EN 1942, DOS MESES DESPUÉS de que México declarara la guerra a Hitler y sus aliados del Eje, un tabasqueño llamado Antolín Jiménez reunió un ejército de charros, máximo símbolo de los valores patrios, para rechazar una posible, aunque improbable, invasión de la Alemania nazi. La Legión de Guerrilleros Mexicanos, así lo bautizó, llegó a reunir a miles de hombres a caballo, armados hasta los dientes, entrenados y organizados en 250 grupos alrededor de todo el país.
ERAN LOS DÍAS EN QUE, luego de ser torpedeados dos buques mexicanos el país se enfrentaba a la realidad de estar en guerra contra la aún entonces poderosa Alemania y sus aliados: Había temor de una invasión y dado que el país tenía muy poco potencial militar los charros asumieron el deber de proteger nuestra patria y se formó la legión más extraña que ha visto la historia de México: La Legión de Guerrilleros Mexicanos.
A pesar del corte surrealista, digno de Juan Orol, la historia es completamente cierta, de aquellas que demuestran cómo a menudo la realidad supera a la ficción. Así lo prueban recortes de periódicos, fotografías, panfletos y otros materiales de la época que el artista Fernando Llanos ha recopilado en un documental titulado Matria, el cual se presentó en el festival de cine de Calanda, pueblo natal de Buñuel, en Teruel, el cual año tras año reúne películas que, presumiblemente, le habrían gustado al director de Viridiana. Esta, desde luego, reúne muchos ingredientes.
Cuenta la historia de Antolín Jiménez, quien además de editor, político, masón y presidente de la Asociación Nacional de Charros, para muchos el grupo más representativo de la mexicanidad. “Antolín Jiménez participó en los principales eventos de su tiempo, la época dorada de México. Luchó al lado de Pancho Villa, como un jovencísimo soldado villista, dinamitando trenes en Chihuahua y participando en las principales batallas de la revolución, la victoria de Torreón y las derrotas de Celaya y Agua Prieta. El presidente Lázaro Cárdenas le apreciaba tanto que le regaló un caballo. Todo lo que le rodeaba era despampanante y a la vez frío y misterioso.
“Es una historia fascinante, pero a la vez representa la construcción de un sistema político de excesos que le ha costado mucho al país”. La cinta Matria ganó el premio al mejor documental en el Festival de Cine de Morelia, el principal de México.
Fue este hombre quien en 1942, recién declarada la guerra a las naciones del Eje por el presidente Ávila Camacho, quien se abocó a la misión de salvaguardar al país, con la Legión de Charros, de una posible invasión. Lo que hoy podría parecer “orolesco” fue una reacción muy típica del acendrado patriotismo que el gobierno difundió enton
More articles by this author
|