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Derivados
La nota es que, gracias a la creatividad inagotable de Wall Street y los grandes bancos, hoy vuelan en la mesoeconomía 1.2 cuatrillones de dólares en esa Arma de Destrucción Masiva Financiera, como las bautizó Warren Buffet (las MDW que EU no encontró jamás en Irak y que "justificaron" su invasión). En notación anglo, 1.2 cuatrillones son $1,200,000,000,000,000 dólares. Esto es, $170,000 dólares por cada ser humano vivo sobre la tierra. Hace 15 años estas MFDW andaban apenas por los 200 millardos, o sea que son más prolíficos que los conejos: se han multiplicado 6 mil veces. ¿Sabes cuánto te tardarías en contar un cuatrillón de dólares de a uno por segundo? 32. ¿32 qué? ¿Años, siglos, milenios? No: 32 millones de años. Y no cometas la candidez de pensar que estas cifras no tienen repercusión alguna en tu vida diaria, porque la están teniendo.
Inteligencia, televisiones y zapatos
“El ser humano no es ni bueno ni malo, sino siempre sujeto a influencias. ¿Y cuál es el efecto real de la actual tecnología comunicacional? Un reporte de Miller McCune.com: ‘Desde los reality shows de la televisión hasta las películas cada día más y más idiotas, la industria del entretenimiento suele no ser más que mostrar a gente estúpida haciendo cosas estúpidas. Las nuevas investigaciones sugieren que esos shows, que parecen ser diversiones inocuas, merecen recibir un rating inédito: LYI (Watching this may Lower Your Intelligence; o DTI: Ver esto puede Disminuir Tu Inteligencia). Un estudio publicado en la revista Media Psychology encontró que los estudiantes sacaron peores calificaciones en exámenes de conocimientos generales si éste se les aplicaba inmediatamente después de leer un guión sobre un protagonista gamberro (pillastre, granuja de mala educación e intención aviesa). Lo cual sugiere que la estupidez puede ser contagiosa, especialmente si es presentada en forma de narración. La explicación es que las narraciones tienden a hacer que el lector se ponga otros zapatos (los de los protagonistas). Y como esa experiencia puede ser transformarnos temporalmente, uno debería más bien procurar que los caracteres que lees tengan un IQ más grande que tus zapatos habituales, ¿no?”
País quebrado
A propósito de la insustentable situación macroeconómica de EU me dice Demagog: “No mencionaste el GASTO MILITAR que es gigantesco y es puro costo. Sin embargo, la producción de armas y otros instrumentos de guerra se suma al PIB, ¡como si fuera crecimiento económico! Puro empobrecimiento.”
Entierros
Mi paisano Enrique Hubbard me manda un sabroso recuento de tres generaciones de la familia Hubbard, hecho por el historiador sinaloense Herberto Sinagawa. Te recomiendo de veras ese relato, sobre todo lo referente a su antecesor Harry Hubbard. Para no ser menos, echo a volar las campanas de mi propia estirpe marismeña y recuerdo un comentario que solía repetir mi abuela Amelia Holderness de Färber de que nunca se había dado en Mazatlán un funeral tan concurrido como el de su suegro Juan Cristóbal (papá del papá de mi papá; nacido Johann Chistopher en Frankfurt en 1842, exiliado de adolescente y fallecido en Mazatlán en 1899). Mi bisabuelo Juan Cristóbal fue un personaje sumamente popular que nunca aprendió a hablar bien el español: lo champurraba sin el menor pudor y lo salpicaba copiosamente de ''malas palabras" tan rotundamente imprevistas y fuera de lugar que provocaban la carcajada más que la irritación del interlocutor. Era fama que de su casa a su oficina (cinco o seis cuadras) solía tardarse dos o tres horas, pues a cada paso echaba comal y metate con cuanto Cristo se le atravesara, de cualquier índole, pelo, color, ideología o condición social. De veras me habría gustado conocer a ese tipazo.
Hueconomía
Mi cápsula Hueconomía sale los viernes en canal 40 a eso de la 1:40 de la tarde (diez minutos de más o de menos). Si quieres conservar la escasa tranquilidad de ánimo que tanto trabajo te cuesta conseguir en estos tiempos tan ajetreados, mejor no veas mi cápsula: suelo decir cosas políticamente muy incorrectas.
FÁRBER
Mamadas inmensas
La conocida frase dice que las mentiras vienen en cuatro tamaños: mentiritas blancas, mentiras estándar, mentiras grandotas… y mentiras estadísticas. Bueno, pues sustituye la palabra “mentiras” por la palabra “mamadas” y la fórmula es la misma: Si quieres encontrar mamadas realmente colosales, no hay mejor terreno que el de las estadísticas. Y los campeones de mentir con estadísticas (e inventar mamadas macroeconómicas) son los burócratas tipo Inegi, maestros del Factor Suizo: el factor por el que multiplicas (o divides) cualquier algoritmo a fin de que arroje el resultado que tu amo político ya predeterminó. El BLS gringo (Bureau of Labor Statisics) es el maestro del Inegi, y con eso te digo todo. El masacote de falsedades en que, a lo largo de cuatro décadas de distorsiones sucesivas, el BLS ha convertido la macroeconomía oficial gringa, hace de ésta un cuento más fantasioso que Alice in Wonderland. Naturalmente, los tres indicadores más básicos en este “modelo” son el crecimiento del PIB (el PIB mismo), el desempleo y el alza de precios (que ellos llaman “inflación”, para ocultar el hecho de que en la economía antes de Mandrake-Keynes, “inflación” era el nombre de la emisión de circulante por los bancos centrales, que es la verdadera causa del alza de precios; o sea, los bancos centrales causan la inflación, mientras que dicen que la controlan). En fin, para enmascarar la cruda realidad no les ha bastado a estos mentirosos con someter a las cifras macroeconómicas al potro de torturas incorporado en sus fórmulas computacionales. Además han tenido que inventar nuevas maneras de estirarlas, retorcerlas y comprimirlas para ajustarlas a lo que sus patrones políticos les ordenan. Uno de los más grotescos de esos inventos es el llamado “core inflation” (inflación subyacente), que dizque mide el comportamiento de los precios, pero excluyendo a energéticos y alimentos (como si no fueran los elementos básicos para la subsistencia de los humanos normales), quesque porque son “muy volátiles”, pero en realidad porque son los que mejor reflejan las cruda realidad cotidiana (que es mucho peor que la “foto rosita” que quieren los políticos empujarle por la retina a su electorado). “El índice core inflation fue un invento de la administración de Richard "Tricky Dicky" Nixon (presidente de 1969 a 1974, cuando fue obligado a renunciar por el escándalo Watergate). ¿Entonces qué mide la core inflation? Cualquier cosa que no sea demasiado “brusca” o políticamente incorrecta; cualquier cosa que no sea alcista o que incluso sea bajista (como las rentas de casas, por ejemplo). “El único propósito de la core inflation es tener una herramienta con la cual los macroeconomistas keynesianos puedan engañar a los ciudadanos y convencerlos de que el alza de precios no es un problema, a pesar de que todos los días se topan con la realidad opuesta en el supermercado y la gasolinera. Así, puedes estar seguro de que, si los factores hoy incluidos en la core inflation comienzan también a subir, serán también excluidos como “demasiado volátiles”. Es la manera autorizada de seguirle diciendo a la ciudadanía que la realidad que vive no es la realidad que vive, y que la realidad que realmente vive es la que no vive pero es la que debería vivir porque es la muestran los números (esos mismos números que llevaron a Pedro Aspe a pronunciar la célebre frase que lo puso en la historia: “La pobreza en México es un mito genial.”)
Pronósticos médicos
La esposa está preocupada porque su madre está internada en el hospital, pero ella no puede dejar a su niña enferma en cama. Le suplica a su marido que vaya a visitarla. Al rato el marido regresa y la esposa le pregunta: “¿Cómo está mi mami?” El marido, con voz grave, le dice: “En cualquier momento tu madre vuelve a vivir con nosotros.” “¿Qué dices? ¡Qué alegría!”, exclama la mujer. “¿Ya está tan mejoradita? ¿Te la dejaron ver en Terapia Intensiva?” “No, no la pude ver. Tiene prohibidas las visitas. Tampoco me dieron el parte, pero el médico de guardia me dijo: ‘Prepárese para lo peor’.”
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Guillermo Fárber
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