Lo dicho, no saben
MARIA ESTHER PIÑA SORIA
SE TERMINÓ POR lo visto la escaramuza verbal que mantuvo en días pasados Calderón con los grandes empresarios; todo es de nuevo una eterna luna de miel entre el gobierno en turno y los ricos de siempre.
Ya ni los más aferrados defensores de la actual administración pueden afirmar que existe algo que, ni siquiera remotamente, se parezca a un gobierno, es decir, a un equipo de funcionarios que saben lo que hacen y qué rumbo llevan.
 La pelota está en otras canchas, si para aprobar el paquete en la cámara de diputados se valieron de las bancadas verde y blanquiazules, en el senado el cuento fue otro pero no distinto, allá quien manda es el tricolor, que ahora presume de “haberle enmendado la plana” a la propuesta presidencial y de haber votado, con el aval de los 75 años de su mal gobierno, por lo menos malo y aún más, afirman que si no se realizó una reforma fiscal completa es porque se van a esperar para cuando recuperen Los Pinos.
Tal cual lo dijeran, como si la responsabilidad del gobierno estuviera sólo en manos del ejecutivo, como si no existiera una Constitución que señala claramente que el gobierno descansa en tres poderes, y el legislativo es uno de ellos.
Habrá, ya se sabe, IVA del 16 por ciento, impuestos especiales a los depósitos en efectivos de 15 mil pesos o más y cargas a algunas áreas de4 las telecomunicaciones. Tal cual se había pactado entre hacienda y la jerarquía priísta.
Por ahora el discurso de panistas y tricolores es bastante ambiguo, los dos se atribuyen la paternidad de los éxitos que pudieran venir para las finanzas públicas y culpan al otro de todo lo que salga mal.. y seguramente saldrá.
Pero lo de los partidos, las cámaras, Hacienda y Los Pinos es asunto realmente muy menor, quienes realmente mandan en este país son los gobernadores priístas y los grandes empresarios que hicieron todo el llamado cabildeo para que ellos resultaran con beneficios directos, los primeros porque gran parte de los impuestos que acabaremos pagando nosotros llegarán a las arcas de sus entidades y podrán disponer libremente de ellos para las elecciones por venir; los segundos, porque seguirán pagando menos del 2 por ciento de sus ingresos.
Para todos los actores de la pésima comedia en que han convertido a las instituciones, la ley de ingresos no será suficiente, alcanzará para algo, no para todo y ahí está de muestra la propuesta del ejecutivo para el presupuesto de egresos. Todos, absolutamente todos los programas sociales se ven recortados drásticamente, a la universidades públicas se les destina menos presupuesto que el año pasado con todo y que ahora tienen más matrícula.
El gobierno federal y los miembros de la cúpula empresarial dicen que es necesario convocar a un debate nacional para obtener una política fiscal de largo plazo que defina la ruta hacia el desarrollo económico y el empleo; que ni le busquen tanto, las buenas finanzas públicas siempre estarán determinadas por una política simple, NUNCA GASTAR MÁS DE LO QUE SE RECIBE… pero eso no lo entienden, lo dicho, no saben gobernar.
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