De ser una ciudad romana, Maastricht tuvo su etapa que fue gobernada por los franceses y a principios del siglo XIV el auge comercial se da gracias a la industria textil. Asimismo, fue una de las ciudades más fortificadas de Europa para protegerse de los ataques del Sur, por cierto fue ocupada en 19 ocasiones por Austria, España y Francia.
Son siglos de historia que respaldan a Maastricht. Hoy en día, la ciudad ocupa el decimonoveno lugar entre las ciudades más grandes de los Países Bajos con aproximadamente 125,000 habitantes. Para mí, es uno de los destinos turísticos más famosos de Europa por su ubicación que hace frontera con Alemania y Bélgica, además de ese caso antiguo que atrae a infinidad de visitantes.
Primero llegué a Ámsterdam, 11 horas aproximadamente de vuelo desde la Ciudad de México, posteriormente me trasladé en tren a Maastricht —viaje directo, ida y vuelta, por 40 €--; es lo más aconsejable porque los trenes salen cada 30 minutos, además que es un viaje espectacular con una duración de 2:30 horas, recorriendo una distancia de 228 kilómetros.
Se puede considerar que en Maastrich se vive el ambiente cultural, como es –repito-- la Feria de Arte, TEFAF, la de mayor influencia que cada año ha adquirido un reconocimiento a nivel mundial y a la que tuve la oportunidad de asistir. Aprecié extraordinarias obras de arte que exhiben artistas de todo el mundo. Este importante evento tiene un alto impacto para la economía de la ciudad de Maastrich. El alcalde del lugar, Onno Hoes, me dijo que “Las ciudades de TEFAF--Maastricht (así las describen) son inseparables y de gran beneficio muto” Y agregó: “Espero con interés la celebración del 25 aniversario del la Feria para el próximo año 2012”.
El Palacio de Congresos y Exposiciones (MECC), es la sede donde se realiza la feria que en esta ocasión atrajo a más de 73 mil visitantes –hay que ser testigo de la magnitud del evento que tiene una duración de diez días— para ver alrededor de 30 mil obras extraordinarias, algunas de ellas con 7 mil años de historia. Los hombres más ricos del mundo, arribaron en sus jets privados (se contabilizaron 154 aviones), que aterrizaron en el aeropuerto durante la feria, para adquirir alguna de las obras en exhibición distribuidas en 260 galerías de 16 países del mundo.
Es un hecho que TEFAF es un verdadero museo de arte anual con la principal característica se ser insuperable, por la presencia de más de 2.000 coleccionistas que se suman a la atmósfera de arte llena de elegancia en su diseño y decoración.
En este 2011, la obra que se llevó las miradas de los visitantes fue El hombre con las manos en la cintura de Rembrandt (1658), la cual se valuó en tan solo 47 millones de euros. La Feria de Arte ocupa una superficie de 31,000 m²; se utilizan 12,000 m³ de material en su construcción que es transportado en 200 camiones de carga, para realizar la exposición y que en esta ocasión se llevó a cabo del 18 al 27 de marzo de 2011. El día de la inauguración llegaron 10 mil personas.
El tiempo aproximado para recorrer toda la exhibición es de nueve horas, pero quien esto escribe lo dedicó en 5 días donde pudimos admirar obras de Renoir, Frans Hals, Picasso, Miró, Monet, Matisse, Munich, Van Dyck, Carraci, Botero, Chagall, Magritte. Esculturas de Henry Moore, Rodin, Zadkine, Coubert, entre otras, así como esculturas de China, Grecia, Roma, Egipto y Japón.
Me dio gusto encontrar la presencia de piezas hechas en plata mexicana, del siglo XVII y XVII, propiedad de una galería argentina. No podía faltar Andy Warhol y su obra pictórica Liz, dedicada a Elizabeth Taylor. Nos vemos el próximo año en Maastricht para compartir con ustedes las buenas experiencias de TEFAF. Y hasta la próxima, ¡abur!
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