Reforma energética

Manuel Magaña Contreras

“El Niño Dios te escrituró un establo
y los veneros del petróleo el diablo.”
López Velarde.

Con el descomunal número de preocupaciones que hemos tenido en lo que va del año, no ha sido posible que, la inmensa mayoría de los mexicanos, nos enteremos que el Poder Legislativo se ha despachado con la cuchara grande en materia de reformas, entre ellas la energética, que obligará a nuestro país a tomar un viraje de 180, lo que significa una regresión que compromete nuestros recursos naturales y deteriora la soberanía nacional, según la oposición legislativa tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.

El Barzón protesta por la entrega del petroleo

El vaticinio de esa oposición integrada principalmente por Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo y el agonizante PRD al que caro le ha costado la serie de veleidades consistentes en aprobar primero los cambios legislativos, con el pretexto del “Pacto por México” y luego rechazarlos.

Lo que más se teme con motivo de la aprobación parlamentaria de las llamadas “leyes secundarias” relacionados con los cambios que traen de cabeza a los mexicanos, según dicha oposición legislativa consiste en la facultad que ahora tendrán las autoridades federales, para disponer, en beneficio de las trasnacionales, las tierras de los campesinos en la medida que los intereses de las corporaciones extranacionales así lo pidan.

Muere el ideal de Zapata

Tal como presentan el panorama los miembros de la oposición legislativa, mueren los ideales de Zapata, en aras de los intereses de las trasnacionales que vendrán para llevarse gran parte de la riqueza petrolera, lo que disminuirá sensiblemente los recursos de PEMEX y por tanto, el hueco que se estima -Bartlett ha insistido en ello-, será de más de 500 mil millones de pesos, cantidad que -se afirma-, será cubierta con la aplicación de mayores impuestos a los mexicanos.

La verdad es que las llamadas “leyes secundarias” hasta ahora, son un galimatías para la inmensa mayoría de los mexicanos, puesto que los legisladores no se han tomado la molestia de explicar a la ciudadanía, en forma concreta, cuál será el futuro de México y de los mexicanos con esas nuevas disposiciones.

A lo único que aciertan a decir tanto los diputados, los senadores y ciertos funcionarios del ámbito federal, es que “bajará el precio de la gasolina”, mientras sucede todo lo contrario, porque los “gasolinazos” que encarecen el combustible continúan inmisericordemente, mes tras mes.

En el campo mexicano, realmente hay una gran preocupación, según lo manifiestan organizaciones como “El Barzón”, la Central Campesina Independiente, la misma Confederación Nacional Campesina, etc.

¿Cuál el futuro del campo?

Ya sabemos desde la escuela primaria que el bardo zacatecano, el cantor de la provincia, Ramón López Velarde, vaticinó en su poema La Suave Patria: “El niño dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo”. Y ahora, con motivo de las “leyes secundarias” para la “entrega del petróleo a los intereses extranjeros”, según las reiteradas afirmaciones perredistas, parece que ha llegado ese momento, porque “se espera una maroma que pondrá de cabeza al país y nos empobrecerá”, se asegura.

Y bueno, eso de que los extranjeros que vengan a sacar nuestro petróleo para enriquecerse y llevarse las ganancias fuera de nuestro territorio, además de pagar bajos salarios a los trabajadores -para eso se hizo la reforma laboral, dice el sector oposicionista-, es para intranquilizar a cualquier mexicano que ame su país.

De los llamados cambios estructurales, según las denuncias de los legisladores opositores, se desprende que, “aunque los campesinos se opongan a que empresas extranjeras mineras y petroleras tomen todas las tierras que se les antoje”, tiene visos de despojo, aunque – dicen-, se llame a eso “ocupación temporal”.

¿Jaque a los mexicanos?

Ojalá que las predicciones de los opositores a las reformas estructurales y especialmente las energéticas, no resulten ciertas. ¡Más nos vale!
Para disipar dudas, los promotores de dichas reformas están en la obligación de explicar al pueblo de México, cuáles son los alcances de dichos cambios que obligan al país a dar un viraje de 180 grados en materia de renglones tan importantes como las garantías inherentes al derecho a la propiedad, la soberanía nacional, la independencia económica de los mexicanos ante el extranjero, el disfrute de nuestras riquezas naturales propio de todo país soberano, etc.

¿Qué nos podrán decir los promotores de las “leyes secundarias” si es que quieren hacerlo sobre el sentido y la magnitud de esos cambios? Después de todo, ellos disfrutan de las mieles del poder legislativo, de sus canonjías, de su fuero; porque la ciudadanía, con su voto, los colocó en la curul que ocupan. Es al pueblo de México al que deben servir, no a intereses extranjeros, como dice la oposición legislativa.