Viernes, 13 de Mayo de 2011 12:42 | 
Author: MANUEL MAGAÑA CONTRERAS | 
| Edición 258 |
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El poeta Sicilia y el pacifismo
invencible de Mahatma Gandhi
La lucha pacifista emprendida por el poeta Javier Sicilia -luego del asesinato de su hijo Juan Francisco y sus amigos María del Socorro Estrada, Jacinto Gabriel Alejo, Álvaro Jaimes Avelar, Julio César y Luis Antonio Romero Jaimes y Jesús Chávez Vázquez-, nos lleva a los días en que Mahatma Gandi, libertador de la India frente al imperio británico, luchó como David con el gigante Goliat y triunfó con su pacifismo invencible.
Javier Sicilia libra una batalla desigual y lo importante es que con su forma de lucha, pacifista y con argumentaciones precisas, breves, sólidas y suficientemente razonadas, da la posibilidad de luchar por la salvación de nuestro país con las armas imbatibles de la verdad y el civismo desde el ámbito de los principios que orientan las luchas por el rescate de las sociedades que están en grave situación, como es el caso de México.
Mahatma Gandhi demostró que la fuerza del espíritu es más fuerte que la de las armas y, en México, si queremos la salvación de nuestra Patria, antes que armas para quitarle la vida a los compatriotas, lo que se necesita es trabajo, justicia, combate a la corrupción, oportunidades para los jóvenes, defensa de nuestros recursos y soberanía nacional, etcétera.
Las armas no son para levantarlas en contra de nuestros compatriotas que no piensan como nosotros. La fuerza de la razón es más fuerte. Mahatma Gandhí así lo hizo evidente y liberó a su país y para eso se necesita la mística ciudadana y tal parece que el poeta Javier Sicilia ha empezado a sembrar.
El poeta Javier Sicilia, consecuentemente, empieza a hacer realidad una meta, un camino: El de la lucha pasiva, cívica y bien orientada, para librar a México de las matanzas que ya cuestan más de 40 mil vidas en lo que va de la presente administración calderonista, sin que el problema se la inseguridad pública se haya resuelto; sino todo lo contrario: Se ha agravado.
La verdadera paz, fruto de la justicia
Todos los mexicanos que amamos a nuestra Patria, queremos que el bien triunfe sobre el mal; en el presente caso, el narcotráfico que se alienta desde los Estados Unidos al ser la nación del mundo que más enervantes consume y con la delincuencia organizada , cuyas armas proceden del vecino país del norte, en un elevado porcentaje.
Dicho lo anterior, debe establecerse que el anhelo de todo buen mexicano es que se triunfe sobre la maldad, pero la ”guerra” del presidente Calderón contra el narco está mal planteada -y así lo acaba de reconocer hasta el usurero Fondo Monetario Internacional-, porque las acciones sólo se encaminan únicamente a combatir los efectos, las consecuencias, a base de un costoso y creciente armamentismo.
La “guerra” del presidente Calderón omite las causas del problema de la inseguridad, el crimen y el narcotráfico en México. ¿Qué mal se puede remediar si no se atienden las causas? Se requiere crear empleos de calidad para que los jóvenes dejen de enrolarse en las interminables filas de los narcomenudistas.
Se requiere acabar con las injusticias y la impunidad que crean corrupción, generan abusos e inducen a la criminalidad en amplios sectores de la población. La salvación de México reclama que sea restablecido el respeto y las garantías legales suficientes, para la prevalencia del hogar, de la institución familiar
Todo buen mexicano debe apostarle a que Calderón le gane la batalla a la delincuencia, pero el error de ignorar las causas del problema, no atenderlas y sólo poner en juego el creciente uso de las armas para atacar las consecuencias y los efectos, es un error.. Con tan grave falla, el presidente FCH se autopriva del éxito contra la maldad.
Sicilia habla con acierto
El poeta Javier Sicilia ha sabido encauzar el dolor de los mexicanos víctimas de todos los males que agobian al país. Y lo ha hecho pacíficamente. En las filas de su creciente movimiento pacifista que, insistimos, nos lleva a recordar que, con este sistema de lucha que se inspira en la justicia y la razón, Mahatma Gandhi liberó a su país.
“En México -dice Sicilia -, existe un pendiente de 40 mil muertos no censados, despreciados como bajas colaterales, o gente metida en la delincuencia. Tenemos que saber cómo se llamaban y qué hacían”.
El viernes 6 de mayo al iniciar en Cuernavaca la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, declara: “La movilización es para exigir, no para derribar al gobierno. Nuestra lucha se enfoca a rehacer el tejido social. Lo que buscamos es un pacto ciudadano que ponga fin a la violencia. Hay un Estado cooptado y corrompido por el crimen organizado. El país está hecho pedazos por la violencia. Millones no pueden entender una ‘guerra’ mal planeada, mal dirigida”.
El 4 de mayo dijo, al lanzar la convocatoria para la marcha, : “Hemos insistido en que sea una marcha, una caminata del silencio. El silencio es un arma moral y no violenta que habla , no es el silencio de los sepulcros, sino el grito de indignación de los vivos que luchan porque no haya más sepulcros inútiles”. Especificó: “Confío en que ese silencio ayude a la sociedad a escucharse y organizarse, a tomar conciencia de la emergencia nacional en que se encuentra el país”.
La marcha, pacifismo invencible
Nunca antes, el pacifismo se había mostrado como en la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, que el domingo 8 de mayo abarrotó la Plaza de la Constitución. Con la causa iniciada por Sicilia, coincidieron los papás víctimas de ese “crimen organizado” que fue el incendio en la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, donde perecieron horriblemente quemados 49 menores. Se sumaron los huérfanos de Acteal, las víctimas de Atenco, diversas agrupaciones de migrantes víctimas de crímenes horrendos en San Fernando, los mineros víctimas del abandono y la injusticia, campesinos reducidos a la miseria, jóvenes sin futuro, etcétera.
El nuevo lenguaje que por primera vez se utiliza en México por ciudadanos de diversas procedencias, funcionó en todo su esplendor, porque así es la magia del pacifismo. Se unieron al llamado, a nivel internacional, más de 30 ciudades importantes de Europa, Estados Unidos y América Latina, donde también fueron organizadas marchas por la Paz y la Dignidad. París, Londres, Berlín, Nueva York Chicago, Washington, Los Ángeles, en Estados Unidos. En América Latina, Río de Janeiro, y en otras poblaciones sureñas. En México, el EZLN, el Sindicato Mexicano de Electricistas, universidades, etcétera, se adhirieron a la lucha por el rescate de México ante el crimen organizado.
En la Plaza de la Constitución, el poeta Javier Sicilia, hizo entre otros pronunciamientos, el siguiente: “Los políticos tienen que aprender a escuchar, porque sus actitudes, como las de los gobiernos, las jerarquías económicas, los llamados poderes fácticos y sus siniestros monopolios han favorecido un realidad en la que los criminales , en su demencia, buscan aliados con las omisiones de los que detentan algún forma de poder”.
“Para que la pesadilla de la inseguridad pública desaparezca, se necesita garantizar seguridad, justicia y empleo”, dice el Banco Mundial. Consecuentemente, la “guerra” contra el narco, sin basamento social, está condenada al fracaso.
El nuevo camino puesto en marcha por el poeta Javier Sicilia, en estos momentos de grave riesgos para México, es un camino de esperanza. Se requiere ajustar la técnica utilizada por Mahatma Gandhi para que la maldad reciba su merecido en México.
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