El encanto: concepto es único en el nuevo Acapulco ENRIQUE CASTILLO—PESADO
EL ARQUITECTO MEXICANO Miguel Ángel Aragonés creó y diseño un hotel, cuyo concepto es único en el nuevo Acapulco. Me refiero al resort Encanto que alcanzó una inversión de veinte millones de dólares.
ATARDECER POOL DECK
CUANDO UNO LLEGA a Brisas Marqués y se interna como buscando la salida al mar, de repente uno se encuentra con una espectacular construcción modernista y sumamente minimalista. Me refiero a espectaculares espacios abiertos y cerrados, rodeados de exuberante vegetación tropical y enormes ventanales.
También me recordó a los grandes proyectos de Ricardo Legorreta y Luis Barragán. Sí, lo anterior es la puerta de entrada a una nueva dimensión de lujo y privacidad. Aragonés habla de que quiso concebir el proyecto “como un homenaje al mar”.
De esta forma, el elemento más característico es precisamente el agua, que se complementa con la brisa constante y el aprovechamiento impecable de la luz, que juega en los muros, dándoles tonos cálidos desde el amanecer hasta el crepúsculo.
Nuestra anfitriona, Mariana Aragonés, indicó que “distintivos son también el mobiliario de Phillip Star y la decoración de Ezequiel Farca. Otra belleza arquitectónica: la alberca y los balcones transparentes en cada suite, elementos que aportan un toque vanguardista al conjunto”. Recorrí el resort que tiene 24 suites y 20 villas con alberca privada que brindan el mayor nivel de confort y privacidad. Vi también amplias terrazas con camastros que invitan a la relajación en un ambiente rodeado de detalles de buen gusto y óptimo servicio.
Otras áreas son para la lectura. Cada una de las suites (en una se hospedó Robert de Niro) integra motivos orgánicos y detalles artesanales mexicanos. Además, las suites están equipadas con Internet inalámbrico, aire acondicionado, estación para Ipod, TV, minibar Premium, caja de seguridad y amenidades L’Occitane.
Aproveché mi estancia en Aca para ir a comer a la Isla y cenar en el Zibu, de Lalo y Susana Palazuelos, el más bello restaurante del puerto guerrerense, que siempre me hace recordar las glorias de Acapulco. Lalo nos invitó para estar nuevamente con ellos, ya que organiza una cena el 17 con La Chaine des Rotisseurs y, al día siguiente, su hermana Bonnie Palazuelos organiza un memorable evento en un espacio privado.
Ahí nos veremos. Para Mario Wichtendahl mis mejores parabienes y una felicitación a Susana Palazuelos porque su libro ganó un premio en París. Por cierto, su cocina (Flor del Mar 360) es creación de Mónica Patiño. Este hermoso destino ha vuelto por sus fueros. Los pioneros se vuelven a dejar ver y el Baby’O (léase: Gardel) luce repleto. Y hasta la próxima, ¡abur¡
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
More articles by this author
|