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Neonazis desbrozan el camino
de retorno del Partido Popular
MADRID.- Ya que se fijó en este artículo, tome su tiempo, respire a fondo, que el aire salga despacio de su boca, sienta que su cuerpo se relaja y en ese momento siga leyendo si está dispuesto a derramar bilis y aumentar su adrenalina: “En España, difundir ideas nazis está dentro de la libertad de expresión”. ¿Qué tal?
Pero no pierda su cara de sorpresa porque existe aquí un “Círculo de Estudios Indoeuropeos” que propugna “matar al resto de los judíos vivos y echarlos -sí, echarlos- con los que ya están muertos porque debieron acabar con todos”.
El organismo que ha dictaminado tan intachable y democrático juicio es el Tribunal Superior, equivalente a nuestra Suprema Corte de Justicia.
Un amigo mío de dialéctica fácil y prosa chilanga, que está junto a mí, exclama... “Ándale… jijos… qué cosa… no la…”. Me acerco a él y le espeto: No, sí la… y lo que falta.
En Barcelona hay o hubo una tienda cuyas puertas están cerradas, pero dentro de las cuales se oye trajín, que albergaba centenares de libros, símbolos y fotografías hitlerianas que se vendían a tutiplén. Los mensajes emitidos desde esta venerable casona sostenían por escrito y verbalmente que “Hitler es un héroe en la historia del mundo. La preeminencia aria está comprobada. Un negro es un ente menor”.
El nombre del establecimiento es Kaiki y sus dueños son de carnes y hueso aunque tal cosa haya sido puesto en duda por distinguidos antropólogos nacionales y extranjeros que se mostraron interesados en este fenómeno y prometen investigar más a fondo.
Los nombres y apellidos de tan insignes personajes son Ramón Bau, Oscar Panadero, Carlos García y Juan Antonio Llopart, entre muchos otros que colaboran para difundir tan bella teoría.
Como están las cosas, estos textos pueden convertirse en Patrimonio de la Humanidad y podrían tener un éxito editorial si nadie toma cartas en el asunto.
Para más inri, la resolución judicial avalada por tan importante y respetado órgano de la democracia, agrega: “no hay una provocación directa a un acto concreto discriminatorio porque NO es un delito la negación del exterminio (holocausto)”.
Además pide a la fiscalía que “absuelva del delito de provocación a la discriminación (cacofonía a parte), a tres de sus dirigentes porque los libros que publicaban y vendían NO contienen elementos que provoquen ni inciten al odio o la violencia, ni son racistas ni antisemitas”.
El mencionado CEI fue aprobado y legalizado por el Ministerio del Interior en 1999 y consta en actas.
Apunte cuáles son los padres de semejante bodrio: es un grupo neonazi creado en 1966, que trabajó en armonía con el Partido Rexista Belga y General de las WAFFEN SS León Degrelle, la Jeune Europe, de Jean Thiriart y excombatientes de la División Azul de tan inolvidable y grato recuerdo histórico.
Estos engendros tienen conexiones con grupos visibles y bien formados en Alemania, Austria, Estados Unidos (Institut For Historical Review). En Francia existe otra organización en Aix-en Provence con ramificaciones importantes en Chile, Bolivia, Ecuador y Argentina, cuando menos.
Todas estas mafias filo-fascistas, con suásticas y motivos encomiables para los descendientes de los países del Eje, han crecido en los últimos años. Si alguien pudiese decir que en estos momentos no representan un gran peligro, convendría refutarles para que los gobiernos neo-liberales, demócratas-cristianos, socialistas, todos, escucharan la alarma.
Porque todos ellos, unos más otros menos, aún defienden la libertad y son los herederos de quiénes sufrieron la Segunda Guerra Mundial con un saldo de 50 millones de muertos.
Como un ejemplo a seguir es conveniente dejar claro que en Alemania se penaliza al que niega el holocausto y se castigan las hegemonías étnicas.
Atravesamos un momento muy delicado porque a la sociedad europea le cuesta vencer inercias y absolutismos. Los caminos de la razón están cerrados, ocultos o intransitables. No hay presupuestos para repararlos. El que quiera avanzar que lo haga por las autovías de cuota. Que pague a los concesionarios o al gobierno. Parafraseando a Jorge Manrique diremos que los que ganan 600 euros al mes y los que se embuchacan miles y miles en llegando son iguales los que viven en la angustia y los que la explotan.
Este continente envuelto en la crisis política y económica más grande de su historia reciente (incluyo la de los ’20) debe cerrar filas y olvidarse de nacionalismos anacrónicos, de enfrentamientos históricos y de luchas financieras insoportables.
De lo contrario, escuchen el ruido vital de las manifestaciones que nos llegan desde África y los países árabes y que aquí han fortalecido a la Democracia Real Ya, instalada en la Puerta del Sol, en la de Cataluña y en decenas de otras ciudades españolas. Y no echen en saco roto que tienen previsto presencias reivindicativas en las principales capitales europeas.
El poder omnímodo empieza a sentir cosquillas en el estómago que es donde más molesta.
Volvamos un momento al siglo pasado -a los años treinta y cuarenta- para recordar que el franquismo fusiló a 130 mil personas sin llevarlas a juicio y 30 mil niños, hijos de republicanos (o rojos), fueron vendidos a familias ligadas con la dictadura con la complicidad de los traficantes, muchos curas, médicos, enfermeras y los bipolares políticos.
Otra caricia más del yugo y las flechas.
Los hay que dicen que todo eso es agua pasada, que no hay que removerla. Pero sin historia el presente y el futuro se ennegrecen porque los estallidos libertarios son una manera de desahogar las frustraciones y cargas que aligeran las decepciones y, sobretodo, permiten que no fermente el odio.
Un signo clarísimo de cómo trepan algunos hagiógrafos, es el Diccionario Biográfico del Español que acaba de editar la Real Academia de Historia. En él, un grupo de doctos y sabios señores resaltan las figuras de Franco, su dictadura y la necesidad que tuvo de “aliarse a Hitler y Mussolini para enfrentar a la Unión Soviética” para conseguir la paz durante 40 años instaurada por el Caudillo de España por la Gracia de Dios.
El director de esta organización tan encomiable que recibe una subvención del Estado de 900 mil euros anuales, Gonzalo Anes, afirma que “Yo no soy culpable de nada… sólo recurrí a ilustres historiadores para que escribieran los textos…” ¿pero no los revisó? le preguntaron. Y con cinismo dijo que “no he tenido tiempo para ello”.
Sí, asómbrese. Vuelva a hacerlo. No lee lo que publica ni es responsable de la organización que preside. Pero hay más, sostiene que “todos hemos tenido cargos durante la dictadura y los académicos que intervinieron son personas con criterios muy respetables”.
Tendrán criterios muy respetables pero su misión es relatar la verdad de lo ocurrido durante la conflagración civil en España. Ser objetivo es una de las principales virtudes de cualquier persona. Mucho más de un académico que representa a su pueblo y que tiene la obligación de no distorsionar los acontecimientos mucho más si estos son fundamentales para la construcción del porvenir.
Si no se pone coto a este disparate, tal deformación de la historia será documento oficial para que futuras generaciones abreven en él. Y también el espejo que refleje cómo la historia se desmantela, se cambia, se corrige, se inventa, se maltrata y acaba convirtiéndose en un panfleto contaminante.
Es pertinente reiterar que indeseables asoman su cabeza y creen que ha llegado su hora, la de volver al garrote vil y a las deformaciones dictatoriales.
Perdón por la insistencia pero hay otras deliciosas frases en el Diccionario: “Franco hizo una cruzada contra el caos republicano y los comunistas… fue una guerra (la civil) de liberación” de “poner orden en el caótico gobierno de la Segunda República”.
No me extrañaría que el DBE fuese objeto en el futuro de algunos homenajes y si las cosas siguen como van podría ser un texto obligatorio de consulta.
El Ministro de Educación, Ángel Gabilondo -hombre cabal- fue muy retórico al comentar el asunto. Dijo: “No quiero interferir en el trabajo de la RAH pero debe mejorar y, en su caso, rectificar aquellas biografías cuyo contenido no responda a la necesaria objetividad de los trabajos académicos” ¡Todo un ejemplo de praxis política e ideológica!.
Pues bien, Don Ángel, aquí jugamos a que no quede títere con cabeza. Gracias por su respuesta. Es todo un alarde de dialéctica democrática. Creímos que cuidar la salud del conocimiento es atenerse a la verdad. Pero, claro, la historia la hacen los vencedores, ¿quiénes son los vencedores? Los niños, los jóvenes y los adultos le van a reconocer que haya contribuido tajantemente a esclarecer los momentos más brillantes del oscurantismo republicano.
Propongo que sea usted quién decida a qué altar trasladamos los restos de nuestro inmortal héroe, don Paco, virtuoso estadista, combatiente excepcional contra la subversión comunista y defensor del palio…lítico.
En sus manos está limpiar las insignificantes manchas que han caído sobre tan ilustre personaje. Manos a la obra. Dedíquese a ello en cuerpo, alma y espíritu. Sus esfuerzos pasarán a formar parte de la Memoria Histórica que su gobierno quiere escribir. ¡No vaya a fallarnos. Por Dios, por la Patria y el Rey…!
Este es el momento propicio para defender la ejemplar democracia que, salvo un milagro que no creo pueda pedir don Antonio María Rouco Varela a Dios, llegará en 2012 con el gobierno del Partido Popular para retozar en la historia negra de España.
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