Pendientes gubernamentales
EDUARDO LÓPEZ BETANCOURT
TERMINARON LAS ADMINISTRACIONES, tanto del gobierno federal como el de la capital del país; no obstante, ambos dejan varios pendientes que deberán atender sus sucesores, muchos de ellos asuntos importantes donde no se ha encontrado solución.
EN EL RUBRO FEDERAL, es indispensable que Peña Nieto termine con la anarquía que impera en casi todos sus ámbitos, donde es evidente, cada quien hace lo que quiere. Sin tratar de centralizar funciones, es conveniente que sobre el gasto público se tenga mayor cuidado.
Cito también el drama que se da en la famosa Autopista del Sol, misma que comunica Cuernavaca con Acapulco. Es realmente perverso, que de 1994 a la fecha esté permanentemente en obra. No dudamos que se dieron inmoralidades en su inicio, donde por supuesto estuvieron involucrados Carlos Salinas como primer mandatario y su cuñado “favorito” Francisco Ruiz Massieu; este último asesinado, según se dijo, por el propio hermano de “Carlitos”, el terrible Raúl, quien por cierto fue exonerado después de haber sido condenado; claro, el magistrado que lo eximió es premiado con una candidatura para ser flamante ministro de la Corte.
Volviendo al tema de la Autopista del Sol, sus reparaciones se han convertido en un negocio redondo; no existe en esa vía de comunicación un solo kilómetro que no haya sido reparado. Es innegable, como ya lo señalamos, que desde su inicio fue mal construida, y precisamente con ese pretexto es cómo diversidad de compañías constructoras han ganado lo que han querido. Lo más molesto de esta autopista para el usuario, son los continuos anuncios, en los que se indica que están a punto de concluir los trabajos, pero siempre hay algo nuevo. La empresa que la administra es gubernamental: Caminos y Puentes Federales, la cual por lo regular se encuentra en manos de un “cuate” del presidente de la República.
Es bien sabido, que en el mundo de la construcción se debe otorgar un 10 por ciento a los funcionarios del CAPUFE, para que éstos autoricen los permisos en cualquier tipo de obra. Obviamente, el caso de la Autopista del Sol no es único. Hay infinidad de picardías que a todas luces son lo cotidiano en ese sector tan verdaderamente deshonesto.
En similar tesitura, en cuanto al tópico de las obras públicas, pero a nivel defeño, debemos precisar que los jefes de gobierno capitalino “no cantan mal las rancheras”. Todo trabajo público en el D.F., sobra decirlo, deja muy buenas ganancias. “Por debajo de la mesa” se despachan con la “cuchara grande” servidores públicos perredistas; de esto no debe existir la más mínima duda. Por ejemplo, el innoble peje” se preocupó por “agenciarse” obras de todo tipo, mismas que costaban decenas de miles de millones de pesos y, de esas cifras impresionantes, el 10 por coiento era religiosamente entregado al “rayito de esperanza”.
Un constructor conocido mío, que tiene que ver con lo de los segundos pisos me comentó que es imposible, por cualquier lado que se le vea, evitar la inmoralidad, ya que vivimos en una nación donde la corrupción se respira, agregando que cómo están las cosas, no existe la más mínima factibilidad de cambiar las reglas del abyecto juego, al haber muchísimos y muy fuertes intereses económicos de por medio.
Es obvio que le esperan muchos retos e infamias que enfrentar el próximo Jefe de Gobierno capitalino, empero sabemos que Miguel Ángel Mancera tiene la preparación y por ende la capacidad para acabar de tajo con tantas iniquidades. Ciframos en él nuestras esperanzas.
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