EL INTERNACIONALISMO TIENE TRAMPAS
La tecnocracia, el nuevo Hitler que puede esclavizar al mundo occidental
MANUEL MAGAÑA CONTRERAS (Exclusivo para Voces del Periodista)
EL 23 DE FEBRERO DE 1976, Albert Speer, ex ministro de Armamento del Tercer Reich y único nazi que se confesó culpable en el juicio de Nüremberg, dijo a Michel Getler, de The Washington Post que “la humanidad no debe temer a un nuevo Hitler -porque no lo habrá- sino a la dictadura de la tecnocracia que puede esclavizar al mundo occidental”.
En esa ocasión, Speer, al abandonar la prisión de Spandau, donde fue recluido durante más de 30 años, hizo esta pregunta: “¿Qué sucederá cuando asciendan al poder en Alemania y el resto de Europa -y en otras partes del mundo-, hombres que sólo han conocido las jerarquías burocráticas y que no se enfrentaron a las crisis morales de la década de los 40?”.
Cuando el ex ministro de Adolfo Hitler hizo esta advertencia, en México ya teníamos seis años de sufrir los primeros pasos para la implantación de la tecnocracia, es decir, el neoliberalismo globalizador y macroeconómico. Previo inicio de la destrucción de nuestra planta productiva mexicana en el campo, la industria y los servicios, por el régimen echeverrista, ha continuado dicho proceso hasta nuestros días.
Cuarenta años ya, de crisis en México, la más prolongada en toda la historia de nuestra vida independiente, nos tiene ya inmersos en el totalitarismo tecnócrata internacionalista, con un pueblo al que se le empobrece cultural y económicamente para despojarlo de valores, de toda defensa, de idea de nacionalidad, para que no pueda defenderse de sus verdugos.
Sometidos a poderes externos
Sometida por poderes fácticos de toda índole que aplastan los derechos humanos -según las numerosas denuncias levantadas por los “ombusdman” de las comisiones de Derechos Humanos que funcionan en nuestro país-, la ciudadanía mexicana es arrastrada a la servidumbre de los capos del gran capital que no tiene fronteras.
La medida del poder que tiene ya en México la tecnocracia manipulada por los grandes capitalistas de los “trust” internacionales, la dio el proceso de creación de nuevos impuestos y alza de los que ya existen para la conformación del Presupuesto 2010, que, pese a la recesión en México y al hecho de que los monopolistas y acaparadores asociados a la globalización económica, alcanza el nivel histórico de más de tres billones de pesos, a costa de la contribución de los pobres, con exención a los más favorecidos por la oligarquía imperante.
Pudimos presenciar, que los monopolistas extranjeros y sus socios mexicanos sometieron al presidente Felipe Calderón, al no admitir que se les obligue a pagar impuesto como se hace con el pueblo de México, porque “ellos cumplen con la ley”. Una ley, claro, hecha “a modo”. En nuestro país, el poder legislativo está subordinado a los multimillonarios tecnócratas y aprueban leyes a la medida de sus intereses.
Mucho es lo que hemos perdido
Al paso de los últimos 40 años de imposición de la tecnocracia neoliberal, mucho es lo que hemos perdido los mexicanos. Se abandonó el sentido nacionalista de nuestra existencia como país y la sociedad empezó entrar en descomposición. Destrozada la planta productiva mexicana tanto en el campo como en la ciudad, quienes han tenido en sus manos el destino de México, de Echeverría la fecha, han obedecido como dóciles corderos, las instrucciones para el desmantelamiento de lo mexicano.
1.- Así, al dejar de ser nacionalista la educación, al pasar a segundo término la enseñanza humanística básica, las nuevas generaciones carecen de noción plena de quienes son nuestros auténticos próceres. El sentido de nacionalidad se diluye. Porque no se enseña la ética, ni el civismo, ni la historia, México ya no es defendido ante los apetitos extranjeros por quienes ocupan puestos directivos en suelo mexicano.
2.- Toda sociedad permisiva, toda sociedad hedonista acaba por autodestuirse. En esta forma, el aborto despenalizado, los divorcios “express”, el suicidio con el nombre de eutanasia, las uniones entre personas de un mismo sexo el abandono de la enseñanza de principios por los guías espirituales que ahora se dedican preferentemente a la política, etc., dan como resultado la anarquía en las costumbres, la destrucción del hogar , la multiplicación de los “niños de la calle”, etc
3.- Corromper las costumbres es el medio más eficaz de esclavizar al género humano. La televisión, al servicio de la oligarquía, tal parece que tiene como misión corromper al mexicano. Las telenovelas destilan infidelidad, traiciones, deslealtades, violencia. Hay series televisivas que por ser clases sobre delincuencia, contradicen la “guerra” contra el narco y otras medidas montadas a nombre del combate a la delincuencia organizada.
Sutil forma de esclavizar
4.- Desde el inicio del proceso de implantación de la tecnocracia neoliberal en México, se pretende la esclavización del hombre a partir de su interior. Tal vez por ello, a pesar de la “guerra” contra el narco, no ha dado como consecuencia evitar que el consumo de droga aumente en nuestro país. El alcoholismo es otro lastre que se incrementa. En el Distrito Federal, existen 40 mil antros, cantinas, “barras libres”, “table dance”, etcétera, donde sin distinción de sexo, las nuevas generaciones se embriagan hasta embrutecerse, sin que haya autoridad que lo impida.
5.- Otra forma de pérdida de derechos y de libertad, es el deliberado propósito de empobrecimiento de la población. En la época del neoliberalismo tecnócrata, “todos los caminos están hechos para que la gran mayoría empobrezca”. Salarios mínimos insuficientes con inflación superior a las “mejoras” salariales. Creciente desempleo por la automatización tecnócrata en los sistemas de producción que sólo rinden beneficios a las empresas, al emplear cada vez menos personal porque una máquina puede sustituir el trabajo de 100 hombres o más, está devastando el futuro de la población.
Cerrados, los caminos de la justicia
6.- De la misma forma en que el sistema tecnócrata disfruta de los beneficios de la ley para que no pague impuestos, porque el poder legislativo es uno de sus principales siervos, los caminos de la Ley están hechos para que no haya justicia en México. Todo está en contra del pobre y a favor de los opulentos, más si son serviles al extranjero.
7.- Las concesiones para la realización de los grandes negocios son otorgadas únicamente a los opulentos y si vienen de fuera, mejor. Las mejores “licitaciones” son para ellos.
8.-El campesino y el indígena, en cambio, observan con desesperanza que por la miseria tienen que vender sus tierras para que los extranjeros las compren al precio más bajos del mercado e instalen allí sus maquiladoras, donde pagan sueldos de esclavos al personal. mexicano.
9.-La corrupción y la impunidad van siempre de la mano en México, especialmente si lo mal habido al amparo del poder suma muchos millones de pesos. Como en la novela “Los Miserables”, de Víctor Hugo, si el robo es de un mendrugo para saciar el hambre, entonces si es condenado al acusado a vivir tras las rejas. etc. etc.
Cerrados los caminos de la esperanza
Es tan enorme el poder que sostiene a la tecnocracia esclavizante en México, que puede decirse que hasta los caminos de la esperanza hemos perdido, porque el ciudadano común y corriente no dispone de instrumentos legales para que en nuestro propio país impere la justicia. Puede decirse, pues, que la tecnocracia ya está en acelerado proceso para esclavizar a la humanidad y que las consecuencias de esto empezaron a sufrirse desde hace tiempo. ¿Qué se puede decir de un sistema donde de un plumazo y en unos cuantos segundos el gobernante en turno es capaz de dejar sin empleo a 46,000 trabajadores cuando en el país hay tres millones de desempleados?.
¡La esclavitud tecnócrata ya está entre nosotros!
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