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Edición 277
Escrito por Héctor Chavarría   
Lunes, 05 de Marzo de 2012 10:21

TITANIC, 1912-2012

A cien años de la más evocadora
tragedia en la mar

(Y de un mexicano valiente)

HÉCTOR CHAVARRÍA
(Exclusivo para Voces del Periodista)

 

A manera de prólogo:

AQUELLA NOCHE y madrugada del 14-15 de abril de 1912, en el helado Atlántico norte, la nave más lujosa del mundo, con una enorme cantidad de pasajeros a bordo y sin botes salvavidas suficientes se estaba hundiendo, de manera lenta pero segura.

Todo el mundo conoce esa historia, pero no todo sobre ella...

Entre los muchos que en breve serían parte de la estadística de la peor tragedia marítima en tiempos de paz, había de todo: los ricos y poderosos, los pobres e ignorados, los jóvenes y los viejos, los ingleses y los gringos, los emigrantes y los tripulantes.

Y un ciudadano de los Estados Unidos Mexicanos con muchas gónadas, un hombre que iba a realizar uno de los actos más galantes de aquella jornada espantosa.

Algo que James Cameron no puso en su película pero que merecía estar.

Una historia para recordar.

...Además de la noche que todos recuerdan.*

Diga a mi familia lo que ocurrió aquí

Uruchurtu.

Titanic3

Más sobre aquella noche de 1912

Ahora, al paso de los años, sabemos muchas más cosas sobre el trágico destino de la Titanic de lo que se sabía cuando ocurrió la colisión con el iceberg sin nombre.

Eso sin contar el que algunos pocos que viajaron en ella la volvieron a ver y que muchos que crecimos oyendo hablar de ella la vimos por `primera vez.

Se creyó y se escribió hasta el cansancio sobre la rajadura de 90 metros de largo en el casco, pero la verdad era que nadie había visto la herida en la piel de la Titanic... cuando finalmente fue vista y estudiada, la historia resulto ser otra.

No existía, no existió, tal corte.

Ahora sabemos que el roce con el iceberg no cortó el metal sino que lo aflojó en sus remaches y de paso arruinó su resistencia estructural, la presión del agua hizo el resto.

Cuando la nave fue construida se usó en ella el mejor acero conocido entonces, pero ahora sabemos que no era tan bueno, de hecho para las normas de calidad actuales era pésimo, podría haber sido bueno en un buque más pequeño, pero no para resistir esas tensiones y pesos, claro, eso se ignoraba a principios del siglo XX.

El impacto, el roce y la presión lo convirtieron en una coladera, el agua no entró a chorros sino como si fuera una regadera, pero para el caso el resultado fue el mismo. Cuando Robert Ballard halló la Titanic no la encontró completa, ahí se supo que era cierto lo que algunos testigos afirmaron sin que se les creyera: la nave se había partido en dos antes de hundirse, la casi intacta proa y la popa aplastada nos dan una idea de la terrible fuerza de la presión del agua... la proa tenía presiones igualadas porque estaba inundada, la popa conservaba aire en su interior e implosionó... si aún había personas vivas en aquellas bolsas de aire murieron quemadas (la presión enorme incendia el aire en casos de implosión, aunque parezca imposible bajo el agua) y aplastadas, desagradable pero rápido, lo horrible debieron ser los minutos previos.

Y seguramente había personas vivas aún, cuando la popa cayó hacia el abismo, los pasajeros de tercera clase que no tuvieron ni la menor oportunidad de escapar hacia la cubierta.
Ahora sabemos al revisar la historia que si los botes casi vacíos que abandonaron la nave al principio hubieran regresado a donde flotaban varios cientos de personas, bastantes de ellas se hubieran salvado de la hipotermia, también sabemos que entre los tripulantes y oficiales de la Titanic que embarcaron a los pasajeros en los botes hubo muchos casos de valor, esos hombres tampoco tuvieron oportunidad, para cuando el capitán dio la orden de que cada quien se salvara como pudiera, ya no había en que pudieran salvarse.

Otras cosas quedarán en el misterio eterno, como la manera en la cual murió el capitán Smith, James Cameron en la cinta, lo hizo regresar al puente para morir con su nave a la manera tradicional, algunos pasajeros en aquellos ya lejanos días afirmaron haberlo visto flotando, incluso algunos puntualizaron que sostenía a un niño, pero no hubo manera de comprobar algo de aquello, si realmente flotó, el cadáver no estuvo entre los recuperados.

Después del hundimiento de la Titanic el servicio de guardacostas de los EUA creó la Patrulla Internacional del Hielo, la cual tiene como misión cuidar de la deriva de icebergs en el Atlántico Norte y avisar a los marinos de su presencia... su misión ha sido cumplida con tal cabalidad que la Titanic fue la última nave que se ha hundido a causa de un iceberg. Y, también cabría agregar, que ningún capitán repetiría la imprudencia de Smith, a quien se le había avisado de la presencia del hielo.

Todos los años, en la fecha fatídica, la Patrulla Internacional del Hielo envía un mensaje por radio en el cual se menciona la latitud y longitud que la Titanic tenía entonces, el nombre de la nave y las letras RIP. Aquello es la promesa  de la Patrulla Internacional del Hielo de que aquello no volverá a repetirse.

No hubo historias de amor, ni joyas deslumbrantes aquella noche, y si las hubo se perdieron en la mar.

Pero otras historias si han sobrevivido.

Algunos murieron como caballeros

Manuel Uruchurtu era un hombre aún joven, de una familia mexicana acaudalada, político exitoso, culto y con valores de caballero.

Titanic1

Viajaba en primera clase en su regreso a casa desde Europa. Cuando se produjo el choque él fue de los afortunados (por ser rico), que tuvo acceso inmediato o casi, a los botes salvavidas, claro se embarcó primero a las mujeres y a los niños, pero él aún alcanzaba lugar.

Entonces ocurrió lo que lo convirtió en algo más que un muerto más.

Una joven mujer estadunidense (algunos dicen que pasajera de segunda clase) trató de embarcarse en el bote que iba a ser arriado.

Ante la imposibilidad de hacerlo quedaba condenada a una muerte segura.

Entonces nuestro caballero mexicatl le cedió su lugar en el bote, lo único que le pidió fue que viniera aquí y buscara a la familia Uruchurtu, que les explicara lo que había pasado y porqué él había muerto (no vestido de etiqueta como otros, pero si como un galante caballero), luego él le dio a ella un anillo para entregarlo a la familia y se perdió entre la masa desesperada que llenaba las cubiertas.

Nunca se sabrá cómo y dónde murió, si en el buque, en el agua, bajo ella... su cuerpo no fue recuperado.

Pero la mujer que salvó si cumplió su promesa, vino a los Estados Unidos Mexicanos, buscó a los Uruchurtu y contó la historia, el asunto permaneció como una anécdota familiar hasta que alguien habló de ello con este reportero.

El nombre de nuestro héroe, por si alguien duda de que viajara en la nave hundida, aparece en orden alfabético en la lista de pasajeros de primera clase desaparecidos en la Titanic, en el apéndice del libro Una noche para recordar.

Sin embargo, la historia de su comportamiento ha permanecido casi inédita, todos prefieren recordar a los otros pasajeros (no latinos) que se portaron de manera galante aquella noche.

Una verdadera injusticia pues siendo el único mexicano en la primera clase, su gesto habla muy bien de la bravura que ha caracterizado a muchas personas en este país.

Podría decirse que habla por todos.

Es una ironía que habiendo filmado James Cameron una buena parte de la cinta en los EUM y habiéndose vanagloriado de la espléndida mano de obra mexicatl (al reproducir los trabajos de madera de la Titanic), no haya mencionado en su película al único mexicano, hasta donde se sabe, que estaba presente aquel 15 de abril de 1912.

Hoy, en Rosarito, Baja California, EUM, yace (por así decirlo) la réplica en tamaño casi real que James Cameron usó para la filmación de Titanic en ella se puede ver cómo era aquella nave de ensueño y caminar por los sitios por los cuales deambularon Leonardo  y Kate, Cameron y muchos más, mientras se hacía la película...

Titanic4

 

Una réplica de la nave está ahora en el país que vio nacer a un héroe anónimo de aquella noche tan lejana.

Nos gustaría que otros en los EUM miraran esa réplica como un monumento a la acción valiente por parte de Uruchurtu.

Pero al recordar la película de Cameron y su final... si quisiéramos hablar de fantasmas y recuerdos, de espectros caminando por las cubiertas de un buque irreal, preferimos ver a Uruchurtu, primero paseando bajo el sol, mirando a las damas, soñando con la patria lejana y quizá con el primer tequila en casa, con la familia... y luego, ante lo inevitable... mostrando el valor y el desapego.

O, tal vez preferimos verlo caminando, por una cubierta cada vez más inclinada, hacia las sombras y el olvido tras el deber cumplido.

Así pasan los espléndidos*



 

OLYMPIC, TITANIC & BRITANIC...

Tres hermanas, un destino

Ellas, las naves son damas, femeninas, bellas; ellas engalanan la mar”
Dicho marinero.

LAS TRES FUERON BELLAS, de buena familia, ágiles, esbeltas, fuertes: nacieron bajo signos promisorios, se les auguró un futuro brillante... y todas terminaron de manera miserable, como si las amparara un hado siniestro.

Pero nada de esto parecía posible cuando fueron construidas para ser parte del orgullo marítimo de Inglaterra.

Una, la segunda hermana se volvió eso si, la nave más famosa del siglo XX el 15 de abril de 1912, otra la menor fue asesinada por una mina y yace boca abajo en su tumba líquida, la primera y de  mayor edad, fue descuartizada de manera ignominiosa.

Todos recuerdan a la segunda hermana y su agonía en primavera con las notas musicales de Otoño, los actos de heroísmo y de cobardía: es la historia de “una noche para recordar” que se ha contado quizá demasiadas veces... es imposible olvidar a la Titanic.

Titanic2

 

La Britannic a pesar de haber sido hundida durante la guerra, no se llevó a la tumba a tantas víctimas como su hermana mayor y su prima la Lusitania, las víctimas en este caso fueron militares y algunas enfermeras, la asesina una mina anónima y no un iceberg, no había a bordo personajes famosos, ni pocos botes salvavidas, tampoco un comandante de submarino alemán a quien culpar por dispararle a un buque civil como en el caso de la Lusitania... al agujero abierto por la explosión se sumaron cientos de portañolas abiertas para ventilación y la Britannic se hundió veloz y calladamente.

Las dos hermanas menores tuvieron vidas efímeras. Ambas fueron heridas de muerte en las amuras de estribor, como si fuera una especie de maldición.

La hermana mayor, la Olympic fue más afortunada, aunque su muerte fue quizá peor pues no fue para la fama, o en la labor humanitaria, sino anónima y callada.

Y eso duele.

Lujo y velocidad

La Olympic fue puesta en servicio como la nave más grande de pasajeros el 20 de octubre de 1910, y el número de su quilla fue el 400 (su hermana Titanic llevó el número 401 y la última de las tres la Britannic ex Gigantic, el número 433), fue la primera de un proyecto grandioso que buscaba poner a flote los buques de pasajeros más lujosos y veloces construidos hasta entonces para la compañía naviera White Star, su viaje inaugural fue un éxito y las siguientes naves gemelas y hermanas serían conocidas como la Clase Olympic. Dos años después ocurrió la tragedia de su hermana Titanic y la Olympic fue llevada a los astilleros: recibió botes salvavidas extra y previendo una posible colisión el doble fondo fue extendido hacia arriba con lo cual tuvo una segunda piel, al estilo de la Great Eastern.

Los constructores estaban aprendiendo.

La construcción de la tercera hermana, la Gigantic continuó, pero se le cambió el nombre por el de: Britannic. Después del desastre de la Titanic la compañía no deseaba volver a ser acusada de arrogante por aquel rumor tan extendido sobre la Titanic (que nadie ha podido comprobar) de que alguien dijo “que esa nave no podía hundirla ni dios.

La hermana mayor, la Olympic ya había tenido algunos problemas antes, pero no habían llegado a mayores: el 20 de septiembre de 1911, bajo el mando del capitán E.J. Smith (el mismo que se hundió con la Titanic), chocó con la nave inglesa Hawke.

Fuera de unas raspaduras y la hélice de estribor (siempre estribor) dañada, el asunto no fue más allá del susto. Smith ni siquiera lo consideraba digno de mención.

Cuando estalló la guerra, la Olympic continuó llevando pasajeros a través del Atlántico... por un tiempo, pero luego fue destinada al transporte de tropas, hizo múltiples viajes y todos con buen éxito, transportó a 41,000 civiles, 66,000 militares, 12,000 chinos de batallones de trabajo a través de 184,000 millas y quemando 347,000 toneladas de carbón. Su labor durante la guerra le valió el cariñoso apodo de Old reliable: “Vieja confiable”.

Una dama enojona

En su viaje número 22 llevando tropas, realizó un acto único hasta la fecha: un submarino alemán, el U-103 le lanzó un torpedo, el proyectil fue detectado y el timonel hizo una maniobra rápida (si hubiera ido a bordo de la Titanic otra hubiera sido la historia, pero en fin), y evadió el torpedo, eso ya era notable para una nave de tal tamaño, pero hubo más, desde el puente el capitán bramó: “¡Sobre el bastardo!” y la dama de los mares viró ceñidamente (algo sumamente audaz para su tamaño) y ¡embistió al U-103!

¡Y le dio! Apenas un rozón, pero esa “caricia” de una nave de más de 46,000 toneladas de peso fue suficiente.

El sumergible alemán se fue al fondo en dos patadas y la Olympic se convirtió con ello en la única nave civil en la historia naval que ¡hundió un sumergible en combate!

La Olympic volvió a transportar pasajeros civiles después de la guerra hasta totalizar 25 años de servicio, un año antes de ser dada de baja: el 15 de mayo de 1934, por la noche;  hundió su segunda embarcación. En esta ocasión fue el buque faro Nantucked que se encontraba en el sitio inadecuado, en el momento preciso y en medio de la niebla, siete tripulantes del navío embestido y hundido perecieron.

Fue la última aventura.

La compañía Cunard, ahora dueña de la nave, decidió que era ya demasiado vieja, costosa e inadecuada, en marzo de 1935 la “Old reliable” hizo su última travesía, luego fue vendida como chatarra y desguazada.

Un fin indigno para la única sobreviviente de una clase desafortunada.

Nunca más se construyeron otros barcos semejantes, la era del vapor a carbón había muerto, las nuevas señoras de la mar usaban turbinas de diesel... los interiores de la Olympic fueron subastados y sólo se conservó su fastuoso comedor como restaurante, idéntico al de su famosa hermana Titanic.

Como una burla del destino, ahora podemos ver en la TV a las hermanas hundidas, en sus tumbas húmedas... pero la “Old reliable” es apenas un recuerdo en algunas fotografías borrosas.

Las hermanas eran tres bellas naves, damas de la mar, que merecían un mucho mejor destino...

 



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