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Edición 244
Jueves, 14 de Octubre de 2010 14:52

BUHEDERA

GUILLERMO FÁRBER

 

Los poderosos y las universidades

Me dice Fernando González: “Me gustó la iniciativa de Octavio Fitch*. Creo que acá en Sinaloa, con las proporciones debidas, nuestra magna casa de estudios, la UAS, podría también cerrar una herida: la de la satanización y renuncia del doctor Gonzalo Armienta Calderón, único caso en la historia de ella. Digo, aprovechando que él vive y está consciente. También creo que ayudaría a los estudiantes y el pueblo en general a aprender a rectificar y pedir perdón.” (*Que sea la UNAM, una de las muy pocas instituciones mexicanas que conservan el respeto del pueblo, la que rescate la memoria de lo bueno que hizo Porfirio Díaz; entre otras cosas, la misma fundación de la UNAM.)

Don Porfis

Como creo que la iniciativa de mi paisano González despertará encendidas reacciones tanto en pro como en contra, mejor me salgo del campo de batalla y regreso con el Héroe del 2 de Abril. A mí también me parece admirable la postura de Octavio, al propugnar por una reconciliación histórica, tras décadas de maniqueísmo ramplón diseñado por mentes cavernarias incapaces de ver otros tonos que el blanco y el negro (ambos, por cierto, distribuidos por ellos mismo conforme les sale del forro de los tompeates). Héroes: Hidalgo, Morelos, Madero, Carranza, Obregón, Zapata (¡y hasta el psicópata de Villa!) En cambio, los villanos: Iturbide, Santa Anna, Díaz, Huerta (los tres primeros, infinitamente mejores, o menos malos, que la bestia peluda de Parral). Por cierto, héroes o villanos, fueron prácticamente todos unos asesinos; el único que se salva de este estigma es, quizá, Madero... y tal vez precisamente por eso lo mataron apenas calentada la silla.

 

 

PARAFARBER

 

Hidalgo y el sexo

Me dice Joaquín López: “Mi tía La Golla de Teacapán soltaba un dicho muy cierto: ‘Hija de puta saca de duda’. Aplicado al cura Hidalgo, bueno, pues su abuelo era cura también y fue motivo para que esa descendencia no utilizara el apellido Hidalgo hasta que el padre de don Miguel lo utiliza con sus hijos. Una de esas ramas, los Costilla, anduvo por Sinaloa, es por eso que por el rumbo de Villa de Unión existe un pequeño asentamiento llamado Aguaje de Costilla.” A propósito, ve la película “Hidalgo, la historia jamás contada”. Aparte de sus discutidos méritos artísticos (que a mí me parecieron notables), el filme recrea muy convincentemente esa época, y eso vale oro.

El juego

Durante su infancia en los años 30, mi madre recuerda que su papá (un tipazo elegante y garboso con el clásico aspecto de un aristócrata español de zarzuela) daba $4.50 de gasto diario para la comida de la casa. Bueno, esa era su cuota diaria, que mi egregio abuelo no siempre cubría porque él era notablemente incierto en cuestiones dinerarias; y aunque por lo general tenía suficiente marmaja, no pocas veces el agua le llegaba a los aparejos y el fogón permanecía apagado porque no había para carbón y menos para cocinar encima de él. De ahí les viene a mi madre y tía el pavor por los vaivenes económicos. En fin, con $4.50 diarios alcanzaba para darles de desayunar, comer y cenar a los dos padres, a los tres hijos y a las dos sirvientas. Además, todavía había que pellizcarle a ese estipendio una mordidita de 50 centavos diarios, que secretamente se iban a ayudar a la abuela materna. O sea que en realidad en esa casa comían siete personas con $4 al día. Bien, pues haz cuentas. Cierta noche (y no fue la única) mi abuelo perdió en el frontón –del que era clientazo impenitente--- estratosféricos $8 mil pesos. Lo suficiente para el gasto doméstico de 2 mil días. O sea, en una noche mi abuelo perdió el gasto alimenticio familiar durante cinco años y medio. ¿Y todavía se me ocurrió alguna vez idiotamente preguntar por qué don Alfonso había muerto envejecido por la frustración y hecho pedazos por la diabetes, a los 57 años de edad?

 

Aplausos y chiflidos: Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Consultas: www.buhedera.mexico.org



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