INSTANTÁNEAS DEL PODER
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
AMO le pone cascabel al gato
En Zócalo desbordante y desbordado, el domingo 25 Andrés Manuel López Obrador, desde la Ciudad de México, abrió el fuego hacia 2012 con la presentación del Plan Alternativo de Gobierno, con el que convocó a los agraviados por la política neoliberal a “acabar de una vez y para siempre con esta absurda pesadilla”.
Presentes y activas delegaciones del movimiento lópezobradorista de toda la República y acompañado de políticos, dirigentes sociales e intelectuales -muchedumbre entre la que destacaban brigadas juveniles-, el tabasqueño dio el grito de arranque a su campaña por la candidatura presidencial, cuyos enunciados fueron coreados multitudinariamente por la asamblea popular.

Ernesto Cordero
Contando las almas muertas
Los aparatos de seguridad pública y de gestión de justicia, así como algunos medios de comunicación por su propia iniciativa, cada vez con mayor ahínco están aplicados al conteo de cuerpos muertos en los trances de la guerra calderoniana. Pero, ¿quién cuenta las almas muertas?
No como lo documentaba Gogol, cuando relata el acopio de actas de defunción por algunos necrófagos para fines de despojo de bienes territoriales, pero, excepcionalmente, lo ha hecho el mismísimo secretario de Hacienda, Ernesto Cordero. En Los Pinos, una fuente de todos los males que azotan a los mexicanos, el funcionario reconoció que la crisis económica -venga de donde venga; y ya sabemos de donde- generó en 2009 casi seis millones de nuevos pobres: En alimentos.
De ningún consuelo sirve a esos nuevos parias que Cordero, en esa fiebre comparativa que padece el gobierno de Felipe Calderón, diga que la crisis de 1995 produjo 15 millones de mexicanos privados de uno de sus satisfactores básicos. Si a esas vamos, a las cuentas de Cordero les faltan los cinco millones que cayeron en esa situación entre 2006 y 2008, en que todavía no desencadenaba sus impactos la crisis financiera internacional. Entonces, ya estamos hablando de once millones. La cuestión es que, con los propios números oficiales, no siempre confiables, resulta que la suma de pobres mexicanos pobres es ya de más de 52 millones. La mitad de los mexicanos. Estas son almas muertas que difícilmente resucitarán en 2012, a no ser para una sublevación electoral.
El foxismo aznarista
toma posiciones
Desplazada en los hechos desde Los Pinos de las decisiones en el interior del PAN, el ala foxiana aznarista (por su reconocimiento al liderazgo de la ultraderecha iberoamericana del ex presidente de gobierno de España, José María Aznar) toma posiciones con vistas al 2012 mexicano. La ofensiva, desde ya, tendrá su tronera en la Organización Demócrata Cristiana de América (OCDE), cuya presidencia está actualmente en manos de Manuel Espino Barrientos.
A fin dar esa batalla, dicha corriente azul ha puesto los ojos para el relevo de Espino en un peso pesado de la ultra mexicana, formado en los cenáculos conspiradores de Puebla: el senador Jorge Ocejo Moreno.

Ministro Mayagoitia
Nuevo catalizador
para la lucha social
Suelen los ministros de la Corte largarse de vacaciones, y casi invariablemente dejan la víbora chillando. Esta vez, los jueces supremos -que con su autonomía administrativa se agandallan el más abusivo alcance en su sistema pensionario-, dejaron una bomba de mecha corta al aprobar la jurisprudencia que restringe a 10 salarios mínimos la pensión por vejez, invalidez y cesantía por razones de edad.
Aun cuando la lógica jurídica indica que un fallo de esa naturaleza no puede ser retroactivo para los actuales pensionados, la amenaza para los que lleguen a situación de jubilación es que se les despoje de 40 por ciento de un derecho ganado durante una larga vida laboral.
Es tal el impacto social de ese ominoso anuncio, que hasta las cúpulas de la iniciativa privada (cuyos directivos y ejecutivos en retiro entran al rango de pensión superior a los 20 salarios mínimos), pusieron el grito en el cielo, razonando que, de aplicarse la jurisprudencia, nuevos segmentos humanos serán lanzados a la economía negra.

Jorge Ocejo Moreno
Ya se sabe que en esos casos, la capacidad de defensa del sector empresarial frente al gobierno neoliberal, siempre inclina la balanza en su favor. No es el caso del resto de la población laboral, cuyos liderazgos tienen un nuevo motivo para mantener activa su resistencia contra una administración que ha hecho de las relaciones obrero-patronales un ejercicio fascista, que con entusiasta y extrema voluntad practica el titular del Trabajo Javier Lozano Alarcón.
“Denles dinero a esos
muertos de hambre”
La censura más ácida que incesantemente el PAN hizo a los gobiernos priistas, se fundó en el populismo clientelar y derrochador. Ha sido una filosa flecha que en los últimos diez años ha dirigido el PAN a las administraciones perredistas en el Distrito Federal. “Muertos de hambre”, expectoraba Vicente Fox cuando en sus giras lo emplazaba la plebe con demandas de apoyo para determinadas necesidades.
En un caso tan indignante, y deprimente a la vez, como es el del infanticidio en la guardería ABC, de Hermosillo, Felipe Calderón, en lugar de promover justicia para las víctimas, ha recurrido al fácil expediente populista de acordar el obsequio de dinero público en fideicomisos, becas, pensiones vitalicias, etcétera, para los familiares de más de 70 niños entre muertos y lesionados en el incendio de aquella guardería. Lo hizo, además, porque tenía el compromiso de una reunión con empresarios de Sonora en Hermosillo, y quiso sacudirse “la monserga” de los irritados padres que no ceden en sus exigencias.
“Dinero, dinero”, es lo que da Calderón. “Yo lo que quiero es justicia”, exclamó con fiera ira la señora Patricia Duarte, una de las madres agraviadas. Para ella Justicia es que se castigue a los responsables, así sea por negligencia -que también es un tipo de delito punible-, de los hechos, y para ella son, el ex director general del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, y su sucesor en el cargo, Daniel Karam. Pero, hágase entender a Calderón.

Betriz Paredes Rangel
Reglas claras o
habrá cena de negros
Un grupo de gobernadores priistas, principalmente de los que de aquí a febrero concluirán sus mandatos y por lo tanto quedarán en el desempleo, se han aliado para emplazar a la lideresa tricolor Beatriz Paredes Rangel a que convoque a una reunión extraordinaria del Consejo Político Nacional a fin de que, con toda anticipación, se fijen reglas y compromisos claros para definir los métodos (no los procedimientos formales, que a la hora de la verdad son ley del embudo) a los que los aspirantes a la candidatura presidencial de 2012 se ciñan rigurosamente, para evitar el canibalismo interno que dos veces consecutivas ha desembocado en la derrota.
Entre otras exigencias, está la de que Beatriz, en un acto de lealtad correligionaria, precise de una vez por todas si será contendiente, en cuyo caso no tome la ventaja del control de las estructuras partidista para apoyar sus intenciones y que, además, no salga con que todo a su tiempo. No hay tiempo, es la réplica, porque el PAN y Andrés Manuel López Obrador, ya pusieron sus estrategias a caballo.
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