Historia de cuatro barcos en uno:
POTRERO DEL LLANO (Que yace olvidado)
Con el pecho conmovido
Mi gran pueblo mexicano Vengo a cantar el corrido De un atentado inhumano Lloro al "Potrero del Llano" Barco tanque nacional Al que un torpedo villano Hundió artero su puñal Corrido Popular de 1942
Al licenciado Mario Moya Palencia (sttl), por su libro: ¡Mexicanos al grito de guerra!
REALMENTE JAMÁS fue un buque importante, no era elegante ni famoso, visto sin los romanticismos con los cuales fue vestido por azares de la historia; era bastante feo, aún para los de su clase… los cuales nunca fueron precisamente bellos.
Una de las curiosidades que le acompañaban es que fue cuatro en uno, y luego motivo de un rompimiento de neutralidad, y hasta monumento a la victoria aliada.
Fue construido en Inglaterra en 1912 y bautizado F.A.Tamplin, en 1921 fue vendido a Bélgica a donde fue llamado Arminco y, en 1929 a Italia donde nuevamente cambió su nombre a Lucífero. Para entonces llevaba ya tres nombres en su haber.
Luego al igual que durante toda su existencia, fue utilizado para acarrear petróleo, lo cual se hizo más y más necesario para las naciones europeas al paso del tiempo.
Pero aún seguía siendo gris cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa, el 1 de septiembre de 1939…
El Lucífero bajo su bandera italiana estaba en un puerto mexicano cuando fue incautado por los EUM a la Italia del Duce Benito (en honor a Juárez) Mussolini en abril de 1941, bajo el pretexto del llamado “Derecho de Angaria”, (del griego aggareia: esclavitud, servidumbre) el cual otorga a un país beligerante, el derecho de apropiarse de los buques del enemigo o de los de un país neutral que comercie con el enemigo, de manera transitoria o permanente; junto con otros barcos (doce en total, nueve italianos y tres alemanes), nada más que esto fue hecho por el gobierno del general Ávila Camacho cuando México aún no estaba en guerra con Alemania e Italia; en un acto que no podría ser explicado más que como una franca provocación al “eje Berlín-Roma” por parte de un país, que si bien no simpatizaba con esos gobiernos había establecido y ratificado su neutralidad durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas.
En todo caso, una vez “agandallado” el buque, fue adjudicado a la flota petrolera de PEMEX y destinado a acarrear petróleo mexicano a los EUA también neutrales entonces, vía el Estrecho de la Florida en el Golfo de México.
Ya como buque mexicano fue nuevamente rebautizado, ahora con el nombre Potrero del Llano, en homenaje a uno de los más fructíferos campos petroleros de esos años, en Veracruz.
Con ese nombre, el cuarto en su existencia, entraría a la historia, aunque aún seguía siendo gris para entonces.
Pues, el 7 de diciembre de 1941, Japón atacó la flota de los EUA en Pearl Harbor y Estados Unidos entró inmediatamente en la guerra; tres días después Adolf Hitler le declaró la guerra a USA, aparentemente en solidaridad con Japón, cuando en rigor y como demostraría luego la historia, no debiera haberlo hecho…
México permaneció neutral aún.
Las manadas de lobos
Solían entonar en sus patrullajes canciones del enemigo inglés al cual secreta o descaradamente admiraban como marinos y, escuchaban música de discos considerados “impuros” y muy prohibidos por los nazis (de cuya “moral nacionalsocialista” solían burlarse), eran jóvenes, rudos, implacables y orgullosos; tripulaban naves similares a tiburones, modernas, letales; solían atacar en “manada” y estaban ganando la guerra.
Eran los lobos grises del almirante Karl Dönitz, a bordo de los U-Boote.
Los Untersseboote, (barcos sumergibles) eran un arma terrible, lo habían sido en la Primera Guerra Mundial y lo eran en la segunda. Posiblemente mucho más a partir de 1939; los alemanes habían perfeccionado los U-Boote para que fueran más rápidos, pudieran sumergirse a mayor profundidad y cargaran más torpedos.
El arma submarina de la Kriegsmarine (marina de guerra), había sido desarrollada subrepticiamente durante el mandato de Hitler a partir de 1933, pero no con la velocidad y en la cantidad que deseaba su comandante der onkel (el tío, como le decían cariñosamente) Karl Dönitz, el hábil almirante, submarinista en la Gran Guerra, que años después sería el último Führer del III Reich, y quien deseaba tener un mínimo de 300 sumergibles pero tuvo que empezar la guerra con menos de cien; a pesar de eso estaba acorralando a los ingleses.
Cuando Hitler le declaró la guerra a los EUA, Dönitz inició de inmediato la Operación Paukenschlang (tamborazo o, a tambor batiente)… en aguas americanas.
Desde el principio y por bastante tiempo, fue una masacre para los buques americanos, pues los militares gringos no creyeron que los U-Boote tipo VII, fueran capaces de llegar hasta sus costas y, los marinos civiles y militares estaban confiados en esa falsa premisa, además EUA carecía de los medios suficientes para ejercer una vigilancia efectiva, su mayor temor en 1942 eran las costas del Pacífico, amenazadas por la formidable Armada Imperial Japonesa.
Pero mientras tanto, los lobos grises ya estaban merodeando las costas americanas… Mirando los puertos profusamente iluminados y casi desguarnecidos y, cargando sus tubos lanzatorpedos. Y la matanza comenzó…
En una de las subsecuentes oleadas de sumergibles tipo VII y IX (la sexta), llegó a aguas del golfo el U-564 (un tipo VII C), al mando del Kapitänleutnant Reinhard “Teddy” Suhren, uno de los más hábiles comandantes de sumergibles, un “entrón” y audaz marino muy profesional…
Pequeño detalle de banderas
En sus treinta años de existencia el ahora Potrero del Llano había portado cuatro banderas diferentes, ahora con la entrada en la guerra de los EUA y la posibilidad de ser atacado por un U-Boot le resultaba necesario a México enarbolar su neutralidad (hasta el 10 de marzo de 1942 habían sido hundidos en aguas americanas 112 buques por ataque de sumergibles): Le fueron pintadas en la parte media del casco dos enormes banderas “mexicanas” sin el águila (con lo cual eran idénticas a la italiana), como se argumentó usaba la marina mercante mexicana en aquellos días, por una oscura orden oficial; ya que la enseña completa estaba al parecer reservada a la Armada. Pero el asunto no terminó ahí, en la fotografía en blanco y negro del Potrero del Llano se aprecia por la tonalidad de grises, que la bandera está invertida, esto es el orden de los colores es rojo-blanco-verde en vez de verde-blanco-rojo. A ambos lados de la bandera se aprecia el nombre del barco y su nacionalidad.
Es un misterio el porqué de esa aparente inversión de colores tal vez alguien mal interpretó la característica de los periscopios viejos que mostraban una imagen invertida y quiso asegurarse de que los colores fueran vistos en el orden correcto, como en las ambulancias que llevan pintado al frente “ambulancia” al revés para que se lea bien por el espejo retrovisor…
Pero la realidad era que esos periscopios “invertidos” que proyectaban una imagen en una mesa de ploteo, ya no se usaban desde muchos años antes, o tal vez ese error garrafal fue simple ignorancia y valemadrismo a la mexicana, pues sería estirar demasiado la imaginación el argumentar un acto de sabotaje.
Ese detalle de la bandera podría explicar algunas cosas…
Aquella noche en mayo del 42 (El Llano, en llamas)
Al mando del teniente de navío Gabriel Cruz Díaz el Potrero del Llano que navegaba en aguas del Estrecho de Florida completamente iluminado, como correspondía a un buque neutral, la noche del 13 de mayo de 1942 a las 2355 hrs. (horario americano), 0717 hrs. (hora alemana), del ya día 14 en el III Reich; transportando petróleo ligero hacia los EUA… Recibió un torpedo en la parte media por la banda de estribor cuya explosión mató instantáneamente al capitán Cruz Díaz y a doce tripulantes (otro moriría después) e incendió el petróleo que transportaba. El buque ardió por horas e incluso fue fotografiado a la luz del amanecer por un avión militar norteamericano de reconocimiento. A pesar de todo no se hundió y fue remolcado a Isla Mosquito, frente a Miami donde, con la proa y la popa levantadas fue erigido como un simbólico monumento a la V de la victoria.[1]
Aquella noche en mayo del 42 (Paukenschlang)
Luego de haber detectado lo que parecieron naves patrulla americanas, y permanecer sumergido en silencio, el U-564, con su gato negro X 3 pintado en la torreta, emergió a la cálida noche en busca de presas.
En la torreta, el Kapitänleutnant Reinhard “Teddy” Suhren, escrutó la noche con sus binoculares Zeiss de la Kriegsmarine. Ante sus ojos (que presumía como los mejores de la Armada), apareció un buque tanque iluminado, a quizá kilómetro y medio, navegando serenamente… Suhren ordenó acercarse con cautela.
El U-564 navegaba en la zona DM 2643 del grid, el sistema de “parrilla” utilizado por los submarinistas alemanes para dividir sus mapas; eso significaba que estaba en el Estrecho de Florida, muy cerca de Miami. El Kapitänleutnant, ordenó cargar los tubos uno y dos con torpedos comunes eléctricos, por si fuera necesario.
A 700 metros del buque tanque Suhren se colocó en posición de ataque en superficie, notó la bandera pintada en el costado de estribor y no la pudo identificar…[2] entonces gritó al puente los colores, para que fueran identificados con el libro de banderas: ¡Franjas verticales, rojo-blanco-verde! Hubo una pausa abajo luego le respondieron; franjas verticales rojo-blanco-verde ¡no existe en el libro!
Suhren no trató o ya no insistió en tratar de leer las letras pintadas a ambos lados de la bandera sin identificar. Hizo las correcciones del caso para su solución de tiro, pasándolas al Jefe de torpedos y luego dijo con fría voz profesional: Tubo uno; loss!
A treinta nudos y a tres metros de profundidad el torpedo eléctrico G7e número de serie 26/672, partió con un siseo al ser lanzado desde el tubo numero uno.
El torpedo con casi media tonelada de explosivo dio en el blanco a la perfección.
Suhren comprobó que el barco ardía de tal manera que no necesitaba otro disparo y dio media vuelta para alejarse, unos minutos después el U-564 se sumergió en previsión a que buques de guerra americanos acudieran.
El Potrero del Llano ardió como una antorcha hasta bien entrado el día siguiente consumiendo los 46,000 barriles de petróleo que transportaba.
Lo demás es historia…
La guerra había llegado
Poco después del incidente del Potrero del Llano, fue hundido el Faja de Oro, otro de los buques incautados, México envió sendas notas de protesta a Alemania, ninguna de ellas fue respondida por la diplomacia del III Reich.
Ante el silencio y evidente desprecio, los EUM le declararon la guerra a los países del Eje.
Aunque México no participó activamente más que en el Pacífico y sólo al final de la guerra con el Escuadrón de Pelea 201 contra Japón, su contribución a la causa aliada fue importante, como proveedor de materias primas, braceros, maquila y cerrando el paso al espionaje alemán y japonés en su vasta frontera con los EUA. Dejar de contestar las notas diplomáticas (que podrían haber llevado a un arreglo) fue un error por parte del III Reich, y un pésimo negocio.
Muchos mexicanos alentaban sentimientos germanófilos en aquellos días, muy pocos deseaban que el país entrara a una guerra y, en la actualidad, aún hay quienes creen que el hundimiento del Potrero del Llano fue perpetrado por los EUA para que los EUM entraran en la guerra; eso es tan ridículo como aquello de que USA se “auto atacó” en Pearl Harbor o que lo de la influenza es un cuento… Se tienen los documentos y los detalles de aquella noche de mayo y se conocen las causas que sumadas dieron por resultado ese ataque.
Finalmente y, a sus 30 años, el F.A.Tamplin entró en la historia…
Sugerencias, aplausos o mentadas:
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[1] Buscamos infructuosamente alguna referencia a esto, fuera del libro del licenciado. Moya y no la hallamos, tampoco alguna fotografía del monumento (como la del Potrero del Llano ardiendo), que mostrara al barco en V, tampoco pudimos constatar si tal monumento existió o, existe hasta la fecha.
[2] Suhren atacó en superficie, por lo tanto quedó anulado el pretexto de un periscopio que mandara a una mesa de ploteo imágenes invertidas. Posiblemente al no identificar la bandera mal pintada, ya no se tomó el trabajo de otras verificaciones; tenía prisa pues sabía que había enemigos cerca.
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