DEFINICIONES
“Chepina” se mandó hasta la cocina, al burlarse de las personas de la 3ª. Edad
MANUEL MAGAÑA CONTRERAS (Exclusivo para Voces del Periodista)
CUALQUIER PERSONA NORMAL sabe que desde los más remotos tiempos de la antigüedad, pasando por el período de grandeza cultural de Grecia, en los países civilizados se le han rendido honores a las personas de mayor edad, porque, al paso de los años, el ser humano adquiere experiencia, sabiduría y sus consejos deben ser escuchados por las nuevas generaciones, especialmente el sector de los jóvenes.
Sabido es también que en los Mandamientos de la Ley de Dios está dispuesto que los buenos hijos deben honrar a su padre y a su madre. Por tanto, la discriminación que hace de la gente entrada en años, más conocida ahora como personas de la tercera edad, hayan sido objeto del más soberbio de los desprecios por la abanderada panista a la presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, quien tal vez llevada por ese enfermizo maniqueísmo de pretender que todos los que no pertenecen a las filas blanquiazules son malos, y buenos, buenísimo, quienes militan en el que ellos llaman “el partido de los mejores hombres de México”, perdió el equilibrio y habló despreciativamente de las personas mayores.
El insulto para el sector de los abuelos, de parte de Vázquez Mota, no pudo ser más injusto, puesto que la “suspirante” panista al cargo de jefe del Ejecutivo Federal, al referirse a las personas que han sido mencionadas para que sean miembros del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, afirmó tajantemente que reúnen 1,500 años de edad
Y como si hubiese duda de lo peyorativo de su expresión, que en el PRI, suman “1,500 años de cárcel”, según ella.
El PAN, enfermo de maniqueísmo
¿Qué le arrastró a “Chepina” a incurrir en tan grave pifia de discriminar a las personas que con el transcurso del tiempo han adquirido experiencias que debe ser utilizadas por quienes apenas se asoman a la vida?
La respuesta está en que la señora Vázquez Mota fue víctima de su subconsciente, puesto que en las filas de Acción Nacional, sus dirigentes se sienten “con el derecho suficiente” para criticar a todo aquél mexicano que no pertenece a sus filas. La señora Josefina se fue de bruces con dicha afirmación. Si la hubiese pronunciado exclusivamente para los miembros de su partido, se le hubiese aplaudido, pero ya enfilada como aspirante a la presidencia de la República, los escenarios son otros y las personas también. En buena medida, puede decirse que las burlas de doña Josefina en contra de las personas mayores y de condena a los priístas, son producto de las fobias blanquiazules, nacidas entre otros motivos, porque en ellos prevalece aún el sentir delos hacendados de la época porfirista, acostumbrados a que “la peonada” -como llamaban despectivamente a sus trabajadores del campo-, estaba condenada a sólo escuchar.
El mismo Felipe Calderón, en sus funciones de presidente de México, frecuentemente suelta barbaridades, datos inexactos, versiones no fundamentadas y juicios que transgreden los niveles de la justicia y de la ética. La causa es la misma, el panismo a nivel dirigente, está acostumbrado a emitir juicios producto de su soberbia, arrogancia y falta de equilibrio en las apreciaciones.
“El candidato de Dios”
Ejemplo de la arrogancia panista, de creerse que “son los mejores de México”, que “ellos son los buenos” y malos los que no están con ellos, es el caso de Efraín González Luna -santón del panismo-, primer candidato blanquiazul (1952), a la presidencia de la República, a quien el PAN le endilgó el calificativo de “candidato de Dios”.
Dicho apodo se le adjudicó pese a que Efraín González Luna, en aquellos tiempos, era acusado por Sáinz Alderete, personaje de la sociedad jalisciense en Guadalajara, quien lo acusaba de negarse a regresarle unas joya que le había confiado
Se recuerda que Sáinz Aldrete murió víctima de un avionazo y el caso no pasó más adelante, al dejar de existir la parte acusadora.
Doce años de impunidad
Debe entender la señora Josefina que ahora en su carácter de abanderada del panismo para las elecciones de julio venidero, ya no tendrá como auditorio exclusivo a los incondicionales militantes de Acción Nacional, sino a un ciudadanía abierta y dispuesta al análisis de lo que dice.
La señora Josefina Vázquez Mota refleja otra falla del panismo consistente en que carece de programa de gobierno. El que han aplicado “Vicente Calderón” y “Felipe Fox”, según dicen que dijo en un traspiés el “Chiquidrácula” de Acción Nacional, Ernesto Cordero. Cabe mencionar, es un programa elaborado fuera de nuestras fronteras por el Fondo Monetario Internacional ( FMI) y el Banco Mundial (BM), y de allí la orfandad oratoria de doña Josefina, tratándose de un programa panista de gobierno 2012-2018.
Una de las grandes desventajas a que ahora se enfrenta el panismo para su campaña en pos de la presidencia de la República, consiste en que ya se le conoce públicamente.
Su retórica, de siempre ha consistió en lanzar calumnias al contrario, como si se tratase de verdades. Así ha procedido siempre y por eso, Josefina Vázquez Mota, desarmada respecto de un programa de gobierno panista, porque no lo hay, recurrió a la burla y al escarnio al referirse al PRD y al PRI, en su infortunada mofa de las gentes de edad mayor y del PRI.
El PAN, como partido-gobierno-, tiene en sus manos el recurso de acusar a sus adversarios de determinados delitos, en base a averiguaciones previas, dentro de una “guerra sucia” que aflora cada vez más con mayor insistencia, a falta de un programa de gobierno eminentemente nacionalista que pueda ofrecer a los mexicanos.
No será lo de la burla a los ancianos, el único traspiés en que vaya a incurrir la señora Vázquez Mota. Se le nota sin facultades oratorias y cuando está frente a sus partidarios panistas, lanza arengas propias de las galerías. La ciudadanía está ahora mejor preparada y este será un escollo para el maniqueísmo panismo que ya no funciona como antes.
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