Ni saben, ni quieren ni pueden
MA. ESTHER PIÑA SORIA
FRENTE A SITUACIONES de crisis extrema se suele decir que no se puede estar peor, en verdad es complicado imaginarlo; sin embargo, tengan la seguridad que con este gobierno las cosas se van a poner todavía difíciles.
De madrugada, los diputados y el gobierno federal nos dieron una prueba de ello; con los nuevos impuestos los mexicanos ganaremos menos y pagaremos más.
Tanto los funcionarios federales como de quienes cobran como diputados para hacer leyes emiten discursos como si de verdad supieran acerca del tema que están hablando y lo con tal seguridad y contundencia que pareciera que todos los demás somos uno reverendos ignorantes.
Por el tono y las palabras, cualquiera que no los conociera creería que realmente conocen sobre su materia de trabajo, pero basta revisar la currícula de la plana mayor del gobierno de la República y la de los 500 para saber que, en el primer caso, la mayoría no tenía una experiencia previa en eso de ser gobierno y que en el segundo, prácticamente ninguno puede presumir de haber impulsado o votado una ley realmente trascendente para la nación.
Los del presupuesto seguirá discutiéndose un buen rato, todavía nos falta ver los desatinos que puedan cometer los senadores, pero mientras ya han logrado que prácticamente todos los sectores se muestren en desacuerdo con nuevos impuestos a los mismos y estímulos para los privilegiados de siempre.
Reconoce el senador panista Madero que no pudieron hacer más, porque no tienen la mayoría que necesitaban para que el óptimo plan presentado por Calderón se aprobara, así que lo acordado en el San Lázaro apenas alcanza la categoría de subóptimo, habría que aclararle que esto quiere decir que se logra arreglar una parte de un problema sin descomponer a las demás; sin embargo, por lo que hasta ahora han hecho, para ellos debe tener la misma relación que la que guarda el subdesarrollo con el desarrollo.
No había un Plan B en lo de la ley de ingresos, al menos así lo dijo en su momento el señor de Hacienda, era el dos por ciento generalizado para todo tipo de consumo, no menos que eso o el país entraría en una crisis insalvable; no fue el dos por ciento así que suponemos que los autores del muerto y enterrado han de asumir que lo aprobado por los diputados se parece a la nada.
Y mientras el país se sigue descomponiendo, todos los flancos de batalla que hasta ahora ha abierto el gobierno federal los está perdiendo (empleo, seguridad, salud, educación, desarrollo) pero aún así, cada día abre nuevos
Todavía ayer Felipe Calderón decían en un discurso que nos puede asegurar que la recuperación ya se inició, que las cifras que él traía en las manos así lo demostraban; pero ya antes nos había asegurado que generaría empleos, que ganaría la batalla por la seguridad, que las vacunas para la influenza humana estarían a tiempo para cubrir las necesidades. Quisiéramos creerle, pero por lo hasta ahora visto al actual gobierno se le debe leer al revés, porque ni saben, ni quieren ni pueden.
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