¿500 MIL MILLONES DE IMPUESTOS?
Paremos por la reforma energética
PARA NOSOTROS LOS COBNTRIBUYENTES mexicanos -¡Oh, pobres
mortales!-, ¿qué significaría, de aprobarse, la llamada reforma energética propuesta por
los “dioses” de nuestro “olimpo” político,
que compartiría la mitad de las
ganancias de Pemex a empresas trasnacionales y “de casa”?
La respuesta se la damos a nuestros sufridos y estimados lectores, con base al dato de las autoridades hacendarias: Las utilidades que obtuvo Pemex el último año de la administración de Felipe Calderón fueron del orden de 919 mil 139 millones de pesos, cifra que en el futuro -con sus variantes anuales-, no recibirá completa la Secretaría de Hacienda, porque será dividida con las corporaciones extranjeras y “de casa”, cabe reiterar. Para reponer esa suma, nuestros “genios” de las finanzas decidieron aumentar los impuestos y se menciona que, entre otros incrementos, está el de la aplicación del IVA a medicamentos y a los alimentos. ¿Se imagina usted?: Por echarse unos tacos entre pecho y espalda, el trabajador de salario mínimo tendrá que pagar el IVA que, según los propósitos hasta ahora difundidos, sería algo así como del 19 por ciento ¿Será posible esto sin que haya un aumento de emergencia en el monto del salario de los trabajadores? ¿Cómo se prometen mejoras económicas y sociales si va a producirse un aumento general de impuestos al pueblo? Medio billón, pesada carga Se ha prometido que habrá nuevas fuentes de trabajo pero, ¿cuántas veces se ha prometido lo mismo desde hace 43 años en que la tecnocracia inicio la transformación de la realidad económica y social de México, y siempre hemos ido para atrás en el marco de un desempleo creciente? Ojalá que ahora lo prometido llegara a ser cierto.
La realidad es que los contribuyentes mexicanos estamos
ante un futuro que causa preocupación, como es la creación de nuevos impuestos
destinados a cubrir los 500 mil millones
de pesos que se llevarán por concepto de
“utilidades compartidas” las empresas trasnacionales y “las de casa”.
Recaudar 500 mil
millones de pesos más a través de nuevos
impuestos y de aumentos a los ya existentes, será una dura prueba para la gran
mayoría de la población. El temor es que las consecuencias del incremento en
las cargas impositivas, las vaya a sufrir la población menos favorecida
económicamente.
Seguirá la inflación
Un estudio de la Asociación Nacional
de la Clase Media
(Anaclame) sobre
los precios de los combustibles
derivados del petróleo en nuestro país, da a conocer que dentro de lo que se proyecta a través de la
reforma energética, aparte de “compartir” con empresas trasnacionales y del
país las utilidades de Pemex no se
encuentra el capítulo del fin de los gasolinazos,
por lo que éstos continuarán, independientemente del incremento a gasolina,
gas, diesel, etcétera, sin que tampoco se contemple el incremento al salario
del trabajador.
Preocupa a dicha asociación que en las proyecciones de la
reforma energética no esté contemplada una rebaja general en el costo de la
vida, para que el pueblo se beneficiara y con ello se compensar lo que tiene
que cubrir por concepto de nuevos impuestos y aumentos a los ya existentes.
La
Unión Obrera
Independiente (UOI), como representante
de la clase obrera, afirma
terminantemente que si no hay una mejoría sustancial al salario del trabajador, “será sumamente
difícil que se puedan neutralizar los estragos que a la economía familiar causarán los aumentos a los impuestos ya
existentes y la creación de otros como el IVA a medicinas y alimentos”.
A estas alturas -señala la UOI-, lo que nos urge es que el gobierno federal decida un
incremento de emergencia al salario del trabajador, porque el poder de compra
de los haberes de las familias obreras,
está en su nivel más bajo desde que empezó la actual crisis económica y
social hace más de cuatro décadas, sin que se vea intención alguna de la
secretaría del Trabajo para hacerle justicia al obrero.
Solicita debate nacional
Para la Central Campesina Independiente (CCI ), procede
realizar un debate nacional sobre la reforma energética, dados los aspectos que
tienen que ver con la salvaguarda de los recursos naturales mexicanos, para
beneficio exclusivo de nuestros compatriotas. Añade: “Consideramos que en vez
de que disfruten para beneficio personal de la renta petrolera las
trasnacionales que serán autorizadas para explotar nuestra riqueza petrolera,
debe pensarse en que de esos ingresos es el mexicano el que debe beneficiarse,
siempre”.
El pueblo mexicano debe manifestar su opinión sobre la
reforma energética y por tanto es deseable que se abra no sólo un debate, sino que, un vez hechas
las reflexiones del caso, los mexicanos, a través de un plebiscito nacional, o
de un referéndum, igualmente a efectuarse en todos los rincones de México,
manifieste su voluntad de que conservemos para beneficio nuestro, los recursos
naturales de la nación mexicana.
“No legislar al vapor”, recomienda dicha agrupación
campesina. Por el contrario, el Poder Legislativo debe ser lo suficientemente
inteligente para que no caiga en madrguetes
con los cuales se sorprenda a la opinión pública, con una aprobación a una
reforma energética que vaya a resultar en perjuicio no solamente de la economía
interna de nuestro país, sino de la soberanía y la independencia nacionales.
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