Vapulean los amarillos tambores de guerra
Acaso no esté usted para saberlo y es absolutamente probable que ni le interese, pero la neta es que el autor de la Sucesión Presidencial de 1910, el hasta entonces flexible Francisco I. Madero, se conformaba con aparecer segundo en la fórmula con Porfirio Díaz. El generalote lo mandó a su hacienda con cajas destempladas, porque prefería como segundo de abordo al sonorense Ramón Corral. Y así le fue al Héroe del 2 de abril.
El episodio -fatal para el desdeñoso dictador-, nos lo recuerda ahora la convocatoria del Instituto Nacional Electoral (INE) a la feria del canibalismo amarillo, marca de la casa del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Como si al INE no le faltaran sus propias broncas de todos colores y sabores (ya renovar o ratificar a los miembros de los órganos electorales de los estados, no es enchílame otras), sus consejeros aceptaron abrir La baja de Pandora del incorregible PRD. Primer zafarrancho, por la Secretaría General
Y en el centro de la feroz pugna sin solución de continuidad entre los amarillos, se ha colocado la riña por la secretaría general de la dirección nacional, que se renovará los primeros días de septiembre, a un costo inicial de 80 millones de pesos.
El primer round, no precisamente de sombra, se ha planteado entre la tribu de Los Chuchos, empotrados en la Nueva Izquierda (que no es nueva ni es de izquierda) actualmente en el poder, y el Foro Nuevo Sol, que tripula Vladimir Aguilar.
Los Chuchos se ayuntaron con Alternativa Democrática Nacional (que tampoco es alternativa, ni nada de lo demás) para que el jefe de ésta, Héctor Bautista acompañara al chuchista Carlos Navarrete Ruiz, lanzado a la presidencia, como parejita. Aguilar no se traga la rueda de molino y se subleva.
18 planillas, 21 emblemas y…
Al sacudir la canasta de alacranes, el INE ha recibido la solicitud de registro nada menos que de 18 planillas para disputar las representaciones al Consejo y Congreso nacionales, que por esas cosas absurdas de la vida se amparan en 21 emblemas, según se prevé su impresión en las boletas electorales.
No puede ser de otra manera: El fundador y líder “moral” de esa franquicia, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, no abandonó su actitud remolona al llamado de que aceptara la candidatura “de unidad”, quizá porque en el fondo de su alma patrimonialista y nepóticadeseaba la nominación de su hijo Lázaro.
Lo que en primera lectura resulta del llamado a zafarrancho, es que Navarrete Ruiz, de los polluelos que bajo su ala cobijó Cárdenas Solórzano, se asumió en mayoría de edad y le espetó tácitamente a su antiguo protector: Ya la bailaste demasiado, dale oportunidad a otro galán pretendiente. Ese soy yo, pero no cuenta con la mínima simpatía de otros beligerantes, que se escudan bajo la mascarada de que lo que necesita el partido es gobernabilidad, y el guanajuatense no la garantiza.
Por maliciosos apellidos no paramos
Lo que son los eufemismos maliciosos: Entre las tribus que van en pos de la jugosa aunque menguada y endeudada tesorería del PRD, abundan los apellidos:dignidad,democrática, izquierda, nacional, progresista, solidaria, equitativa y, no faltaba más, campesina, que rebota frente a las legiones de citadinos.
Este es el orden tribal: Alternativa Democrática Nacional (ADN, nomás le faltó genética), Nueva Izquierda, Izquierda Democrática Nacional, Vanguardia Progresista, Coalición de Izquierdas, Foro Nuevo Sol, Frente Nacional Solidario, Movimiento de Equidad, Movimiento Progresista, Patria Digna, Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas y Unión Campesina Democrática. Por ahí andan otras individualidades que creen brillar con luz propia.
Con esas “opciones” tiene que lidiar el INE. ¡Cuídense la billetera!
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