LA CIENCIA AVANZA, no cabe duda, pero hay misterios que se resisten a ser revelados a pesar del intenso estudio científico, por mencionar sólo cuatro en física:
No se ha encontrado el gravitón.
Aparte de las fuerzas fundamentales de la naturaleza ya conocidas (fuerte, débil, gravedad y electromagnética) casi por accidente se ha descubierto hace poco una quinta fuerza fundamental en la naturaleza.
 Nadie puede entender o explicar de manera cabal el comportamiento de las partículas a nivel cuántico.
No se sabe qué cosa es la energía oscura salvo porque se pueden demostrar sus efectos y lo mismo pasa con la materia oscura, no es posible verla o tocarla, pero se puede demostrar que está allí por sus efectos gravitacionales que son críticos e indispensables para explicar la masa del universo como lo conocemos.
Así las cosas, los últimos años han resultado descorazonadores para muchos investigadores, resulta que en el momento en el que se pensaba que se conocía todo… se demuestra que sólo conocemos menos de un 5% de los fenómenos naturales.
El lado oscuro de la fuerza… gravitacional
 En cuanto a la materia oscura, algunos astrónomos han identificado y descrito una galaxia hecha casi por completo de ella, está relativamente cerca en términos cósmicos, se llama Libélula 44 y se ve difusa incluso con los telescopios grandes, pero el aspecto puede ser engañoso y los astrónomos saben que allí hay mucho más de lo que se ve.
Los hallazgos fueron publicados el 25 de agosto del 2016 en The Astrophysical Journal Letters. La región del cielo donde se encuentra esta galaxia —el cúmulo globular de la coma— ha sido muy bien explorado durante varias décadas. En 2015 el Conglomerado de telefoto Libélula observaba la coma y notó algo interesante, que tras mayor escrutinio, llevó al equipo de investigadores a concluir que Libélula 44 tenía tan pocas estrellas que debería haberse desgarrado a menos que algo la mantuviera junta. Ese algo de acuerdo a las modernas teorías, debería ser materia oscura; el objetivo entonces era tratar de determinar la cantidad de materia oscura en ella.
Métodos
Primero usaron el Espectrógrafo Multi-Objetos de Imagen Profunda (DEIMOS por sus siglas en inglés) instalado en el telescopio Keck II en Hawai para medir las velocidades de las estrellas dentro de la galaxia, observándola por un total de 33.5 horas durante seis noches. Encontraron que estas estrellas se movían muy rápido.
Dado que el movimiento de las estrellas dentro de una galaxia dice mucho acerca de que tanta materia existe en ella, fue posible determinar su masa, corroborando que había mucha más que la demostrada por las estrellas visibles, se estimó en un billón de veces  la de nuestro sol, lo cual es similar a nuestra Vía Láctea que tiene cien veces más estrellas que Libélula 44. En esta galaxia “difusa” solo una diezmilésima parte de la masa parece corresponder a estrellas y materia “normal”, el otro 99.999% se piensa que es, claro: Materia oscura.
 Encontrar una galaxia con la masa de la vía Láctea que es casi por completo materia oscura fue inesperado, y lo que es más, Libélula 44 no es la única, aunque ésta fue la analizada, también reportaron una importante población de galaxias grandes, esferoidales y de muy bajo brillo superficial dentro del cúmulo globular de la coma.
La aparente supervivencia de estas Galaxias Ultra Difusas (GUD) en un cúmulo denso, sugiere que tienen muy alta  masa. Libélula 44 es una de las más grandes GUD en el cúmulo de la coma, se considera que estas son “galaxias fallidas” que están en un cúmulo globular y tienen el tamaño y la masa de objetos mucho más luminosos, esto tiene grandes implicaciones en el estudio de la materia oscura, ya que el tener localizados objetos hechos casi por completo de ella, permite no confundir su masa con la de las estrellas y todo lo demás que una galaxia normal tiene, las únicas parecidas que se tenían antes para estudiar eran pequeñitas (hay un par a menos de cien mil años luz de la Vía Láctea).
Nuevos campos de estudio
 Estos hallazgos permitirán estudiar toda una nueva clase de objetos grandes en el espacio, ahora el objetivo es encontrar GUD masivas que se encuentren más cerca de nosotros que Libélula 44, para poder buscar débiles señales que pudieran revelar las partículas de la materia oscura, a fin de cuentas, todo lo que se quiere es averiguar qué cosa es.
La física de lo más grande y la de lo más pequeño parecen haber llegado a un punto en donde se borran los límites entre la realidad y el pensamiento, hay científicos serios que a causa de los nuevos descubrimientos caminan de nuevo sobre antiguos senderos filosóficos, que dictaban de manera intuitiva que la realidad es una suerte de proyección producto de la conciencia colectiva…
Lo que es aún más esotérico que una simple galaxia oscura.
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