A PARTIR DE ENERO HOLANDA, donde el 6% de la población es musulmana se ve obligada a rechazar su sistema de "multiculturalismo".
EL GOBIERNO holandés está harto de ser “pisoteado” por los musulmanes y abandona dicho modelo.
Después de mucho tiempo de “multiculturalismo”, el cual no ha hecho más que alentar a los inmigrantes musulmanes a crear una “sociedad paralela” y dañina para el país, surge ahora un proyecto nuevo presentado al Parlamento holandés por el Ministro del Interior Piet Hein Donner el 16 de junio de 2015 y que dice: “El Gobierno comparte la insatisfacción del pueblo holandés frente al modelo de sociedad multicultural en Holanda y expresa su intención de centrar sus prioridades hacia los valores fundamentales del pueblo holandés.”
En el nuevo sistema de integración, los valores holandeses van a tener un rol fundamental y por ello el gobierno “cesa su adhesión al modelo de sociedad multicultural”.
Y, sigue: “Una integración más rigurosa es ahora perfectamente justificada”. Por ello dice al Gobierno y todo su pueblo, que esta orientación se ha vuelto absolutamente necesaria porque la sociedad holandesa está a punto de disgregarse en términos de identidad y los holandeses ya no se sienten “como en su propia casa”.
La nueva política de integración será mucho más exigente para con los inmigrantes.
Por ejemplo, los inmigrantes estarán obligados a aprender el idioma holandés y el gobierno va a tomar serias medidas coercitivas ante los inmigrantes que “ignoren los valores del país y desobedezcan las leyes holandesas”.
El Gobierno Holandés también dejará de otorgar subsidios especiales a los musulmanes en favor de la integración (ya que de todos modos ellos la rechazan). Según Donner, “no corresponde al Gobierno ni a los fondos públicos, integrar a los inmigrantes”.
Este proyecto también prevé la creación de dos legislaciones. La primera, prohíbe los casamientos forzados y la segunda, impone severas medidas para los inmigrantes musulmanes, que verán reducidas voluntariamente sus posibilidades de trabajar, simplemente por la manera que tienen de vestirse.
Más específicamente, el Gobierno va a prohibir el uso de vestimentas que cubran todo el rostro como el velo, la burka, la hijab, todo esto a partir de enero de 2016.
Holanda se dio cuenta, quizá un poco tarde, que su liberalismo multicultural podría convertir a su país en un territorio de "tribus musulmanas", cuyo objetivo primordial es destruir la nación que los albergó y su propia identidad holandesa.
More articles by this author
|