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Eurozona:
El prometer no empobrece
REGINO DÍAZ REDONDO
Madrid.- En su último y enésimo acuerdo, la Unión Europea decidió con estridentes manifestaciones de júbilo una quita en la deuda de Grecia del 50 por ciento. Aprovechó para pedirle a los bancos españoles que se recapitalicen con 26 mil millones de euros más, cifra calculada a su libre albedrío, y, exultantes, se oyó el grito vencedor de los líderes burócratas porque en la próxima junta -ya suena a canción- verán la forma de que la eurozona no tropiece más ni sea acosada por los especuladores enemigos del continente.
Tan proposopéyico anuncio se conoce desde hace ya bastante tiempo y es siempre una declaración simbólica, nada efectiva, porque hasta ahora las promesas se han quedado en eso, en promesas y el dinero o los papeles que representan dicha erogación no circulan ni llegan a su destino.
Alejandro Dumas.
Los próceres del primer mundo europeo que ya eligieron como jefe a Herman Van Rompuy por encima de José Durâo Barroso agitaron en unas horas el mercado de valores, conmovieron a los intermediarios de siempre y presentaron un panorama espectacular.
El contagio no ha llegado a muchas partes. Por lo menos no a la mayoría de la gente que sigue igual y que no podrá nunca recuperar su nivel de vida del que disfrutó, engañado por los que manejan las finanzas y sus pusilánimes ayudantes, los políticos que se han convertido en títeres viejos y maltrechos, sin credibilidad ni fuerza suficiente para enfrentarse al desbarajuste general que nos invade desde hace ya varias décadas y que hizo crisis tres años ha.
Así las cosas, bienvenido Mister Marshall recobra su vigencia, por cierto nunca perdida. Somos los pedigüeños ingenuos que, inocentes, nos engañan mientras jugamos a pedir unas cuantas fanegas de harina y un poco de respeto para nuestras familias.
No hay que hacerse ninguna ilusión. Por desgracia, los acuerdos multi o bilaterales se han quedado siempre en la teoría.
Y la situación económica y social europeísta está cada vez más desprestigiada y ha caído rodando por una escalera infinitamente alta.
Acostumbrados a que los rescates merecidos por la mala actuación burocrática de la UE nunca se hacen efectivos, es difícil aceptar que de las últimas declaraciones de los jefes franco-alemanes, apoyados por genuflexiones de presidentes de gobierno y sonrisas de partidos políticos de cualquier color, no tendremos otra vez lo mismo de lo mismo.
Por lo visto, para los que disfrutan del bienestar y mejor calidad de vida, lo anterior resulta un resabio desagradable de los negativistas, enemigos del sistema y deseosos de que todo termine y llegue el descontrol general.
Pues aunque así sea, hay que insistir en que los ejemplos que hemos recibido en estos últimos tiempos, demuestran que tenemos razón y que somos realistas, no personajes entregados al poder ni a las componendas. Además, las naciones en peligro de bancarrota siguen igual, aunque eso sí, alimentadas por unos cuantos párrafos elaborados en escritorios de lujo.
Díganme si no resulta una burla el anunciar lo dicho decenas de veces antes por los dirigentes de la UE: “El Fondo de Rescate se fortalecerá hasta un billón de euros”. Y con esto ¿qué se va a conseguir? o ¿qué se ha conseguido?.
Las predicciones de la gente que se supone forma parte del engranaje financiero global, no son muy halagüeñas. Dice Charles Dumas, presidente del Lombar Street Research Institute y ex jefe de Investigación JP Morgan de Londres, asegura, manos en la bolsa, sonrisa siniestra, desprecio evidente, que “nos iría mejor si salieran del euro España, Grecia, Italia y Portugal. De lo contrario, se podría vaticinar una gran depresión en los demás países”. Lo expresó y se escondió en su despacho.
Ojo con lo que dice Estados Unidos a través de varios miembros del gobierno de Obama: “Europa está muy cerca de la suspensión de pagos”. Y Timothy Geithner, secretario del Tesoro de ese país, asegura que “es imposible mantener un continente saludable con 23 millones de parados”. De paso, hay quien agrega que no debe olvidarse que las dos guerras mundiales empezaron en los Balcanes y que Grecia forma parte de esa zona.
El favor que recibe los griegos es la mencionada quita. Pero está claro, porque ya ha ocurrido en otras partes del mundo, el por qué de la generosidad de los responsables: la mayor parte de la deuda de ese país la tienen comprada los bancos alemanes y franceses. ¡Qué les parece!. Perdonen pero es una farsa vestida de Halloween.
Los empresarios españoles han dicho, muy seriecitos ellos, que aceptan ayudar a recapitalizar a la nación pero que lo que se les exige es “arbitrariamente alto”.
Sabemos bien, lo supimos desde hace mucho tiempo, que la deuda externa de las naciones ahoga a los ciudadanos, hunde a los gobiernos y decepciona a los pocos optimistas que quedan.
Claramente: México llegó a tener un crédito extranjero por un total de 150 mil millones de dólares y, sin quitas, nunca alcanzamos a pagar ni siquiera los intereses de dicha cantidad.
Que nadie me tache de filocomunista pero les diré, sin falsa modestia, que hace 26 años el comandante y presidente de Cuba Fidel Castro me dijo que en una entrevista en el Palacio de la Revolución que “la deuda exterior es impagable; hay que cancelarla”. Escrito está y, sin asomo de tintes políticos, parece que el combatiente de Sierra Maestra tenía razón.
Ah, pero que no griten los que toman al toro por los cuernos porque está demostrado que el marxismo es una praxis que no resultó y ha sido olvidada salvo en Corea del Norte e Irak.
En medio de esta temporal euforia que ojalá tuviese bases para mantenerse, siguen llegando a los escritorios periodísticos las buenas noticias: … habrá una recaída el año que viene… el problema es tan enorme que será imposible, ni siquiera instalarlo en mucho tiempo.
Hace 20 meses que se aprobó -palabra de honor- el rescate a Grecia. Hoy aún no ha recibido más que unas migajas de lo que, al parecer, ya tiene concedido.
Si existe preocupación en las naciones que lideran la Unión Europea es porque va en ello su propia estabilidad política y económica. Es aquello de que “Dios aprieta pero no ahoga aunque no sea más que por el placer de volver a apretar otra vez”.
Por último tomemos en cuenta que la canciller Merkel y el presidente Sarkozy, tan unidos siempre, aunque difieran en el porcentaje que cada uno se lleva para su país, pueden desaparecer en no más de un año. Nicolás intentará reelegirse en 2012 y sus perspectivas son muy precarias. Doña Ángela parece arreglárselas mejor pero tropieza muy a menudo con una oposición un poco harta de su actuación.
Recuperemos el buen humor por un momento con esta frase que se lee en los carteles que exhiben en la Puerta del Sol los miembros del M.15: “Disculpe las molestias, esta es una Revolución”.
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