El “vidente” que asustó
a Hitler y Stalin
Se dice que resucitó y podía leer la mente
En la actualidad hay muchas personas que ponen en duda gran parte de las historias que han forjado la leyenda de Messing.
WOLF GRIEGOREVICH Messing es uno de los personajes más enigmáticos del siglo XX. Hipnotista, médium y adivino así le describían sus contemporáneos. Dicen de él que sabía leer la mente de las personas, y que era capaz de hacer creer lo que quisiera a cualquier persona.
Wolf Messing era un polaco de origen judío que nació en 1899, en la pequeña ciudad de Gura Galvaria, donde tuvo una infancia muy dura. Por esta razón, a los 12 años de edad, el joven Messing escapó de su casa y se fue a Berlín a buscar trabajo. Allí, en 1912, tras varios meses en los que casi murió de hambre, Messing perdió la conciencia y los médicos confirmaron su muerte, después de lo cual su cuerpo fue trasladado al depósito de cadáveres de un hospital local.
Entonces fue cuando comenzó la leyenda de los “extraordinarios poderes” de Messing. Empezó a actuar en varias ciudades alemanas, donde se ganó una enorme popularidad. El mismo Adolf Hitler, se interesaría por los “poderes” de Messing. Cuando en 1936 el Führer le preguntó sobre el futuro de Alemania, el joven polaco no se atrevió a decirle todo lo que veía, limitándose a predecir que en tres años el Tercer Reich invadiría la mayor parte de Europa. Fue durante menteun acto en Dresde en 1937, cuando Messing, a pesar de la presencia en el público del almirante Wilhelm Canaris, predijo que si Alemania atacaba el Este de Europa, acabará siendo aplastada. El almirante Canaris se puso furioso, e informó inmediatamente a Joseph Goebbels de lo ocurrido. Así pues, Messing enterado del asunto, escapó a Varsovia, donde, no sólo confirmó su predicción sobre el trágico destino del ejército nazi, sino que también aseguró que Hitler se suicidaría en la primavera de 1945.
Luego ingresó sin permiso a la URSS y fue detenido… El mismo jefe de la policía soviética de Stalin, Lavrenti Beria, quiso conocer al famoso Wolf Messing. De esta manera, Messing también se haría muy popular en la URSS, y llegaría a ser el vidente personal de Stalin. El dictador comunista, al parecer, valoraba mucho las habilidades del polaco.
Wolf Messing murió en noviembre de 1974 en Moscú. Según varios testimonios de la época, a pesar de que fue operado con éxito de una enfermedad arterial femoral, el vidente dijo con tristeza que le quedaban dos días más de vida y, pese a su supuesta recuperación, Messing moriría justo dos días después de una insuficiencia renal.
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