Exterminio de cristianos en Medio Oriente:
ISLAM O MUERTE
Héctor Chavarría
“En el nombre a Allah,
el compasivo,
el misericordioso”
El Corán.
Es una dolorosa realidad, en los países musulmanes se está practicando la persecución a los integrantes de cualquier religión que no sea el islam.
 Martirio a cristianos.
Esta persecución se hace de manera sistemática y la mayor parte de las veces en forma brutal, con castigos que van desde la conversión forzada al islamismo hasta la muerte, pena que sin excepción se aplica a quienes habiendo sido musulmanes se convirtieron a otra religión… víctimas inmediatas son los cristianos.
El reciente caso de la joven sudanesa embarazada condenada a azotes y la horca creo consciencia entre muchos de la implacable persecución a quienes son acusados de apostasía. La joven embarazada a la cual nos referimos tuvo que dar a luz encadenada como corresponde a los condenados a muerte en Sudán. La presión internacional sobre este caso obligó de alguna manera a las autoridades sudanesas a tomar en cuenta la apelación y ella, su marido (que también estaba en prisión por ser cristiano), y sus dos hijos, recibieron asilo en EE.UU de cuya nacionalidad es él.
No es el único caso
 En la ciudad egipcia de Beni Suef, en la ribera oriental del Nilo, una corte criminal sentenció a toda una familia a 15 años de prisión por haberse convertido al cristianismo, lo cual demuestra que las leyes civiles en el islam son papel mojado; lo único válido es la sharía, la ley religiosa islámica... La información fue publicada en el diario Al-Masry al-Youm.
Se trata de una historia simple: Nadia, la madre de familia fue criada en el seno de una familia copta (los coptos integran el 10% de la población total del país). Ella debió convertirse al islam hace 23 años, cuando se casó con Mohamed Abdel-Wahhab Mustafá. Luego de enviudar, ella y sus siete hijos decidieron retornar abiertamente a la fe cristiana. Se afanaron por conseguir la ayuda de funcionarios laicos para obtener nuevas tarjetas de identidad. Pero cuando asumió el gobierno de los “hermanos musulmanes” tanto Nadia como sus hijos y algunos burócratas bajo sospecha fueron sentenciados a prisión.
Al parecer el mundo se ha resignado a que en los regímenes de la teocracia ocurran estas cosas… No hay quien se queje de que, por ejemplo, en Arabia Saudita sea imposible construir una sola iglesia cristiana y esté prohibido exhibir la cruz, mientras se levantan mezquitas por todo el planeta. Abandonar el islam, se considera una apostasía imperdonable allí y en casi todos los países con mayoría musulmana.
Se estima que la población cristiana de Medio Oriente (comprendidas sus diversas denominaciones), hasta fines del siglo XX, se acercaba a un 20%. Los últimos censos la han reducido a un 5%. Y su número sigue bajando.
Disminución acelerada
En el Líbano, el más adelantado de los países árabes, cayó del 50 al 40%. El creciente poderío de Hezbollah, grupo armado y sostenido por Irán, aumentó en ese país la inseguridad y la emigración de cristianos. En Siria, que se desangra con una guerra atroz que el mundo contempla paralizado, los cristianos eran más o menos el 12%. Entre los yihadistas predominan los islamistas fanatizados, que ya han cometido brutales crímenes por motivos religiosos. Algo similar pasó en Irak, donde la mitad de sus 800,000 cristianos han debido huir tras la caída de Saddam Hussein y el incendio de la principal iglesia de Bagdad durante una misa dominical, reivindicado por los salafistas, que quieren reimponer el estilo de vida existente en el siglo VII; aquellos tiempos de Mahoma. Para expresarlo sin rodeos, la fugaz “primavera árabe” ha sido capturada en la mayor parte de Medio Oriente por la regresión fanática, decidida a imponer un intolerante dogmatismo. El vicario de la Iglesia Saint George de Bagdad tuvo el coraje de lanzar una frase políticamente incorrecta y, que podría costarle la vida. Dijo: “El único lugar de Medio Oriente donde los cristianos están verdaderamente seguros es Israel”. Tiene razón, es el único y muy pequeño país de la región donde su comunidad cristiana aumenta sin restricción alguna.
En los demás países de la zona el fenómeno más notorio es el éxodo de las comunidades que huyen de la violencia anticristiana. Los radicales obligan al éxodo sin más pertenencias que lo puesto encima y, a veces, ni siquiera eso. El furor anticristiano ha llegado a excesos como matar niños y crucificar a los cristianos e incluso a musulmanes que no pertenecen a su secta. El papa Francisco lloró al ver fotos de cristianos crucificados, como si se tratara de las épocas más oscuras de Roma… en el estilo usado por los “jóvenes turcos” con las desventuradas víctimas armenias, a principios del siglo pasado.
No sólo en los países árabes, en todos los del islam
 Los problemas para los cristianos no se presentan exclusivamente en Medio Oriente. África tiene su propio registro de abundantes hechos de violencia y persecución, vinculados en su mayoría por grupos violentos de radicales islámicos que desafían los gobiernos de la zona en medio de un conjunto de problemas políticos, económicos y sociales. El caso más obvio de esto es Nigeria con los asesinos radicales del grupo Boko Haram.
En 2011 la violencia produjo 65 mil cristianos desplazados y 430 iglesias atacadas en ese país. La Diócesis de Maiduguri registró ataques o destrucción total de la mitad de sus parroquias y 791 de los 1201 cristianos muertos exclusivamente a causa de su fe sólo en 2012, fueron nigerianos.
En casos similares se encuentra Sri Lanka, donde sectores radicales nacionalistas budistas ocasionaron una oleada de 45 ataques de enero a mayo de 2013, e India, donde en varios estados persiste la intolerancia a los cristianos y se registran destrucciones de templos, profanaciones y ataques físicos a los seguidores de esta religión.
El caso de Libia
La web católica Asia News ha informado que Libia, país que está a merced de los islamistas y criminales, ha pedido a la Iglesia Católica que salga del país. La violencia prevalece en Bengasi y Cirenaica.
Bajo las constantes amenazas que los islamistas someten a las monjas, sacerdotes y personal católico, estos no pueden trabajar. Los inmigrantes de otras partes de África son protegidos en los conventos, escondiéndose de los islamistas por temor a ser asesinados por los fieles más devotos del islam.
El gobierno libio, dice Asia News, en lugar de tomar medidas de seguridad adecuadas, está impulsando a los clérigos católicos a huir y abandonar el país. Monjas, médicos y enfermeras, en su mayoría procedentes de Filipinas, han trabajado durante años en los hospitales libios, al cuidado de los enfermos y los ancianos. Durante la guerra, las clínicas y los hospitales de los religiosos católicos eran los únicos operativos. En éstos, los heridos de ambos bandos, todos ellos musulmanes, fueron tratados y cuidados por el personal sanitario católico.
Ahora los islamistas “agradecen” con “exquisitez islámica” característica a los católicos que les protegieron y curaron, exigiéndoles que se vayan del país.
Sería necesario un libro
El compendio de las brutalidades cometidas por los yihadistas contra los cristianos en los últimos tiempos es demasiado extenso.
Crímenes sobre crímenes se acumulan en la cuenta de los “misericordiosos” musulmanes en esta guerra religiosa tan incongruente con la cultura occidental y la técnica del siglo XXI… estos fanáticos buscan retardar el avance de la humanidad para implantar sus leyes salvajes, su analfabetismo e ignorancia. En el caso de otras religiones diferentes al islam la elección “generosamente ofrecida” es muy simple: ¡Conviértete o muere!
Y, la muerte será dada mediante decapitación, crucifixión y si el desdichado tiene “suerte” mediante un balazo en la cabeza… género o edad no son opción para la piedad, son asesinados hombres, mujeres, niños y ancianos. En la oferta de muerte el islam si es extremadamente generoso.
Aún un somero resumen de esta vergonzosa brutalidad contra la humanidad, requeriría un libro. Muy extenso…
La tragedia de Mosul:
crímenes atroces
Las comunidades cristianas en Iraq datan de los primeros siglos de la religión. Antes de la invasión de 2003 encabezada por Estados Unidos, había casi dos millones de cristianos en Iraq.
Pero desde entonces, la comunidad ha sido blanco de agresiones de los yihadistas islámicos y los ataques a los cristianos, religiosos y templos han hecho que muchos huyeran del país. Las autoridades eclesiásticas calculan que hoy apenas quedan unos 450.000, los yihadistas del Estado Islámico del Levante, que controlan Mosul desde hace varias semanas, lanzaron un tajante ultimátum a los cristianos de la ciudad para que se conviertan al islam, paguen un impuesto especial o se vayan. La opción es la muerte; esa es la misericordia islámica y para demostrarlo han asesinado a un crecido número, incluidos niños.
 El primer ministro iraquí condenó la agresión del grupo extremista Estado Islámico de Iraq y el Levante contra los cristianos en los territorios que controla y en especial en la ciudad de Mosul donde se han llevado a cabo criminales crucifixiones… dijo que ello revela la amenaza que los yihadistas imponen a la tradición de siglos de esa minoría religiosa.
Los comentarios de Nuri al Maliki ocurrieron un día después del plazo que impuso el Estado Islámico a los cristianos en la ciudad ocupada de Mosul de convertirse al islam, pagar un impuesto o ser condenados a muerte. La mayoría de los cristianos optó por huir a la región autónoma de los curdos o a otras áreas protegidas por las fuerzas de seguridad. Lo que hace el grupo terrorista Daesh (acrónimo árabe del Estado Islámico de Iraq y el Levante) contra los ciudadanos cristianos en la provincia de Nínive y su agresión a las iglesias y casas de culto en el área que controlan, revela sin lugar a dudas la naturaleza extremista, criminal y terrorista de este grupo, esa gente, mediante sus crímenes, revela su verdadera identidad. Los residentes de Mosul dijeron que los yihadistas empezaron a ocupar y apropiarse de iglesias y casas de los cristianos que huyeron de la ciudad.
Esas acciones derivan de la interpretación extrema del “derecho” islámico por parte del grupo que quiere imponer su voluntad en los territorios que controla en Irak y Siria. En Mosul el grupo extremista ha prohibido el alcohol y ha cubierto los rostros femeninos en los carteles de publicidad callejeros, las niñas y las jóvenes están siendo “casadas” con yihadistas convirtiéndolas de esta manera a la fuerza al islam. Este es el mismo sistema que usaron los abuelos de los otomanos actuales (seguidores del turco Erdogan, aspirante a califa), contra el indefenso pueblo armenio, a principios del siglo pasado. Todo en nombre de Allah y el califato.
Mujeres cristianas vestidas a la fuerza como musulmanas, son puestas a la venta en el mercado de la ciudad de Nenua, en Iraq, por los yihadistas de Daesh. Las mujeres fueron llevadas a remate (atadas como ganado), luego de que sus hombres fueron asesinados, en el más puro estilo musulmán de los tiempos del profeta. La noticia fue confirmada por la Media Luna Roja iraquí.
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