Viernes, 13 de Mayo de 2011 11:52 | 
Author: RAMI SCHWARTZ | 
| Edición 258 |
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Los mexicanos somos
letra muerta
RAMI SCHWARTZ
El Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad es ya letra muerta. Un análisis punto por punto de los compromisos que adquirió toda la clase política hace menos de tres años nos revela el enorme grado de incumplimiento de los acuerdos. Todos aquellos que firmaron y no han cumplido deberían renunciar, como bien lo dijo Alejandro Martí en esa reunión en Palacio Nacional, a donde acudieron los tres poderes y los tres órdenes de gobierno que conforman el Estado mexicano así como los sectores privado y social, pues ninguno de ellos desarrolló, en el ámbito de sus atribuciones y competencias, acciones específicas en favor de la seguridad, la justicia y la legalidad, con objetivos comunes a corto, mediano y largo plazos.
Aquí va otro rosario de compromisos incumplidos por los improvisados que nos gobiernan, que no incumplen por falta de voluntad política y mala fe, simplemente porque no tienen la preparación para ejercer los puestos y cumplir con las responsabilidad que les corresponden. Aquí vamos a hacer el recuento de algunas que darían risa si no fuese que su incumplimiento pone en serio riesgo la seguridad y la vida de millones de mexicanos.
1) Fortalecer el Sistema Penitenciario (jajajajajajaja)… La Secretaría de Seguridad Pública se compromete a construir dos Centros Federales de Readaptación Social de alta seguridad, incluyendo módulos especiales, para secuestradores. No sólo no se han concluido las dos cárceles a las que se comprometió el gobierno, sino que desde que se firmó este acuerdo, han habido docenas de fugas, motines y escándalos de todo tipo. En un penal la directora dejó fugar a cincuentaytantos reos; en otro los dejaba salir por la noche a asaltar, en otro entraban médicos a practicar cirugías estéticas y liposucciones a las internas, en otro… la corrupción en los penales estatales y federales está desatada, no pudieron arreglar el sistema en dos años, una vez más nos demostraron lo impotents que son.
2) Fortalecer el Sistema de Aduanas (jajajajajjajajajajaja)… La Secretaría de Hacienda y Crédito Público se compromete a modernizar todas las aduanas del país con tecnología y a mejorar sus procesos e infraestructura para reducir el contrabando, en particular el tráfico de armas y de precursores químicos. Como corolario, nunca había entrado más contrabando, nunca habían entrado más armas, nunca, ni con el PRI, había habido tanta corrupción en las aduanas del país. Esto no lo arreglan ya no digamos en dos, ni en veinte años.
3) Consolidar el Sistema Único de Información Criminal a fin de garantizar la interconexión e intercambio de información entre instancias y órdenes de gobierno para combatir el delito. La Secretaría de Seguridad Pública y la Procuraduría General de la República, en coordinación con las entidades federativas se comprometen a homologar los sistemas y procedimientos para el acceso, carga y análisis de datos en el Sistema Único de Información Criminal de Plataforma México. La base de datos no existe, los órdenes y niveles de gobierno no se pudieron poner nunca de acuerdo, y si acaso gracias a un milagro lo lograsen hacer, esta base de datos seguramente estaría disponible en Tepito antes incluso que en los cuartos de Guerra multimillonarios que García Luna ha instalado en sendos centros de operación. Si tienen grandes bases de datos, pero de personas de bien, como usted y un servidor, pero de los malandrines nada.
4) Instrumentar campañas para promover la cultura de la legalidad. Las secretarías de Seguridad Pública, Gobernación, Educación Pública, Función Pública, así como la Procuraduría General de la República, se comprometen a producir y difundir en los medios de comunicación campañas que fomenten en la sociedad prácticas de apego a la legalidad, así como de prevención del delito y denuncia ciudadana. Aquí si han cumplido con creces, porque utilizan este compromiso como pretexto para hacer sus campañas de imagen, pararse el cuello con logros y demás. Pero en materia de prevención, atención a personas con problemas de adicciones y a las víctimas del delito, no se ha avanzado en nada. Al contrario, a las masacres y matazones les siguen regaños de la autoridad, acusaciones de estar involucrados en actos ilícitos y levantamiento de falsos, como sucedió a las víctimas de Salvacar, acusados por el Presidente de ser pandilleros. No se ha ampliado la red de Centros de Atención, no se han establecido mecanismos de apoyo a organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la rehabilitación de personas con adicciones, no se han rescatado espacios públicos y, por el contrario, la delincuencia cada día controla más territorio. La Secretaría de Desarrollo Social se comprometió a recuperar por lo menos mil espacios públicos deteriorados, abandonados e inseguros en las zonas urbanas con mayor índice delictivo y es la fecha que no da a conocer cuales espacios ha recuperado ni que ha hecho con ellos a pesar que se dieron de plazo un año para hacerlo.
5) Y, como corolario: ¿Cómo dejar de mencionar al programa Escuela Segura y los compromisos adquiridos por la profesora y el maestro Lujambio, otro que ya se subió al ladrillo y ya se vio con la banda cruzada al pecho a pesar de incumplir con incorporar al programa más de trece mil quinientas escuelas primarias y secundarias públicas y a promover la ejecución del programa en escuelas privadas? ¿Cómo dejar a un lado las estadísticas sobre las adicciones que señalan que nuestros niños prueban la droga cada día más jóvenes y se vuelven más adictos?. Y finalmente ¿como creer que en los planteles, los directores y maestros al servicio de Elba Esther Gordillo no saben lo que sucede debajo de sus narices y que la maestra de maestras no es cómplice en todo esto?. La Secretaría de Educación Pública se compromete a fortalecer en el contenido de los programas escolares, la promoción de la cultura de la legalidad y de los valores cívicos y ni siquiera han instaurado la materia de civismo en las escuelas. Y si no se enseña el civismo, mucho menos se incluyó en los programas de estudio la cultura de la legalidad, el combate a las adicciones, el respeto a los derechos humanos y la transparencia.
6) Y claro, si no cumplieron las funciones que ellos mismos se encomendaron, mucho menos crearon los indicadores de medición del desempeño de las instituciones policiales y de procuración de justicia. Seguimos confiando en el parte de guerra que publican los periódicos porque el gobierno no da el suyo puntualmente. Una vez cada seis meses salen a arrojar una cifra de muertos y eso es todo. Los datos duros de la guerra contra la delincuencia se resguardan como secreto de Estado. La Secretaría de Seguridad Pública, así como la Procuraduría General de la República se comprometieron a establecer indicadores, a hacerlos públicos y a invitar a las instancias ciudadanas a formular el protocolo y a participar en su evaluación y el seguimiento. Nada de esto se ha hecho.
En resumidas cuentas, todos aquellos compromisos asumidos en solemne ceremonia en Palacio Nacional han sido incumplidos y no hay sanciones, ni castigos ni llamadas de atención a aquellos que fallaron a su palabra y a la ciudadanía. Todo lo contrario, Lujambio, Cordero, el gordis, el osito Tellez y tantos otros que fallaron, hoy despachan como si nada en lujosas oficinas, ganando una fortuna, rodeados de guaruras mientras la ciudadanía padece su impotencia, su falta de talento y oficio y su nula voluntad política de sacar adelante a país. Pero son amigos del Presidente y eso vale más que todos los muertos del mundo.
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