VOCES DEL DIRECTOR
Crisis de Estado en el discurso intransigente
Mouris Salloum George
En un régimen presidencialista, como el mexicano, hablar de crisisde Estadosólo se explica en el discurso intransigente de opositores políticos al sistema. Haría falta el elemento detonante: La sublevación de las Fuerzas Armadas, sin las cuales es aventura fallida intentar el uso de manu militari para derrocar al gobierno en funciones. No hay signo tal.
El artículo 89 de la Constitución señala en su fracción segunda sobre las facultades del Presidente de la República, nombrar y remover libremente a los secretarios de Estado, etcétera, facultad que ha sido ejercida por cada jefe de Estado y de Gobierno desde que se publicó la Carta de Querétaro.
Darle a ese proceso eminentemente administrativo -en marcadas excepciones a consulta del Congreso para otros encargos básicamente de integrantes de órganos autónomos del Estado- el alcance de una crisis de Gobierno, es pretender llevar agua al molino de fuerzas en resistencia.
La subcultura política en países latinoamericanos informa que el agente propiciatorio del golpe de Estado, es el poder económico,que fabrica inestabilidad política a sabiendas que, en el cambio, se alzará con el santo y la limosna.
Las variables fundamentales de la economía aguantan
Aun latente desde al menos 2008 la incertidumbre económica, que tiene sus fuentes en la crisis financiera generada en los Estados Unidos, en los últimos meses en México no hay evidencias de que las variables fundamentales de la macroeconomía se hayan salido de madre.
Es cierto, sí, que los timoratos encienden las alarmas si las calificadoras extranjeras bajan a negativo el grado de inversión, conforme el estado de la deuda púbica de cara a la captación fiscal, los indicadores de inflación, tipo de cambio, movimientos del mercado bursátil, balanza comercial, balanza de pagos, etcétera, no reportan giros radicales a la baja.
Renunció recientemente el encargado de despacho de Hacienda y Crédito Público, deleznable “argumento” empleado para hablar de crisis de Estado o de Gobierno. La oportunidad, por lo demás legítima como derecho de los adversarios del régimen, está siendo aprovechada, sobredimensionando el fenómeno. Sería sospechoso que esos agentes asumieran una reacción conformista.
Orientación del PND 2019-2024 en el centro de gravedad
Hay crisis en las finanzas públicas y sólo los demagogos oficiosos sostendrían lo contrario. Las causas y sus efectos las conocen los agentes económicos y los especialistas, y los resiente el ciudadano de a pie.
No es ese el punto, y acaso sean válidos algunos argumentos de don Carlos Urzúa, contenidos en su renuncia. Sin embargo, lo que está en el centro de gravedad, es otra cuestión: El ex titular de Hacienda fue responsable de la consulta para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024.
A decir verdad, la consulta fue selectiva: Existen, más que quejas, denuncias, de que algunos sectores sociales se han llaman a excluidos en ese procedimiento.
Precisamente, son esos sectores de mexicanos en cuyos hombros se ha descargado el monstruoso peso de las políticas de choque neoliberales diseñadas y asestadas a México por agencias financiera multinacionales.
El propio Presidente, a propósito del PND, lo presentó como el primero de la era posneoliberal.
Si la cuarta transformación ha sido concebida para integrar al desarrollo nacional a los menos favorecidos, ¿es incongruente que, reconocidas las discrepancias, se prevengan las consecuencias de tentaciones excluyentes? Este es el quid del asunto.
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