EL TIRADOR DE ÉLITE británico disparó desde 1200 metros y su bala explosiva impactó contra la cabeza del yihadista. El comandante islámico ahora occiso, explicaba a otros extremistas cómo decapitar, recibió lo suyo al estilo Special Air Service.
UN FRANCOTIRADOR del Servicio Aéreo Especial británico (SAS, por sus siglas en inglés) mató a un comandante terrorista del Estado Islámico (ISIS) en momentos en que el yihadista enseñaba a otros 20 militantes cómo decapitar a sus víctimas.
El hecho ocurrió en un pequeño poblado en el norte de Siria cuando el comando especial británico se apostó en un refugio y esperó el momento exacto para disparar.
¿La distancia? Nada menos que 1200 metros entre su puesto y el objetivo terrorista. Según las versiones recogidas por el diario inglés DailyMail el disparo del SAS decapitó al islamista gracias a un proyectil explosivo de diseño especial.
Un testigo del hecho relató lo sucedido para el diario The Daily Express: “En un minuto estaba parado allí y al siguiente ¡zaz!, su cabeza explotó”.
Luego, el pánico se apoderó del resto de los yihadistas presentes. Teniendo en cuenta la distancia del disparo y el viento que suele haber en la región, la mayoría de estas operaciones requieren de al menos dos disparos.
Sin embargo, la precisión del comando SAS fue tal que el primer proyectil terminó con su vida, siguiendo la tradición de los tiradores de élite: “un disparo, una vida”.
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