OBSEVATORIO 2012-2018 ABRAHAM GARCÍA IBARRA
El secreto encanto de la cerdocracia
LARGO CAMINO A LA SERVIDUMBRE
Friedman es un párvulo frente a los tecnoburócratas mexicanos
No arrojes perlas a los cerdos. San MateoVII-6
Coloquémonos en un triple cuadrante:
- Si en un marco de democracia electoral aceptablemente funcional -pongamos a Honduras y Paraguay como excepciones deplorables-, el catalizador del esfuerzo contemporáneo y relativamente más exitoso de integración de América Latina, Hugo Chávez, fallece; y el colegio cardenalicio vota la elección de papa a favor del cardenal argentino Jorge Mario Bergoblio, sospechoso de contemporizar con la dictadura militar, ¿cómo aprovechará Barack Obama la oportunidad de combinar ambos factores para recuperar el arbitrio en lo que Washington se adjudica como su área de influencia? ¿México se mantendrá en posición de avestruz, creyendo que cruzará ileso la turbulencia?
- Al reformar el PRI sus documentos fundamentales para dar carta abierta a sus legisladores a fin de que -ya sin candados- allanen las contrarreformas neoliberales, el presidente de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Luis Téllez saludó con su jubiloso voto bursátil los acuerdos de la Asamblea tricolor. Pero el mercado no compartió su beneplácito. Por datar una fecha: El 21 de enero, día en que Obama asumió su segundo mandato, el índice de precios y cotizaciones estaba en 45 mil 224 puntos. Al concluir la semana de los 100 días de Enrique Peña Nieto, dicho índice se colocó en 42 mil 605 unidades. Esto es, en ese corto periodo perdió 2,619 puntos. No olvidar que, para los neoliberales, el mejor calificador del gobierno es el mercado.
- Porque al año mueren unos doce mil mexicanos de hambre, Peña Nieto ha lanzado la cruzada nacional contra ese flagelo y los presidentes municipales empiezan a disputarse los escasos pesos que se gastarán en despensas. Pero el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens sigue en su papel de celoso perro guardián de la Fed de los Estados Unidos, de más de 162 mil millones de dólares de su reserva de divisas: Casi dos billones de pesos.
Saldos de tres décadas podridas
Se han celebrado los primeros 100 días de Peña Nieto en Los Pinos. Pero los celebrantes olvidan que esos días se inscriben en tres décadas de modelo neoliberal. De 1971 a 1982, el crecimiento de la economía mexicana promedió 6.75 por ciento, y el producto per capita 3.7 por ciento. En las tres décadas neoliberales, de 1983 a 2012 el PIB creció a razón de 2.5 por ciento y el producto per capita a ritmo de 0.86 por ciento. Si los neoliberales soportan la metáfora, ¿de qué se ríe la hiena, si se alimenta de carroña?
Luis Téllez
Luis Echeverría fue satanizado -con los tecnoburocratas agitando la batuta- porque su gobierno dejó una deuda externa del orden de 19 mil millones de dólares. Al ser echados de Los Pinos, Vicente Fox y Felipe Calderón le dejaron encajada a los mexicanos una deuda pública por un monto de seis billones de pesos… y casi 60 millones de infelices fluctuantes entre la pobreza y la miseria. El último reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, informa que en el Índice de Desarrollo Humano, en un año México cayó de la posición 56 a la 61 entre 187 países evaluados. La claque de Rosario Robles Berlanga -nos consta-, todavía en marzo sigue expidiendo credenciales para Vivir mejor. La proclama es: ¡Vamos por el camino correcto!
¿Quién rompió el tejido social?
El sector social de la economía rural ha sido despojado -a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio y de la contrarreforma agraria- de 12 millones de hectáreas. Antes de terminar el sexenio anterior, el general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván encendió las luces rojas porque en buena parte del territorio mexicano el Estado nacional ya estaba siendo suplantado por las bandas del crimen organizado. En los últimos meses ha hecho irrupción en el sensacionalismo mediático el agazapado fenómeno de las policías comunitarias que esgrimen la coartada de la autodefensa de la población frente al fracaso del sistema de seguridad pública. El proceso de fascistización pronto entrará a su climax.
Agustín Carstens
Lo que ahora nos falta es reconstruir el tejido social, expectoraba en su paranoia crepuscular el anterior comandante supremo de las Fuerzas Armadas mexicana, ahora escondido en el campus de la Universidad de Harvard. ¿Quién rompió ese tejido social?
En la etapa pre neoliberal, los publicistas del Estado se limitaban a exaltar los artículos 27 y 123 constitucionales como paradigmas de los Derechos Sociales del pueblo mexicano. La Constitución mexicana de 1917 se valoraba como fuente de inspiración de las adoptadas por la República Española, Estonia, Finlandia, Grecia, Lituania, Polonia, Rumania, Turquía, República Alemana de 1919, Yugoslavia y al menos doce Estados latinoamericanos. En la etapa neoliberal se elevaron a rango constitucional, en racimo, otros derechos, hasta llegar a la versión 2013, en que el artículo Primero condensa en el genérico Derechos Humanos todos los habidos y por haber.
Porque los derechos de los trabajadores, de los indígenas, de los niños, de las mujeres, de los ancianos, de los migrantes, de los discapacitados, de los consumidores, de los deudores a usura, de los votantes, de los periodistas y hasta de los perros, son conculcados sistemáticamente, han proliferado como hongos las asociaciones civiles de protección y defensa de los Derechos Humanos, y en Ginebra, Washington y San José Costa Rica, instancias de la ONU y de la OEA llenan sus estantes con denuncias de violación de los derechos sociales y los derechos políticos, convertidos por el neoliberalismo, literalmente, en Desechos Humanos. No hay evidencia más monstruosa de la implantación del Estado fallido. ¡Vamos por el camino correcto!
Urge a Beltrones Rivera reforma energética
En otoño de 2008 -cuando el ex secretario de Hacienda, el esférico Agustín Carstens sentía un leve catarrito por el devastador remesón de la crisis financiera mundial-, la secretaria de Energía, la inefable doctora Georgina Kessel soltaba de su ronco pecho que 70 por ciento de la exploración y producción de petróleo ya estaba en manos privadas.
Georgina Kessel
Al diputado priista Manlio Fabio Beltrones Rivera se le queman las habas porque el otro 30 por ciento se le entregue, sin dogmas ni mitos, a los cleptómanos nativos y extranjeros, como deslumbrante corolario de tres cuartos de siglo de la Expropiación Petrolera.
Si Hacienda se queda sin el 80 por ciento del metálico de la explotación y la renta petroleras, y el Banco de México se queda con los excedentes de la droga y las remesas de nuestros transterrados, “para esterilizar” los dólares, ¿con qué se va a pagar los sueldos a la burocracia dorada? Una añadidura no precisamente accesoria: Si al Grupo México del homicida industrial German Larrea Mota-Velasco (recordar Pasta de Conchos) se le tiene que brindar protección federal para cuidar sus minas contra los trabajadores, de cuántos federales se tendrá que echar mano para cuidarle a las trasnacionales las instalaciones petroleras?
Después del voto del miedo de 1994
En 1994 -cuando se habló del voto del miedo, después del asesinato de Luis Donaldo Colosio-, en su carácter de autoridad electoral, el doctor Jorge Carpizo blasonó que la participación popular en las elecciones generales rebasó la cota de 71 por ciento del listado nominal. La elección de Ernesto Zedillo Ponce de León no fue cuestionada, como seis años antes lo había sido rabiosamente la de Carlos Salinas de Gortari. A principios de 2013, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación informó que resolvió más de 20 mil conflictos originados en los comicios de 2012, y que esperaba al menos otros siete mil para este año. Brujo. De elecciones perfectas, intachables, hablan los acerdados consejeros del Instituto Federal Electoral y se van a dictar conferencias al extranjero sobre democracia mexicana.
Pura modernidad: Trata de cadáveres
“Cobertura universal en Salud”. Y el presidente saliente levantó la bandera blanca. Pero en Tabasco, el ex gobernador se robó hasta el presupuesto para Salud y en Morelos pacientes de males renales no sólo se quedan en lista de espera en el programa de trasplantes. Ni siquiera se les asiste en tratamiento de diálisis. En Jalisco, personal de velatorios del IMSS se dedican a la trata de cadáveres, hasta con los propios deudos. En Veracruz, Tlaxcala y Yucatán los grandes hospitales son obra de exhibible fachada arquitectónica, pero carentes de personal médico y de enfermería. Quién sabe si de entraña humana.
César Camacho
En la costa de Oaxaca, todavía hay familias indígenas que lloran a sus niños muertos por el cólera, cuyo vector sospechan fue deliberadamente dispersado en ríos y arroyos para desencadenar la sicosis colectiva y abrir mercado al próspero negocio del agua embotellada. A qué hablar de la fiebre porcina, que salpicó hasta los altos cargos de la Organización Mundial de la Salud, a cuenta de los laboratorios farmacéuticos europeos. Puro humanismo político.
Sexenio de la infraestructura. Apenas inauguradas maravillosas obras carreteras, los autobuses de la comitiva presidencial se llevaban entre las llantas el chapopote de las carpetas asfálticas. Debajo de las parrillas para el desagüe en tiempos de lluvia no había drenaje. Quién no ha viajado por carretera hacia el Sureste caribeño y le sale más caro el pago de peajes y los daños al automóvil en el bacherío, que lo que pretendía ahorrarse en transporte aéreo.
Respeto a la dignidad de los consumidores
El flamante Procurador Federal del Consumidor, Humberto Benítez Treviño escribe: “Cuando un consumidor realiza una compra o contrata un servicio exige, en primer lugar, que sea respetada su libertad de elección (Je je je), la seguridad de su compra y, por supuesto, su dignidad (Je je je je je). También busca que se les garantice (…) el derecho a contar con una información confiable en la publicidad que promueve los bienes de consumo ya adquiridos…”. Solicitamos a la PFC el nombre de un usuario -uno solo- de servicios de Aeroméxico o contratante de una inmobiliaria, que haya sido resarcido de la estafa sufrida.
Manlio Fabio Beltrones
Como el lector habrá caído en cuenta, en tiempos de insensible parlocracia en que las ideas huyen despavoridas para no ahogarse en mares saliva, los anteriores registros son apenas simples “tópicos”. Si no lo fueran, el sedicente “líder” del PRI, César Camacho Quiroz no estaría hablando de restaurar “el carro completo” en los 14 procesos electorales de 2014.
Los idus de marzo:
No hay viejo PRI en el poder presidencial. Si lo hubiera, el PRI sería fiel a su agenda cívica marcina: Plan de Ayutla (1854). Aniversario luctuoso de la corregidora que tiene nombre de calle, doña Josefa Ortiz de Domínguez (1829). Tierra y libertad (1911), pide la memoria de Zapata al políticamente correcto Graco Ramírez. Tata Vasco se les fue a sus amados indígenas purépechas (1565). ¿Y el general campesino Gabriel Leyva Velazquez y el ideólogo insustituible don Jesús Reyes Heroles (1985)? Ni Rafael Moreno Valle se acuerda de cuándo nació el libertador Ignacio Zaragoza (1829). Desde dónde amigo vengo: Plan de Guadalupe (1913. Todo un centenario. Cruz, cruz/ que se vaya el diablo/ y venga Jesús. Para centenario, ¡el del Ejército mexicano!). No nos intoxiquemos con incómodos mitos. Vámonos tendidos a Roma.
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