Las mejores series de la televisión que captan la atención en México
Hoy en día, la gente discute –y hasta se ¿pelea?-- para pregonar cuáles son las mejores series televisivas que ustedes pueden ver por TV abierta, Sky, Netflix, y otros medios televisivos. Unos se decantan que la mejor es 24 Horas, los Borgia, Enrique VIII, Scandal, House of Cards, Downton Abbey, Pablo Escobar, Señor de los Cielos, La reina del Sur, El callejón de los sapos, Breaking Bad y podía continuar con muchas más. En mi cado, respeto el gusto por el tipo de series que ustedes escojan, pero –por ejemplo, las series que se han llevado más premios son Breaking Bad, 24 Horas, House of Cards y Scandal.
La serie que más me ha gustado –junto con 24 Horas-- es la de Downton Abbey, que se volvió un éxito al convertirse en la serie dramática más vista por los ingleses y que produjeron Masterpiece y Carnival Films para OBS e ITV. Mi conocido el escrito Julian Fellowes, que fue galardonado en 2002 con un Oscar por su estupendo guion para el filme para el filme Muerte a la medianoche de Robert Altman. En México se estuvo transmitiendo por Once TV—México en televisión abierta (doblada al español y subtitulada). Downton Abbey comenzó a emitirse en 2010, y debido a su alta audiencia (o raiting), ITV confirmó el 12 de octubre que realizarían segunda y tercera parte, y ahora resulta que habrá una cuarta. Es tradicional que cada temporada, a partir de la segunda, rematen con un episodio especial de Navidad que intitularon Christmas Special. Hablaré ahora de una breve sinopsis. La historia se inicia en el año 1912.
La vida en el condado de Downton Abbey (Yorkshire, Inglaterra) cambia cuando el futuro heredero muere en el hundimiento del Titanic. El nuevo heredero es un joven abogado de clase media llamado Matthew (Dan Stevens), primo lejano del conde. Esto se debe a que el conde Robert Crawley (Hugh Bonneville) y la condesa Cora Crawley (Elizabeth McGovern) no tienen hijos hombres, sólo tres hijas, Mary (Michelle Dockery), Edith (Laura Carmichael), Edith (Laura Carmichael) y Sybill (Jessica Brown—Findlay), que no pueden heredar.
Este vuelco de la fortuna no agrada a los miembros de la familia ni a la servidumbre (que viste mejor que los lords o socialités actuales, en especial a la condesa viuda de Grantham (Maggie Smith, la mejor actriz de teatro de Inglaterra, quien –honestamente-- se lleva la serie con su talento, sarcasmo, elegancia, etcétera), madre de Robert.
Y claro, los chismes, verdades o mentiras a medias, asesinatos y todo lo que usted pueda imaginarse que genera el dinero (la Biblia señala que el dinero es el principal causante de todos los males que aquejan a la humanidad). Por otra parte, también parece en los últimos capítulos la sensacional Shirley McLaine (hermana de Warren Beatty y a quien entrevisté a principios de los ochenta, teniendo como testigos a los amigos Zinser y Lalo Brito), quien hace el papel de madre de Cora Crawley, condesa de Grantham.
Finalmente, el magnífico reparto que ha obtenido 9 premios, 9 nominaciones, 10 referencias y 12 enlaces externos, ha trabajado a destacado donde destacan todos. Ejemplo: los Grantham y los Crawley; la servidumbre; Charles Carson, Mrs. Elsie Hughes, Sara O’Brien (sobria actriz con un papel odioso), John Bates, Anna Smith, Beryl Patmore (una chef controvertida, que me hizo recordar a mi cocinera Bertha Yáñez) y Daisy Mason. Por último, califico con 9.9 los textos, guiones, planteamientos, personajes, criados (as), localizaciones, presupuesto, etcétera, de una mini—serie que se llevó muchos Globos de Oro y el Premio TP de Oro. Y hasta la próxima, ¡abur!
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