INSTANTÁNEAS DEL PODER
ABRAHAM GARCÍA IBARRA
Presidente receptivo
EN POLÍTICA, NO SE VALE DECIR que toda comparación es odiosa. De otro modo, ¿cómo saber si un gobernante es un tirano o un demócrata? Se recuerda la encanijada reacción de Felipe Calderón, calificando de equivocados a quienes le reprochaban la victimización de inocentes de la guerra narca; la amenaza a un joven interlocutor que lo increpaba: ¿cuántos muertos más?, a quien, después de ser zarandeado por el Estado Mayor Presidencial, todavía le advertía: “Nos vemos a la salida”. O a la maestra potosina que le reclamaba el uso discriminatorio y electorero de los programas sociales.
El pasado 26 de diciembre, en visita a Tlaxcala, camino a la comunidad de San Pablo del Monte en las faldas de La Malinche, Enrique Peña Nieto se topó con un joven -Oswaldo, lo identificó-, quien le entregó un libro y una carta en la que le diría que debiera ser receptivo a cuestionamientos de la gente. Las críticas -expresó en su mensaje el Presidente- siempre serán bienvenidas y servirán al gobierno para reorientar sus acciones. Quede constancia.
Corazón de león
Palabras más, palabras menos, lo dice así: Hacer mal el bien, es peor que proponerse hacer el mal. Guiado por esa convicción bregó con corazón de león en la legislatura pasada porque se tomaran acciones serias contra la corrupción. No quedó satisfecho, por ejemplo, con la rasurada ley contra el lavado de dinero. Hablamos del panista Ricardo Francisco García Cervantes. No son pocos los que no verían con malos ojos su designación como responsable de la anunciada Comisión Nacional Anticorrupción, pero como Dios no cumple antojos, ni endereza jorobados, fue colocado en la subprocuraduría de Derechos Humanos de la PGR. Por supuesto, se da por descontado que lo hará mejor que su correligionario partidita, el energúmeno Juan de Dios Castro Lozano.
Beatriz a Brasil
Como en el caso de García Cervantes, muchos esperaban que la ex candidata del PRI a la jefatura de Gobierno del DF, Beatriz Paredes Rangel tuviera una posición en el gabinete presidencial, al menos en la Secretaría de Desarrollo Social. Fue considerada, con justicia política, el mejor prospecto para la Embajada de México en Brasil.
Con ese mismo rango, la experimentada y honesta tlaxcalteca ya sirvió a México en Cuba. Si su juiciosa voz es escuchada, mucho sabrá aconsejar sobre las peculiaridades que han convertido a la de Brasil en la quinta economía mundial y, sobre todo, respecto del modelo de gestión de la industria petrolera, que ha sorteado con éxito las acechanzas externas e internas que pretenden su desnacionalización.
Aquello del buen juez…
Como si tuviera autoridad política para ello, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), el economista egresado de la Anáhuac Leonardo Valdés Zurita le salvó la vida al Congreso de la Unión, afirmando que no interferiría en la concepción y conceptualización de una nueva reforma al régimen electoral. Pero su homólogo Lorenzo Córdova lanzó a circulación su ponencia Hacia una nueva ley de partidos políticos.
En el documento dice que estas entidades de interés público no gozan de buena fama y debe imponérseles reglas que garanticen mayores niveles de democracia interna y obligaciones de transparencia en el uso de los recursos públicos… Buena, aunque no nueva demanda. A condición de que Córdova recuerde que el buen juez por su casa empieza. Falta una profesional y ética autocrítica al comportamiento de los consejeros del IFE en las elecciones presidenciales de 2000, 2006 y 2012. Nada de borrón y cuenta nueva.
La soga en cuello propio
Centenaria es ya la sugerencia de que los empresarios capitalistas tejen la soga con la que serán ahorcados. Nos la recuerdan unas líneas que ponemos en la orden del día: Un país se hace libre por la voluntad de sus gentes. La libertad implica el control de la riqueza de la nación. Ésta no debe someterse al control de la tecnocracia privada, cuyos parámetros de análisis más importantes se sujetan más al factor de riesgo que a la generación de valor; política que, paradójicamente, a mediano plazo genera más pobreza, descapitalización y desempleo, aumentando el riesgo económico-financiero, el riesgo social y el riesgo político.
La puntual advertencia está contenida en el libro de reciente cuño: Francia, un modelo europeo y una revolución permanente. Pero la misma orientación tienen ya estudios de la ONU y de la Unión Europea -sometida a los designios de una Troika conducida por el neonazismo- que se enfocan fundamentalmente al problema del desempleo; así como los de algunos centros académicos de los Estados Unidos, cuya sociedad está siendo tercermundizada.
Es obvio que ni Felipe Calderón ni los nuevos-fósiles del Congreso de la Unión leen en los signos de los tiempos. Por eso asestaron a la clase trabajadora mexicana la contrarreforma laboral que consagra la triangulación contractual para pasarse por las verijas los mandatos del artículo 123 Constitucional, y un criminal incremento a los salarios mínimos que no alcanza ni para un boleto del Metro. Eso sí, los diputados federales se asignaron sueldos que van más allá de los 100 mil pesos mensuales… más los pilones discrecionales. Y más nuevas comisiones “especiales”, para que todos estén contentos.
La cuestión agraria
El próximo 3 de octubre se cumplirán 100 años de que el gobernador revolucionario del estado de Durango, el ilustre ingeniero poblano don Pastor Rouaix promulgó la primera Ley Agraria de corte socialista, que fue referente obligado de la Ley Agraria que el 6 de enero de 1915 promulgó desde Veracruz el Primer Jefe Constitucionalista don Venustiano Carranza. La primera semana política de 2013 se inicia precisamente con la conmemoración de aquel decreto, rector dos años después del artículo 27 constitucional. Efemérides de expectativas, ¿se definirá ahí una nueva política agraria para el sexenio?
Cuando el tricolor partido en el poder se decía todavía revolucionario, suscribió lo siguiente: “El Constituyente de Querétaro supo prever, advirtió programar, pasó del ser al deber ser. Convirtió el ideal político, económico social en el más destacado propósito de cultura nacional. Deuda permanente nos cobija y aguarda para quienes entregaron la norma de normas con la Constitución Política de 1917”. (Textos de la Revolución Mexicana.) ¿Somos o no somos? (AGI)
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