RETOBOS EMPLUMADOS PINO PAEZ
Elección crónica
PRIMERO DE JULIO, domingo tempranero, elección crónica por la grandota… crónica cual re-cuento patológicoacaecido, crónica escurriendo consabidos terregales del reloj de arena, crónica como tos de fumador que expectora rutinarios resabiosde humareda.
Crónica ronda de maeses del augurio
Pululan umbrías las encuestas que cuestan y acuestan; merodean también sombríos los cuñaos Hildebrando e Ignacio. En la nochecita los numeritos de salida en un entremés anuncian lo que pronto será ratificado por un banquetazo deautoridá: ganaron doña Elbota, don Enriquito y el Innombrable.
Todo estaba vaticinado: don Enriquito arriba, don AMLO abajo, doña Jose más que fundida… refundida y don Gabrielito feliz con su registrote, junto a la hijita de mamá grandota. Ya no hubo 0.56, ni kunderanas liviandades con que bascular el ánima.
Don Enriquito discursea entre vítores de matraca, ¡qué ortodoxia la suya en la oratoria!: mímica idéntica de don Gustavo Tlatelolcoy clonada entonación del padrinito Montielote. Doña Jose asoma la derrota desde el portal de su sonrisita de chotis tan choteada. Don Andrés Manuel reincide en la espera, recurre a los clásicos luego, no me tardo nada y al ratito, en este primero de julio que ya no desespera, que hastía ante tanta cumplimentada cantaleta de augures, que a muchos centinelas de la expectativa fuerza a recluir la medianoche en un bostezo.
Crónica veracidad de Tolstoi y Gabo
Igualito que en La muerte de Iván Illich, molde(sólo molde)de corolario desde el título explicitado, en que Gabriel García Márquez fincó su Crónica de una muerte anunciada… este julio dominical desgranaba lo que ya se sabía del reír de la mazorca.
En la novela extraordinaria del polígrafo ruso morir es una especie de esquela de antemano leída, en esta elección crónica, con antelación se leyóotra novela pero de tele: don Enriquito se llevaría la grandota sin connotaciones al doble sentido.
No se haría de la grande por carismas que imantan multitudes, ni matrimonios político-mercantilescon harto maquillaje y más silicón, ni por la entrega inmediata y “espiritual” de un expresidente del país y otro expresidente del mismo PAN sin migajones, tampoco en aras de la sucumbida doncellez de doña Rosarito y el señor Arce y su hermanito.
Se lucubró que le darían la sillísimaa don Enriquito, tras anunciar la contratación -en materia de asesoría- de un general colombiano apellidado Trujillo, especialista en represiones, ascendido al santuario militar por Santos… el ahora mandatario que invadiera Ecuador, más que por órdenesdel entonces presidente Uribe, por la Casa Blancay CIA.
No se trataba de plagiar La muerte de Iván Illich (homónimo de ficción de un estupendo pedagogo en la realidad, con aportes didácticos similares a los que con antelación anotara el gran José Revueltas), sino mostrar y demostrar que a través de tan altos y masacrantes pergaminos… la grandota estaba asegurada, quizá no en sufragios, a lo mejor afuerita de los cómputos, puesto que el señor Trujillo no aceptaría tal oferta sin la certeza de que su empleador quedaría bien asentadito en la grandota.Más que a un general sudamericano, don Enriquito anunciaba -sin demasiada sublimidad- cómo el imperialismo lo acoge en su regazo, cómo la oligarquía trasnacional y periférica lo acurruca en las gorduras de su seno, cómo estaba cantadito el resultado en los gallináceos símbolos de un gorjeo.
Don Enriquito no se fusiló La muerte de Iván Illich ni Crónica de una muerte anunciada, don Enriquito no lee y, por ende, no se fusila libros… otros fusilamientos ejerce sin metáfora ni rapto de ideas, como en San Salvador Atenco, tampoco sus publicistas leen, aunque con encantadorcinismo pro-mueven la lectura al ritmoatornillador deperreo, lambada y quebradita.
Crónica de la misma-mesma-mismisidad
Acerca de Atenco, este primero de julio, aparece-reaparece-desaparece -junto a don Enriquito- Wilfredo Robledo, el mismito que entrara a la UNAM con soldados disfrazados de policías; el mismo que fuese acusado de aplicar el dos de bastos en compra de helicópteros; el mismo primo de Mario Villanueva;el mismo a quien don Enriquito le inventara un cargo anticonstitucional, para masacrar comuneros y, tras crímenes, robos y violaciones, otra vez protegieran en nómina y escondite de la Policía Federal. ¿Lo repondrá don Enriquito en una nueva invención de antiguos métodos macaneadores?
Cercanía también tiene don Enriquito con Joaquín Villalobos, excomandante guerrillero salvadoreño, el mismo que asesinara al poeta Roque Daltón, el mismo que deviniera agente de la CIA, el mismo tan próximo a Salinas, asesor de Uribe, alabado por don Jelipe, integrado a sueldo en la PGR, el mismo que compartiera en el virreinato de don Enriquito monísimos coloquios de libertá. ¿Lo incluirá en alguna consejería paque susurremás secretitos todavía de su versión contra su ex subversión?
Crónica preguntadera que sin respuestas en ascuas arderá
Este primero de julio las interrogaciones crepitan en una reflexión:¿Por qué en el segundo debate don AMLO no tocó a don Enriquito ni con el pétalo de una trompetilla? ¿Por qué doña Jose en cierre de campaña nominó a don Jelipe procurador? ¿Por qué el cuchi-cuchi y sus muchos pantalones?
¿Por qué don Leonardo-IFE habló de “novedosa imparcialidad”? ¿Por qué doña José, quien tampoco le atora mucho a la lectura, parafraseó al versificador Ricardo López Méndez, el de “México, creo en ti” con el chepinesco “Josefina, creo en ti”? ¿El consejero Benito Nacif tendrá parentesco con don Kamel, el afamado cosmetólogo que puso precioso al entonces virrey de los camotes?
¿Se suscitarán más casorios político-mercantiles al estilo de don Enriquito y doña Gaviotita?¿O en parangón al del señor Portillo y la señora Romano en el cual él tenía muchas novias y ella le correspondía con muchos novios?
¿Por qué don AMLO ni un pucherito diseñó en contra de Flavio Galván Rivera, magistrado este primero de julio en quien recaerá el último pronunciamiento numerado, cuando en el 2006 era parte del TRIFE cuya presidencia alueguito le dieron en premiación a la jelipada, y alueguto se la quitarían por nebulosas triangulaciones financieras?
¿Por qué la televisión se ha constituido para varios comentaristas, ubicados en diversos estadios de la derecha (el referido don Benito, doña Carmen Alanís, don Lorenzo Córdova…), en resortera que impulsa hacia la híper calcificación de IFES, TRIFES y sucursales?
¿Por qué a don Alejandro Luna Ramos, actual titular del TRIFE, que con su hermanita fue proyectado hasta el tuétano del fémur electoral por el señor Ceballos, los opositores no le han destinado ni la chispita de un reclamo?
¿Por qué este primero de julio harta, desazona y golpea con el turbión de los presagios?
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