Fue la primera periodista gráfica que trabajó desde el frente de batalla. Durante la Guerra Civil española, ella y su pareja, Robert Capa, dieron nacimiento a la fotografía de guerra moderna. Gerda Taro era de Stuttgart y había huido de los nazis. Murió un 26 de julio de 1937 en el campo de batalla. Sus fotos la hicieron una fotógrafa famosa de esa época.
Taro llegó al mundo en 1910 en Stuttgart como Gerta Pohorylle. Era judía y fue detenida por los nazis en 1933 por repartir volantes contra Hitler. Fue liberada por poseer un pasaporte polaco y huyó a París, donde conoció al fotógrafo húngaro Endré Friedmann. Ella tuvo la idea de que se cambiaran los nombres por los de Gerda Taro y Robert Capa para vender mejor sus fotografías.
La joven pareja de fotógrafos Taro-Capa viajó en el verano de 1936 a España para fotografiar la Guerra Civil. Ambos huyeron del régimen nazi y querían dar testimonio de la lucha de los republicanos contra la dictadura de Francisco Franco y su aliado, Hitler. Las tomas de mujeres españolas durante ejercicios de tiro en Barcelona (agosto de 1936), fueron el primer éxito de Gerda Taro.
Imágenes del dolor
Gerda Taro tuvo mucho éxito en España. Sus fotos, que se publicaron en “Life”, así como en periódicos ingleses, franceses, holandeses y suizos, permitían al lector tomar conciencia del horror de la guerra y de sus consecuencias, ella también era exiliada y fue capaz de reflejar muy bien el sufrimiento de los desplazados.
Las fotografías de Gerda Taro eran una clara toma de posición contra el dictador Francisco Franco. Tomó fotos de mujeres valencianas levantando el puño en señal de solidaridad durante el entierro del general republicano Paul Lukacs. Los negativos se hallaron en la “valija mexicana”, en la que aparecieron, en Ciudad de México en 2007, miles de tomas de Taro, Capa y David Seymour dadas por perdidas. La Guerra Civil española fue un avance de lo que sería la II Guerra Mundial. Taro, Capa y David Seymour fueron los primeros fotógrafos con cámaras portátiles que trabajaron desde el lugar de los hechos. La cercanía a la batalla, el riesgo y el compromiso fueron características de su labor. Taro, arriesgada y comprometida, puso en peligro su vida al fotografiar a soldados republicanos durante un ataque en Córdoba, en 1937.
Primera fotoperiodista muerta en la guerra
Las fotos de soldados en el frente, como en Brunete (julio de 1937), eran algo totalmente nuevo en los años 30. Capa continuó con esa tarea en la II Guerra Mundial durante la invasión de los Aliados a Normandía. En Brunete, Gerda Taro fue herida de gravedad el 25 de julio de 1937 por un tanque, durante la retirada de las tropas republicanas, y murió al día siguiente, tenía 26 años.
Según su biógrafa, Irme Schaber, Capa nunca superó la muerte de Gerda Taro. Fue el fotógrafo de guerra más famoso del siglo XX, y autor del credo que dice que si la fotografía no es lo bastante buena, es porque el fotógrafo no estuvo lo suficientemente cerca. Schaber dijo que “Taro estuvo realmente muy cerca”. Capa, fiel a su credo “estuvo muy cerca” y, murió en 1954 en la Guerra de Indochina.
La obra de Gerda Taro cayó en el olvido luego de su muerte, ya que la II Guerra Mundial atrajo toda la atención mediática. En 1994, Irme Schaber publicó su biografía de Taro con informes de testigos de la época. El mundo de la fotografía pronto la puso en su lugar: junto a Robert Capa. Hoy, Gerda Taro, es la pionera del fotoperiodismo de guerra.
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